El talento y el glamour de Marina Diamandis (@marinadiamandis) volvió a dejar huellas en el público chileno luego de seis años de su última visita. Pese a que esta vez regresó sin la totalidad de su seudónimo, la cantante sigue encantando por completo con su estilo electropop y su teatralidad tan característica, demostrando su gran crecimiento como artista.
Aunque ha sido conocida desde sus inicios en la industria de la música como Marina And The Diamonds, hoy simplemente se hace llamar Marina. A sus 36 años, la cantante galesa se ha convertido en todo un icono musical, sumando más de diez años de experiencia en el rubro y múltiples éxitos y galardones bajo el brazo. Diamandis ha logrado destacar ante todo por su especial estilo, tanto musicalmente como en apariencia, ámbitos donde ha sabido mantenerse fiel a sí misma, pero también modernizarse y conseguir ser “fresca” siempre.
La prueba de esto fue su presentación en Lollapalooza Chile 2022, el pasado 19 de marzo, donde la artista se mostró poderosa, carismática y brillante mientras lucía un enterito transparente que repetía en forma de patrón la palabra “whatever”. Desde el principio, Marina se adueñó del escenario, manteniendo la misma energía durante todo su show, haciendo que el público también estuviera expectante hasta el final.
https://www.youtube.com/watch?v=xI3zdLP-pew
El gran encanto de su presentación fue sin duda su voz tan expresiva, elegante y cautivadora. La galesa es especialista en jugar con los tonos, haciendo perfectos agudos y graves que alternan continuamente. Un recurso que se encuentra muy presente en sus canciones, por lo que disfrutar de su interpretación en vivo es realmente un deleite. Aunque Marina tiene una gran presencia escénica, que hace que no la dejes de ver, el trabajo pesado dentro del concierto es de su voz teatral y su impecable registro vocal.
También debo destacar de su espectáculo el carácter visual de este. Su puesta en escena se apoyó mayormente en videos temáticos y luces estroboscópicas que combinaban mutuamente, dejando las coreografías -que no eran tan fuertes por cierto- en un segundo plano.
Claramente, el moderno estilo ochentero de Marina dejó a todos flechados, recordando la razón por la que desde el inicio de su carrera ha encantado a tod@s con su música.