por Joce Acuña (@joce_a)
El 2016 no podía ser más desgraciado, por decirlo con palabras suaves. Pensamos que la Princesa Leia se había salvado del lado oscuro el viernes 23 luego de sufrir un ataque al corazón en un vuelo de Londres a Los Ángeles, y su madre se preocupaba de mantener alerta a sus fans.
Así fue: la actriz nos dejó a sus 60 años preguntándonos por qué este 2016 -o quizás más bien, por qué este año del mono- tiene que ser tan crudo al llevarse a los buenos.
Pero más allá de eso, creo que una de las cosas más importantes que nos deja Carrie es el poder femenino dentro de una saga donde todos sus protagonistas son hombres: ella representa la tenacidad e inteligencia a la hora de llevar una revolución en sus manos, y de dirigir prácticamente una misión imposible. Su papel como Princesa Leia es el que claramente más la va a representar a pesar de que haya trabajado en otras películas, y siempre logró mantenerse en la memoria de todos por ser la seca que luchó contra un imperio que la quiso tener como esclava en una historia que, digámoslo, su target principal eran los hombres.
Sin ella, la potencia de la histora de Star Wars es nada, y eso es gracias a la rudeza y altruísmo que la actriz le puso al personaje: Carrie Fisher es el ejemplo de cómo ser guerrera en el mundo. Te vamos a extrañar.
???????????????????? que mal este año.