Resumen Candy, Capítulo 10: La Cabaña de la Tía Tom

por José Miguel Villouta*

Yo bitches. Hoy estoy de cumpleaños. ¿Cuánto cumplo? La verdad es que no sé y el hecho de que no sepa quiere decir que me estoy volviendo o más viejo o más gay.

Tengo que sacar las cuentas siempre de cuánto voy a cumplir y me iba a poner a sacarlas ahora pero la verdad es que la edad es sólo un número, no así el porcentaje de grasa corporal.

Patrisha Leiva quiere que nos juntemos en la semana a celebrar, a tomar té o algo, pero NO RESULTA. Nos amamos, pero en este tema de sociabilizar topamos mal y nos enviamos tweets de odio verdadero. Ella quiere juntarse en la semana cuando tengo mi estructura de gimnasio 05.00 am. y yo quiero verla los fines de semana cuando ella VA A LOS COLUMPIOS, ergo nos decimos entre líneas cosas como “si fueras amigo de verdad…”.

Y Patrisha, te lo escribo en tu propio weblog: esta amistad maravillosa de tener puntos de vista similares se puede transformar en competencia y tu entourage con mi entourage entrarían en peleas a muerte vía dance offs con rondas de muerte súbita y todo (donde probablemente terminaríamos pasándolo muy bien).

Pero divago, así es que vamos con el capítulo 10 de Candy ya que quiero ir a celebrar dándome una buena tina escuchando mi playlist de Richard Clayderman.

El episodio de hoy tiene oficialmente un título softcore. Se llama “Una dama en el establo”.

Este parte con Sor Paula leyendo una carta de Candy en la que le cuenta todo el hot gossip de la fiesta donde –según ella y La Voz que hace el resumen– dejó a todos con la boca abierta. Aparentemente en el HDP tienen el techo hecho mierda, ya que podemos ver como caen hojas ADENTRO DEL HOGAR.

Candy dice que “lamenta no poder mostrarles el vestido”, pero les manda la siguiente “fotografía”.

En tan pobre que cree que los dibujos a mano son fotografías. Además es mentirosa, porque ese nunca fue su vestido, ese era el vestido de RastaGirl. Se confirman así lo que he dicho en otros resúmenes: Candy es sociópata.

Pobres también los del HDP que creen que un dibujo a mano es una fotografía. Me pregunto que será para ellos el photoshop: ¿la goma de borrar? ¿el liquid? ¿borrar con miga de pan?

La señora Ponyo dice que “Parece que Candy se ha convertido en la hija de los Legan”, sin saber que por mañosa le hicieron el downgrade a mucama, o ni siquiera, ya que las mucamas reciben sueldo, le hicieron el downgrade derechamente a esclava.

En la casa de los Legan está Mi Ex Suegra dejándole en claro a Candy que “no es parte de la familia” y como la otra es respondona le dice “si sé”. Corte, le hacen de regalo un Extreme Makeover Home Edition desde su pieza al establo.

Candy pone esta cara:

Sí. Esa cara. Sale.

Y viene la escena sádica del capítulo con música sádica donde le dicen que “ese es el lugar apropiado para ti”. Yo en ese minuto pesco mis cosas y me voy al HDP de vuelta. Pero todos sabemos por qué ella se queda. Porque le gusta el PN.

Rasta Girl le dice “Si él se entera que vives en un establo, no volverá a mirarte nunca más” y es como: “No si lo dejo entrar todas las noches”

Sobretodo porque ya está claro que Los Vecinos están… a ers, cómo lo explico… recordemos escena del capítulo anterior. En esta actitud están los vecinos respecto de Candy.

Pero volvamos a la escena sádica. Candy se dice a sí misma “Anthony, Anthony, no es así”, pero todos sabemos que cuando el apellido que llevas tiene que ver con el color del suelo donde te encontraron huacha, ES PEOR que “así”.

Candy, la niña de espíritu libre entra al establo con la música sádica y los caballos la reciben con esta cara.

Yo también la miraría con la misma cara si perteneciera al reino animal. En posts anteriores hemos visto como maltrata a los animales y todos sabemos que a los caballos pueden sentir como son realmente los humanos, si no vean ese documental llamado Zoo, está en Youtube.

Lo bueno es que por lo menos le dejaron la cama al lado de la ventana.

Así los caballos no tienen que soportar la hediondez de Candy.

Pero entre nos, es el medio loft.

Y ahora, AHORA, AHORA, Candy dice que está decidida a ganarse a los Legan y llevarse bien con ellos. Nadie cambia hasta que se siente amenazado, y si te mandan a dormir con las yeguas, es como honey, get the message.

En eso aparece el mapache de mierda, lo que quiere decir una sola cosa: este es un capítulo de relleno.

El mapache viene a avisarle que afuera está el PN quien ha ido a buscar unos sacos de papa y Candy –que está urgida de que su mino piense que es una mucama– decide conquistarlo de la siguiente manera.

Candy es guachón.

Luego viene el momento del capítulo que todos sabemos.

Creo que ya tenemos que abreviar esta acción: CSCDH (Candy se Cae de Hocico).

Yo creo que si saliera con un mino y este se cayera, las primeras veces sería chistoso, pero después sería como: ¿Podís hacer un esfuerzo y NO CAERTE?

Cuando el PN ve que CSCDH, corre a preguntarle si está bien y le toma la mano y miren chicas:

Sí. No vamos a decir nada. Pero si ustedes están pensando lo que yo estoy pensando en este momento es porque estamos cortados con la misma guadaña.

Pero no era necesario el mensaje subliminal de que Anthony tiene las manos grandes.

Cuando Anthony le ve a Candy las manos todas hechas mierda, pone la siguiente cara.

Y ahí la otra se tira al suelo y le dice “No tengo lindas manos”. El PN tiene un momento reality check y le dice “No debiste ayudarme, yo haré el resto”, pesca los sacos de papas y parte con actitud: “Eso me pasa por no mirarle las manos precisamente”.

Pero una cosa es no cuidarse las manos y la otra es ser cerda.

Además que ¿cómo uno se ensucia la parte de atrás de las manos? Eso es piñén.

Corte. Vemos en otra escena a Torombolo manejando su auto por un camino sospechoso cuando atropella nada menos que al Meón del HDP.

Otro corte. Volvemos a la casa de los Legan. Candy –quien sufre porque la han convertido en mucama– está haciendo voluntariamente lo siguiente.

Torombolo llega a verla con El Meón, quien se ha invitado sólo. Cuando ella le pregunta a qué vino, el pendejo dice que “A ver el vestido que usaste en la fiesta”.

Meón = Gay.

Candy igual no está tan contenta debido a esto.

Yes bitches. Ella, la más limpia. Ella, la Hinds.

Candy le dice que en el HDP deben estar preocupados y El Meón le dice “volveré cuando haya visto tu vestido” y es como ni yo era tan loca cuando chico, y eso que yo cuando chico era looooooca. Era tan loca hacia coreografías en la mansarda con la cinta de gimnasia rítmica de mi hermana y cuando me la quitaban seguía con papel confort.

El Meón le dice a Candy “llevame a tu pieza” y ésta le contesta que mejor se van al establo. De muy mala manera este le señala: “estoy cansado de ver caballos”, ya que todos sabemos que en el HDP no tienen para tragar, pero sí tienen criaderos de caballos.

En eso abre la puerta La Nana y esta le hace creer que todo lo de RastaGirl es de Candy. Cuando El Meón abre el closet de RG y ve todos los vestidos se hiperventila mal y le muestra a Candy que ya no pasa el río.

Para premiarlo Candy se pone ese vestido de promotora de MasterCard. ¿Por qué no se pone el otro? Como el que le cosieron Los Caballeros… porque probablemente era con devuelta.

En eso llega RG a su pieza y queda todo lo que es la señora del zorro.

Llega Mi Ex Suegra y le dice a Candy “Tienes visitas, puedes bajar con ese vestido”. En el salón está esperando Sor Paula, quien la saluda con un “Candy, pareces una dama”, que no es lo mismo que “Candy, estás transformada en una dama”.

Mi Ex Suegra le dice a RG que tiene que hacer como que Candy no duerme en el establo ya que si se enteran, se acabó la mano de obra barata / esclavitud.

El Meón sale al jardín a jugar con el Mapache y éste lo lleva al establo donde descubre la cama donde está el pijama de Candy. El Meón entra en modo rage on y le dice a Candy “No eres una señorita” y la otra le contesta “Sí que lo soy” y es como “A ver, ¿Quién no está tragando sopa de domingo a domingo?”.

Miren la cara de loca clasista de El Meón.

Candy le dice “Soy mucho más buena, noble y generosa que otras señoritas que conozco”. A ver, wait a minute. Primero: Candy, no conoces a tantas señoritas, de hecho conoces a solo una. Y segundo: nuevamente, la recomendación no sólo viene de cerca, sino que como hemos podido ver en estos 10 resúmenes que llevamos, lo que acabas de decir es totalmente discutible.

Candy le dice “John, ¿tú eres un hombre?”, una pregunta válida luego de tanta fashion demand.

-“Sí” le dice el meón “desde que nací”. Y es como, nadie te está cuestionado si eres trans.

Candy le pide por favor que no le cuente a Sor Paula.

En la noche Sor Paula le dice a Candy –mientras están en la pieza– “Gracias a la escapada de John podemos dormir juntas” y en ese momento todo Youtube suelta un…. “shiuuuuuuuuuuu”.

A todo esto, este es el corte de pelo de Sor Paula sin el velo.

La monja cacha perfecto todo esto de la esclavitud de Candy y se pone a llorar en silencio, pero como podemos ver que al día siguiente deja a Candy en esta situación inhumana sin ningún problema, podemos sospechar que las lágrimas pueden ser por otra cosa, quizás porque Candy la cortó en seco cuando le dijo esa wea de dormir juntas.

Candy y el chofer –que me gusta– van a dejar a las visitas al HDP. Cuando se dan cuenta que atrás de su auto vienen Los Caballeros Vecinos, podemos confirmar que esta mina que se cree noble, buena y generosa dice: “Pare un momento conductor”. El tipo ya la ha llevado en auto tres veces, es decir, le importa un pico su nombre.

Los Caballeros se presentan con Sor Paula y le dicen “Somos tres los paladines que cuidamos de Candy” y Sor Paula “Necesito hablar a solas con Candy”.

Sor Paula se lleva a Candy a caminar por las colina y le dice “No te desanimes” que es código para “No te vamos a rescatar”.

Agrega que “La verdadera felicidad no está en lucir un hermoso vestido de fiesta”, lo que es fácil viniendo de una monja que no se cambia de ropa, “ni tampoco tener un lindo cuarto, la verdadera felicidad viene de tener muchos amigos”

No sé. Yo prefiero tener ropa que me quede bien, una pieza digna y amigos contados con los dedos de las manos. ¿Quién es Sor Paula? ¿Tom de MySpace?

Esta es la cara de Candy recibiendo esos consejos.

Es la cara de “Tú no estuviste en la fiesta el otro día, fue en un lindo cuarto y con un lindo vestido”.

Luego de la conversación –en que Sor Paula logra convencerla de que en la sumisión sin goce de sueldo hay felicidad– se va, dejando a Candy abandonada nuevamente a su suerte.

Candy se queda con Los Caballeros y estos le dicen que desde ayer que El PN anda raro. Candy cree que es por sus manos, por lo que se va a reflexionar a su pieza/loft/establo. Podemos ver que las presas cuestionadas aún están impregnadas de piñén.

Candy las mira fijamente y podemos darnos cuenta que el piñén llega a moverse.

En eso llega el PN quien le dice “Hice mal en hacerte acarrear cosas pesadas sin pensar que trabajas tanto durante el día”, es decir, todos están al tanto de que Candy es esclava Y NADIE HACE NADA.

¿Y qué le lleva de regalo?

Sí, bitches. Una rosa que cortó del GIGANTESCO ROSAL QUE ESTÁ A LA SALIDA DE SU MANSIÓN.

Recuerden que este tipo es chanta. Que se levanta a las minas con la misma frase y que UNA ROSA NO SIRVE PARA NADA.

Le dice “te prometo una más hermosa en tu próximo CUMPLEAÑOS”.

Tranquilo The Bachelor.

Y después de ese regalo cagón tiene la tupé de hacer el siguiente gesto técnico:

Podría haberle regalado crema para las manos, o jabón o piedra pomez. Eso hubiera sido buena onda.

Podría haberle regalado su libertad.

Pero no. Nadie está ni ahí con la esclava abandonada.

Y así termina este capítulo de hoy.

Yo llego hasta acá.

Nos vemos la próxima semana. Me voy a celebrar mis 35 años y el hecho de que estoy acá, sano, con ustedes y viendo Candy.

Sí bitches. 35 años y viendo Candy.

Las quiero.

Capítulo 10, parte 1
Capítulo 10, parte 2
Capítulo 10, parte 3

*zancudo invitado