por @patyleiva
El fin de semana leí que Prince había tenido que hacer un aterrizaje de emergencia en su avión particular porque no se sentía muy bien, pero que luego hizo una fiesta en agradecimiento por la preocupación de la gente. Y un día después de haber estado hospitalizado, lo vieron andando en bici, divino (en el más puro sentido de la palabra) por la calle.
Podría atribuir a que fue por esas noticias que pensé tanto en él durante estos días, pero la verdad es que siempre ha estado presente en mi historia musical, que es a fin de cuentas la historia de la vida.
Fue hace un par de años que en un ciclo de cine que hicimos, invitamos al Nico Castro a presentar Purple Rain en La Jardín. Sentimos que era un lujo, un sueño cumplido. Purple Rain (1985) fue un disco, una película inolvidable que ganó muchos premios, incluido el Oscar por mejor música original. Y, lo más importante, dejó joyas como Purple Rain, Let’s Go Crazy, When Doves Cry, I Would Die 4 U y las nueve increíbles canciones que arman el álbum.
Prince dio nuevas formas a la palabra “excéntrico”, y desde siempre fue promotor del talento femenino, no sólo con las mujeres que la prensa llamó “sus protegidas”, como Apollonia 6, Carmen Electra o Sheila E., entre otras, sino también entregando composiciones claves a las carreras de artistas como Sinéad O’Connor (no imagino una irrupción masiva en el mundo de la música popular más intensa que la cara de la irlandesa llenando la pantalla en el video de la bellísima Nothing Compares 2 U, aunque ahora reniegue), o Susannah Hoffs (para quien escribió Manic Monday, un hitazo de The Bangles).
Prince amaba a la mujeres, eso está claro. Se casó dos veces y tuvo grandes amores. Con Mayte García su primera esposa, tuvo un hijo en 1996, que tristemente murió a los pocos días de haber nacido.
Amo las historias que otros artistas cuentan sobre sus encuentros con él, como Dave Grohl que dice que lo invitó a tocar juntos (sin público, sólo por tocar) un par de veces y que Dave estaba todo nervioso porque él –y la gente en general–, no sabía mucho cómo comportarse alrededor suyo. O Jimmy Fallon que comentó en su programa lo que había sido la presencia de Prince en el aniversario de SNL del año pasado, donde describe su aparición como un momento sublime; y ahora, espero, que nos enteraremos de muchas historias más.
Hoy nos dicen que está muerto. A los 57 años fue encontrado sin vida en su rancho de Minessota. Y no se puede creer.
Su música no se encuentra en Spotify ni en YouTube, y quizás sea por eso que las generaciones más jóvenes no lo tienen tan interiorizado, pero supongo que con su muerte tendrán la oportunidad de acercarse más a su música a través de homenajes y mayor presencia en las radios, al menos por estos días. Aprovéchenlo. UPDATE: La música de Prince volvió a Spotify.
Que pena su muerte. Tanto talento que hemos perdido este último tiempo.
🙁