Por Soraya
Aunque la ciencia y la tecnología son sectores que están creciendo rápidamente, en materia de igualdad de género aún falta mucho. Sobre todo, uno de los aspectos que más preocupa es la falta de presencia de mujeres en tecnología, ya que al tratarse de un área con gran demanda, las oportunidades deberían estar. Pero la realidad es que los obstáculos y barreras para incorporarlas continúan existiendo.
Hablemos de números: ¿Cuál es el panorama?
Tal como hemos estado viendo en este tiempo en pandemia, cada vez se hace más necesario la digitalización de las áreas y, por ende, el progreso de la misma tecnología. Ante ello, carreras como programación y otras relacionadas con la industria, se encuentran con una creciente demanda de profesionales para poder cubrir el exigente mercado.
Aun así, según el estudio de Laboratoria, El futuro de la tecnología: inclusión femenina, la participación de mujeres en tecnología, computación y los campos de la ciencia alcanza un 30%. Así mismo, en el sector de tecnologías de la información y comunicación (TICs) solo una de cada cuatro profesionales es una mujer y una de cada cinco se desempeña en puestos técnicos en el mundo.
Es más, según indican las cifras de este año de Hub Leaders con Technology by PageGroup, en Chile la participación de mujeres en tecnologías de la información (TI) es de un 35%.
Una realidad que, ante todo, está muy marcada en la educación. El reciente estudio de Acción Educar señala que el ingreso de mujeres en carreras relacionadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (o STEM por sus siglas en inglés) representa un 20%.
Si bien, este es un problema a nivel global, esta cifra es incluso más inferior que la de América Latina en los últimos años, la cual se encuentra cerca del 32% según ONU Mujeres.
¿Por qué sucede esto?
Principalmente podría asociarse a dos barreras que, aunque no necesariamente son exclusivas de esta área, terminan preservando una desmotivación para que las mujeres se adentren en estas carreras. Se trata de: los roles y estereotipos de género y la poca visibilización de las mujeres.
El primero se relaciona con el hecho de que desde la infancia se escuchan frases como “las mujeres no saben o son malas en matemática”. Estas son ideas que, como sabemos, terminan siendo internalizadas y que más tarde significarían perder la motivación o el deseo de desarrollarse en esos campos. Sobre todo, al asociarlo a algo masculino, donde los hombres serían mejores o más competentes que las mujeres.
A lo anterior se le suma lo internalizado que está en el mercado laboral los roles de género, donde al tratarse de una mujer esto supondría que depende del ingreso de su pareja, su función se limita al hogar y, sobre todo, debe encargarse de sus hij@s. Todo esto entregaría un espacio para que se desencadenen constantes cuestionamientos de las capacidades, prioridades y aspiraciones que se tienen.
En lo que respecta a la poca visibilización que tienen las mujeres en las áreas de STEM, puede incluso asociarse a un problema en el sistema escolar, ya que se da un espacio minoritario a conocer figuras femeninas. Lo que, naturalmente, termina en que tengamos pocos o ningún modelo a seguir, con el que se puedan identificar y, por ende, motivar.
Básicamente, como explica Valentina Muñoz para ONU Mujeres: “La brecha de género inicia, estadísticamente, en 4to básico (primaria). Los estudios revelan que las principales razones de la brecha son los estereotipos de género, pues a las niñas se les dice desde la primera infancia que “ellas son malas para la matemática”, y la poca visibilización de modelos de rol en STEM símiles a las niñas, que sean diversos y con los que puedan sentirse mayormente identificadas”.
Es entonces que uno de los principales desafíos que se tiene aquí para incrementar la participación de mujeres en tecnología radican en el dar entender que esta es una opción real, a la cual pueden acceder y tienen oportunidades.
Conding Dojo: Un espacio para incentivar a las mujeres en tecnología
Entregar la oportunidad de facilitar a las mujeres el acceso a la educación tecnológica y otorgar una mayor posibilidad de ingresar al mercado laboral, es la forma en que la Academia de Programación Digital Coding Dojo busca reducir la brecha de género en IT y, al mismo tiempo, incentivar el desarrollo económico. Todo a través de la entrega de herramientas en el uso y aprovechamiento de las tecnologías de información, además de potenciar su propio talento en el campo.
Al respecto, Vania Varetto, Directora de Marketing para Latam de Coding Dojo, dice: “Nos interesa mucho impulsar el desarrollo personal y las carreras profesionales de las mujeres. Con el fin de que puedan aprender algunas de las tecnologías de programación más demandadas de la actualidad, y de esta manera acceder a un mercado laboral con una alta demanda”.
