Por qué algunos no tenemos una verdadera vocación

chica
por Fabiola*

¿A veces les pasa que sienten haber perdido el rumbo y no saben a qué dedicarse en la vida? A mí siempre.

Me angustio ya que veo a la mayoría de mis amigos o conocidos con su futuro definido y yo aún busco la “vocación de mi vida”. Y aunque hace once años me titulé, nunca he sentido que lo que estudié es mi pasión, entonces me he dedicado a aprender muchas otras cosas.  

El punto es que, si me dieran la oportunidad de volver al pasado en el momento exacto de escoger una carrera para matricularme, la verdad no sabría cuál elegir. Y es que tengo múltiples intereses, no sólo de un área. Me encantaría ser fotógrafa, kinesióloga, veterinaria, arquitecto, productora de eventos, guía de turismo y varias profesiones más.

El otro día una amiga me dijo que la visión que tiene de mí, ella y su hermano –y quizás cuánta gente más– es que soy inestable laboralmente porque tengo el síndrome de Olguita Marina (ese personaje de la teleserie Sucupira que repentinamente se sentía ahogada y decidía partir con rumbo desconocido). Y si bien no huyo del amor como el personaje, asumo que no me gusta estar siempre en un mismo lugar haciendo las mismas cosas, y cuando eso pasa, entonces me comienzo a ahogar. Por lo general duro dos años en el mismo lugar de trabajo, excepto el último porque me encantaba el ambiente y estuve más de cinco a pesar de no tener nada que ver con mi título.

Mi amiga me dejó pensando, y si bien me angustié los siguientes días, luego me di cuenta de que no tiene nada de malo no tener “una vocación” en la vida, y que es un plus tener múltiples intereses y conocimientos. Puedo hacer varias cosas.

En esta búsqueda de cómo encontrar el rumbo, di con una entretenida y motivante charla de Emilie Wapnick, en TED, esa maravillosa plataforma de conferencias que potencian “el poder de las ideas para cambiar el mundo”, y me di cuenta de que no estoy sola. Somos muchos y no tiene por qué ser algo malo.

Acá dejamos el video de la charla para que no se sientan como pez fuera del agua.

*Si quieres escribir en Zancada, tienes que mandar tu texto con título y nombre con el que quieres firmar a [email protected] en un mail titulado TEXTO. Como siempre, si va con nuestra línea editorial felices lo publicaremos.

Foto: unsplash.com

3 Comments

  1. Que buena charla, me encantó y sentí identificada. Se lo envié a mi primo de 16, para que no se angustie con la preguntita odiosa de “qué vas a estudiar?”

  2. Wau!, gracias, veré ahora mismo la charla.
    A mi me pasa lo mismo que a ti, me siento super perdida al no tener (con mis 34 años) claro a lo que quiero dedicarme, también duro maximo 2 años en un trabajo por que me terminan aburriendo o desagradando mis “superiores”.
    Soy un poco infantil, por que siempre he tenido la idea de que alguien me tomará del brazo y me llevará en la dirección correcta, y es desolador pensar que esa persona puedo ser sólo yo

  3. A mi me pasa lo mismo, estudié una carrera super larga y ahora que la ejerzo no me convence. Jamás me convenció. Lo malones que al no convercerme no soy apasionada por ello y siento que eso me quita fuerza para dar mi 100%.

    Pero tampoco tengo claro qué habría estudiado o hecho si volviera el tiempo atrás.

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