Pongámonos serias: hablemos de cerveza, parte I

PONGAMONOSSERIASI
por Joce Acuña

Soy una fan declarada de las chelas, pero no así como así, me gusta aprender de ellas: busco información, cuando voy a bares especializados pregunto más sobre alguna variedad que me guste, compro la Guía de la Cerveza, y así poco a poco he aumentado mis conocimientos al respecto. No soy una experta en el asunto, me encantaría, pero para allá vamos (espero).

Por lo mismo, quiero partir por algo bien básico: de qué está hecha. Citando a Pascual Ibañez en su “Guía de la cerveza 2015”, son cuatro los principales:

Cereales malteados: igual hay cervezas de otros granos que pueden ser incluso crudos. Se aplican diferentes tostados, pero lo importante es extraer bien los azúcares fermentables y otros compuestos.
Levaduras: son los responsables de la transformación de los azúcares en alcohol y puede ser alta, baja o espontánea.
Lúpulo: el agente protector de la oxidación de la cerveza y contribuye al amargor, aroma, sabor, firmeza y esas sensaciones especiales que dejan algunas de ellas.
Agua: ingrediente mayoritario en el producto e influye, según su composición, en el buen trabajo del desarrollo de las levaduras.

Después de eso, o se sintieron intrigadas sobre el proceso de elaboración, o directamente quieren saber más datos de la cerveza. Me voy a saltar a esto último que es algo más entretenido:

Su consumo moderado tiene un efecto preventivo de diabetes mellitus, de acuerdo a la Asociación de Diabéticos de Catalunya y la Federación de Diabéticos Españoles, basados en un estudio de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y la Sociedad Española de Diabetes.

Tiene beneficios para el sistema cardiovascular, ya que su consumo moderado y regular, podría ejercer un efecto protector por sus polifenoles, y puede ser con o sin alcohol, de acuerdo a un estudio publicado en las revistas médicas Atherosclerosis y Nutrition Metabolism and Cardiovascular Disease.

La cerveza no engorda. De hecho, tiene menos calorías que el vino tinto, pero el problema es que obvio que te va a aparecer una panza si tomas en exceso, es como si comieras chocolate como loca todo el día… Excepto que tengas un metabolismo de oro y envidiable.

En una década, el consumo de este bebestible en Chile ha aumentado en un 60% de acuerdo a la Asociación de Producción de Cerveza, y a 2014 movía más de US$2.500 millones al año en el país. No menor, de acuerdo a Euromonitor Internacional, el consumo por persona en este lapso de tiempo es de 43.6 litros, y la preferencia por cervezas premium también creció en un 10% durante 2015.

Después de esos datos, las dejo atentas al post que viene, con las descripciones básicas de algunas variedades que pueden encontrar en el mercado. ¡Salud por todas las cervezas que se vienen!

2 Comments

  1. Me encantó el post! No sabía de las buenas propiedades que tiene la cerveza. Algunas son muy ricas y hoy en el mercado existen hartas marcas de cerveza para ir probando y lo bueno que también han llegado muchas sin alcohol que son bien buenas.

  2. qué util!!
    me encanta la cerveza pero sé super poco.
    demasiado interesante… un tema que presuntamente ( según la sociedad) no nos compete como féminas, pero obvio que si!!

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