por lucy
Cuando empieza a hacer calor parten casi todas las cosas buenas de la vida: la luz hasta tarde, las terrazas, los vestidos sin pantys, y la época de libertad de mi pelo.
El sol y cloro de piscinas podrán hacerle algo de daño, es cierto, pero sin duda para mi pelo esta es su época de mayor libertad: ya no dependo del secador para salir sin resfriarme, ni tengo que peinarlo tanto, porque naturalmente queda controlado y con ondas.
Con este clima, además, tiene menos volumen, lo que lo libera también de los productos para moldearlo y eliminar el frizz, y pareciera que mi pelo al fin descansa y respira ya que se pone brillante y fácil de manejar sin mucho esfuerzo.
Puede sonar exagerado, pero es tanto el tiempo que ahorro en verano al no tener que estar secando, peinando y veces hasta planchándome el pelo a diario, que no sólo es una época de libertad de mi pelo, sino que para mí. Una razón más para amar el verano.
Foto: Unsplash.com