quejarme

¡Quiero quejarme en paz!

¿Les ha pasado que en algún momento de su vida están en una etapa o periodo en que nada les sale bien? ¿Onda nada? Todos los ámbitos de la vida están ahí, haciéndolas sufrir o querer ir a encontrarse consigo mismas en una playa/montaña desierta, pero no pueden porque obvio tampoco hay plata. ¿Y qué me queda? Tirar mierda al mundo y quejarme. Sí, quejarme.

¡Quiero quejarme en paz! 1
POR HOLLY
¿Les ha pasado que en algún momento de su vida están en una etapa o periodo en que nada les sale bien? ¿Onda nada? Todos los ámbitos de la vida están ahí, haciéndolas sufrir o querer ir a encontrarse consigo mismas en una playa/montaña desierta, pero no pueden porque obvio tampoco hay plata. ¿Y qué me queda? Tirar mierda al mundo y quejarme. Sí, quejarme. Decir todo lo malo que nos pasa y gritarle al universo y culparlo de todo. Y, ¿saben qué? Lo encuentro legítimo, es parte del proceso de sanar también.

Pero claro ese mismo mundo al que uno le grita a los cuatro vientos todas los pormenores que han hecho de la vida de uno un infierno, lo que más te dicen es “Pero mira el lado positivo”, y pucha no, no quiero. Quiero quedarme aunque sean cinco minutos en la rabia, en quejarme y qué. Si no lo hago como que me ahogo, a veces tratar de ser zen te agobia y también es humano querer putearlos a todos.

Es una fase necesaria para llegar al real estado zen en que uno reconoce los errores, toma riendas en el asunto, ve los problemas desde otra perspectiva y la cosa empieza a mejorar, pero si no te dan el espacio para quejarte y revolcarte en rabia no hay cómo llegar a ese punto. Al final todo es aprendizaje, pero hay que respetar los procesos del otro.

Y en ese momento de rabia y “quejumbrosidad” ya casi vía redes sociales me encontraba cuando vi ese capítulo de Friends (porque todos los caminos conducen a Friends) en que a Ross le había pasado de todo, perder su matrimonio, su pega, su departamento y lo único que hacía era sufrir y quejarse, hasta que Janice va y se lo dice y recién ahí él se da cuenta que tenía que parar y actuar para mejorar las cosas.

Así que es bueno tener ese momento de odiar al mundo, pero también tener claro que no puede durar por siempre y que el único responsable de mejorar lo malo somos nosotros.

Pero primero, hay que sacar la rabia, así que déjennos un rato.

One comment

Comments are closed.