La nueva canción de Dulce y Agraz —o Daniela González—, es un bolero pop llamado Quiero que seas tú en el que sigue explorando las formas de amar.
Quiso hacer un bolero porque es un género que “te invita a hablar y desatar tus pasiones, y el amor es una de mis mayores inspiraciones, soy irremediablemente romántica”. Y para hacerlo se inspiró en una playlist llamada Latin Pop, de la que eligió sus boleros favoritos como Temes, de Ile y La trenza, de Mon Laferte.
Considera que esta es su época más ambiciosa, quiere reinventarse como artista y como persona, también “correr un poquito más los límites de mi audiencia, si es que es posible. Considero que esto es un anhelo sencillo pero muy atrevido al mismo tiempo”.
En La piel, su EP del año pasado, tiene letras de relaciones más libres: sé que tu tiempo no me pertenece, pero el aquí y ahora lo guardo para siempre. Esta vez considera que puede ser una canción con una forma más tradicional de habitar el amor: “En esta canción vuelvo a visitar la idea de enamorarse de una persona para toda la vida. Vivir el amor, y entre todas las personas: Quiero que seas tú“.
“Es un viaje romántico e intenso, una canción para hacer un poco más tangibles las pasiones del corazón. Y es también el primer single del EP llamado Vida mía que abarca estas mismas temáticas y estilos”.
Una performance
El videoclip de esta nueva canción de Dulce y Agraz, está protagonizado por la artista drag transgénero Kassandra Romanini, la que comienza un lipsync diciendo: “Buenas noches. Soy Dulce y Agraz”.
“Para el casting recibí ayuda de mi estilista Matías Caballero. Y elegimos a Kassandra por sus años de carrera y por su presencia escénica, que considero increíble. Es una persona radiante, y en el rodaje teníamos los ojos clavados en ella, fue una experiencia muy grata y enriquecedora”, dice Daniela.
A Dulce y Agraz le interesa el mundo teatral: “Resueno con la idea de ser una artista y una persona integral”. Siente que la actuación es una herramienta para eso. “Para mí, el teatro, además de representar realidades (y cuestionarlas), es la colisión de la música, la danza, la poesía y la literatura (dramaturgia), disciplinas que me gustaría mucho aprender en profundidad”.
En el videoclip aparece de camisa y corbata, lo que le da un aire “masculino”, pero este acercamiento ella lo define como un juego con las ambigüedades: “La estética del video se sitúa en la gran renuncia masculina, donde los hombres dejaron de vestir joyas y decorados, transfiriendo ese rol a sus mujeres. Me pareció interesante resignificar esa renuncia”.