Mala Madre y la provocación de Camila Moreno

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por Mariana y punto

Este sábado 25 de junio se celebrará el aniversario del premiado disco Mala Madre de Camila Moreno con un concierto en el Teatro la Cúpula, para el que quedan las últimas entradas disponibles; yo compré la mía hace varias semanas, porque me han comentado mucho lo teatral de su puesta en escena, las canciones e imágenes de Mala Madre son lo que más me ha gustado de su música, y porque probablemente pase un rato antes de poder volver verla en vivo.

Previo al aniversario y a su receso, conversamos un ratito con Camila sobre las motivaciones artísticas de Mala madre, su conexión con la energía femenina y sobre cómo ahora más que nunca ha tomado el control de su trabajo, desde lo musical hasta lo estético.

Has dicho que tu trabajo no busca complacer a los demás. ¿Qué significan para ti reconocimientos como los premios Pulsar?
No tiene ese motor, yo creo que cualquier trabajo que tiene como motor agradar es un trabajo que me parece un poco aborrecible; en el caso de Mala Madre eso termina siendo un efecto colateral. Igual siempre hay una intención de comunicar, pero no de agradar… yo creo que en mi caso era de provocar, de molestar un poco.
Los premios Pulsar claro fueron una sorpresa en el sentido de “oh, realmente están escuchando lo que hice”, porque yo escucho muy pocas cosas.

¿Pocas cosas de tus pares chilenos o en general?
Ponte tú regalarme un disco a mí es lo peor que puedes hacer, mejor es mandarme un link. Yo dejé ya de usar el disco, lo encuentro más como un objeto que como algo que yo utilice realmente; me gustan los discos para mirar el arte, pero de hecho el disco no tengo dónde ponerlo… yo escucho música en internet. Pero igual estoy atenta a lo que hace la gente, sobre todo en los videoclips, siempre que sale un videoclip de alguien lo veo, me parece súper interesante y siento que los videos son un buen retrato de lo que está haciendo la gente.

¿Siempre te han llamado más la atención los videoclips?
Sí, yo creo que siempre ha sido así, pero realmente en Panal empezó a existir una verdadera preocupación de mi parte por yo tener un control estético fuerte sobre los videos que estaba haciendo.

¿Por qué en ese momento?
Porque antes yo creo que estaba haciendo las cosas como jugando… toda la época de Almismotiempo había mucha inocencia y mucha visceralidad en lo que yo hacía, mucha juventud, y por eso mucho arrojo también, no tenía mucho análisis técnico ni estético de lo que estaba haciendo hasta después de que las cosas se hacían. Yo creo que tiene que ver con madurar nomás, con tener más herramientas, con estar trabajando en esto, como con una evolución natural de las cosas; si me hubiera quedado pegada en Almismotiempo habría sido terrible, o si me hubiera quedado pegada en Panal también, yo creo que siempre hay cambios.

Al trabajar en Mala Madre, al momento de crear la música ¿ya pensabas en lo estético, las imágenes o los videos?

No, no tenía tan claro cómo iba a retratrar la agresividad que yo quería que hubiera en el disco. Cuando estaba haciendo las canciones y cuando estaba buscando el título del disco estaba buscando un título que provocara, mucho más que antes, o que nunca antes, porque Panal era como bucólico y bonito y simplemente alegórico porque te podíai imaginar cualquier cosa al final, pero Mala Madre tenia una clara intención de que el título te incomodara, o que te cuestionara algo, y en ese sentido necesitaba que la estética también fuera o aludiera a una cierta oscuridad que fue el motor que creó Mala madre; finalmente por eso terminamos eligiendo esa portada, que parece un ser como medio andrógino saliendo del agua, que uno no sabe mucho si es un vampiro o qué… realmente fue algo que no me lo imaginaba, que se fue tejiendo cuando estábamos grabando. En la sesión de fotos todos teníamos claro los conceptos y la emocionalidad de lo que se quería transmitir, entonces en ese sentido fue fluido porque todos entendíamos de lo que estábamos hablando; pero el resultado literal de lo que eso iba a ser fue una improvisación, todas las fotos fueron ensayo y error, ensayo y error… bueno por eso sacamos hartas postales y el disco está lleno de fotos que fueron de la misma sesión.

¿Co-dirigir el video de No parar de cerrar, no parar de abrir fue por una inquietud de tener control?
Cada vez yo soy más controladora con lo que hago, simplemente por mucho que yo pueda pedirle a alguien que dirija algo termino haciéndolo a la par con esa persona, y claro con mi viejo yo le dije tengo todas estas ideas y no voy a soltar estas ideas, y más que soltarlas las acomplamos, sobre todo el lugar arquitectónico, porque él me plantea ¿te tinca que lo hagamos en el cementerio? y yo bacán no se me había ocurrido. Finalmente las ideas se van expandiendo. Yo había trabajado con él antes y tenemos una moral súper parecida, visiones parecidas para trabajar, yo creo que tengo el arrojo de mi edad y él el conocimiento técnico de la suya y de su oficio, entonces es super fácil y yo lo pasé muy bien dirigiendo con él.

¿Tener el control de todo tiene que ver con la madurez o con alguna otra motivación?

Tiene que ver también con que ahora creo que soy capaz de hacerlo, creo que antes quizás tenía más la inseguridad de decir soy capaz o no, necesito más o menos ayuda; y por lo menos en la producción del disco fue Jaime que me empujó mucho a que lo hiciera yo, y ya desde Panal me venía diciendo tú tenís que producir tus discos, tú lo tenís claro, tenís claro lo que querís hacer y lo que estai haciendo es sumamente artístico entonces, si te vai a rodear de productores, que exacerben tu idea más que te contradigan; y eso fue lo que hice en Mala madre, trabajé con pura gente con la que había discusiones y todo pero igual remábamos para el mismo lado, cachai, sobre todo a nivel estético y de discurso también.

Temas como la fuerza femenina de la que hablas en el disco y en tu programa de radio ¿siempre te han perturbado o aparecen en algún momento de tu vida?

Yo creo que siempre he reflexionado sobre cosas existenciales, desde chica, y cada vez esa reflexión existencial va tomando profundidad, esa es mi sensación por lo menos. El rollo de lo femenino o de la energía femenina también me viene porque yo estuve como 8 años participando de círculos de mujeres mapuches, entendiendo otros preceptos de vida, sobre todo porque empecé a estudiar mucha cosmovisión mapuche, y entender la sofisticación del pensamiento indígena fue algo súper impactante pa mí porque lo viví de chica como a los 20 años y entendí que era un sistema sumamente complejo de significación de la realidad y esa significación de la realidad por mucho tiempo fue una verdad absoluta en mi vida, me refiero como a la relación con la naturaleza, los puntos cardinales, los animales, la relación de lo masculino con lo femenino, todo un conocimiento que se podría llamar un conocimiento espiritual pa mí es un conocimiento super práctico en realidad, yo me lo viví así, y eso claro después me llevó a reflexionar sobre el tema de las narraciones, ya desapegándome de todo este aprendizaje, dándome cuenta que nosotros los humanos occidentales vivimos en una narración constante que es como bien estática y el problema de la narración es que niega otras narraciones, porque no tienen por que ser excluyentes. Nosotros podríamos tener una visión más holística, pero estamos super atados al deber ser.

¿Como por ejemplo?
Si ahora yo me paro en esta mesa y me pongo a bailar tu vai a encontrar que estoy loca… son cosas que siempre me he cuestionado, sobre todo el deber ser y los límites con la locura, y en ese sentido toda la investigación del Mala Madre fue a dar a la Inquisición y a Malerum Maleficarum, por qué una religión se obsesiona a tal modo con eliminar a las de al lado… Ahí fue toda una reflexión que me venía de lo femenino, de por qué por ejemplo la princesa de Disney versus la bruja, por qué la heroína tenía estas características y la villana estas otras, cómo habíamos llegado hasta ahí, porque cuando yo me metí al mundo de la música la primera hueá fue sácate cejas -> ponte tetas -> tíñete rubia, porque está este estereotipo, y todas las mujeres lo sufrimos todo el rato; hay cánones sociales que son bellos y otros que son feos, comportamientos que son adecuados y otros que son inadecuados, y toda nuestra configuración personal como seres humanos nos vemos sujetos a tener que vivir así y eso lo encuentro terrible.

¿Qué opinas de Beyoncé?

Está toda esta desprejuiciacion contra el pop que me parece bastante graciosa y entretenida igual, pero yo escucho Beyonce y no me pasa nada.

Foto: ZeroZen

2 Comments

  1. Que buenas preguntas y que buenas respuestas! Yo a Camila y su música la conocí hace poco. Dos años atrás y me encantó, la fuerza y la entrega total en cada canción.

    La vi en vivo en Conce y fue maravilloso, una gran artista. No sabía muchas de las cosas q le preguntaron ahora. Bacán.

  2. DUDO que a Camila no le pasa nada después de ver el video de una hora (!!!) de el nuevo album Lemonade de Beyonce,
    Es una belleza tanto en lo estético como en lo musical. espero que lo veas Camila, después conversamos.

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