Mi deporte favorito

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por Mariana y punto

Cuando chica, mi motivación para hacer deporte era copiarle a mi hermano grande; cuando a él le compraron una bicicross yo aparentemente también quise (o al menos creo, porque si no no me explico una foto en la que salgo con protecciones en rodillas y codos), cuando se metió a natación yo también empecé a nadar, y cuando se incendió la piscina a la que íbamos los dos nos metimos a hacer tenis.

Cuando descubrí mi deporte favorito, el vóleibol, también supongo que inconscientemente lo hice imitando; mi papá había jugado en su juventud, mi mejor amiga entrenaba, y así fue como en quinto básico empecé a practicarlo. Mi hermano grande también jugó en nuestros años escolares, pero sinceramente no recuerdo si empezó antes o después que yo.

Del vóleibol me atraía el esfuerzo que había visto en unos monitos animados italianos que eran como los Supercampeones pero con voleibolistas mujeres, y de hecho como no tengo condiciones naturales para el deporte tuve que esforzarme harto para estar a la altura (recuerdo tardes enteras intentando sacar por arriba, fuera de los entrenamientos habituales) y recuerdo la satisfacción que sentía cuando logras controlar la pelota, tus movimientos y la velocidad.

Me gustó el rigor del deporte; los fines de semana solíamos tener partido temprano en las mañanas o a la hora de almuerzo, y a los entrenamientos estaba prohibido faltar a menos que estuvieras muriendo (tener que estudiar para una prueba no era excusa). También me gustó el trabajo en equipo, que no fuera un deporte violento, que te hiciera fuerte y segura hacia la pelota, la energía que se descarga con un buen remache, la satisfacción de celebrar cada punto como una pequeña victoria y alentar a tus compañeros cuando mirabas desde las graderías.

Como muchos, cuando entré a la universidad dejé de jugar, y en cambio ocasionalmente trotaba (aprovechando que es gratis, la resistencia que tenía desde chica y la capacidad deportiva adquirida), me metía a clases de aeróbica y hasta jugué al arco en un par de ligas de futbolito.

Pero hace un par de años volví a jugar vóleibol con regularidad gracias a mi amiga Juana Rosa que me integró a un grupo de hombres y mujeres que nos juntamos una vez a la semana, arrendamos una cancha, armamos dos equipos y simplemente jugamos (el sueño de cuando entrenaba: sólo poder jugar), y se siente tal cual a como lo sentía cuando era chica: la felicidad de haber encontrado tu deporte favorito y poder revivir, en parte, una práctica que fue tan importante en tantos años de mi vida.

8 Comments

  1. No soy de deportes… pero cuando fui a Brasil vi una variacion del Volley… que era igual solo que la pelota se podia tocar solo con las piernas…
    O MAI GAD,,,

    esos jugadores estaban hechos con photoshop!!!, alguien me explicaba que por tener que pegarle asi a la pelota trabajaban otros musculos que los dejaban asi de washones, y en Copacabana hay muchas canchas donde juegan a esto y ooooo… personas miraban con asombro a estos minos…

    • Genética aparte, en copa e ipa todos practican, no solo una disciplina o actividad física, sino varias a la vez. ¿Te fijaste en las estaciones de trabajo muscular que hay cada 100 – 200 mts a un costado de la playa? Una barra para colgarse y hacer dominadas y ejercicios similares, unas barras paralelas y tablas para abdominales. El carioca en general es multideportivo: de ahi esa estética apolínea, fuerte y la funconalidad casi acrobática que tienen. Además, hasta los jugos llevan proteína extra.
      Ah, y ojo que eso no significa que discriminen a quienes tienen cuerpos menos trabajados o estéticos. Son totalmente abiertos y tolerantes con las diferencias. Allá eres lo que quieres ser y eso está muy bien.

  2. Tampoco soy de hacer deportes, me da paja seguir rutinas y odio correr, PERO, hay un placer que me provoca el fútbol que ningún otro deporte puede provocarme. Quizás es pq partí viéndolo y me apasiona tanto que jugarlo fue el siguiente paso natural o tb quizás pq mi “rebeldía” de cabra chica me hizo odiar esas rutinas de gimnasia rítmica que mi profe de Educación Física me obliga a hacer solo por ser mujer. Gracias al fútbol aprendí a caerme y a pararme sin llorar, tengo las piernas, las pantorrillas y el poto duritos y a desahogarme. Lo tengo botadito ultimamente por culpa de la tesis, pero cada vez que veo partidos en la tele, las patitas se me mueven solas <3

  3. siempre he hecho mucho deporte , desde mi infancia que he recorrido distintos colegios y tipos de deportes … es lo mejor. ahora practico rugby en mi universidad y, a pesar de que soy flacuchenta no tuve drama en entrar Y ME ENCANTA!! ahora puedo decir también que encontré mi deporte favorito <3

  4. Admito que para el volley soy un asco, ni siquiera me movía cuando tenia que jugar en el liceo, aunque para sacar era seca pero mi deporte favorito es el basquetball, lo practique cuando chica y no se que se me paso por la mente al dejarlo, ahora lo unico que quiero jugar pero no encuentro donde :(

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