Lollapalooza Chile: Mi primera vez con The Strokes

Lollapalooza Chile: Mi primera vez con The Strokes
por Joce Acuña (@joce_a) #LollaZancada

Gracias. Gracias por volver, The Strokes. La primera vez que visitaron Chile, fue por allá en 2005 y en ese entonces vivía algo (demasiado) lejos de Santiago: Un pasaje desde Calama no era llegar y comprar, En fin, desde ese entonces que esperaba que los amigos de New York City pagaran su “deuda histórica”… Conmigo.

El asunto es que la banda mezcla varios sentimientos como a música que escuchaba en la adolescencia y mi segundo amor: Julian Casablancas –es que el primero en ese entonces era Tom DeLonge–. Por lo mismo, sentía esa necesidad de volver a mi juventud y estar ahí, adelante para luchar por ese amor quinceañero que aún quedaba en mi corazón y que más encima había renacido horas antes en Lollapalooza con Jimmy Eat World en el mismo escenario.

Como le leí a una amiga en Facebook (hola, Javi): “Julian es como el weón que era el más cool y mino del colegio, y que lo encontrai 10 años después…” Y claro, que tiene un par de postres demás y mucha pega encima, pero sigue siendo el más rico del mundo y te lo quieres agarrar igual, ¡obvio! Pero ahí también podemos salir jugando con Albert o con Nikolai (quien por cierto… ¡Amigo, los años han pasado muy bien por ahí!).

Más allá de lo dopada de amor que estaba, y que gracias a eso logré llegar a la reja, ahí, adelante, luchando con todo como si tuviera 15, también hay que hablar del show que comenzó con “The Modern Age” y la pifia más grande que he visto en los últimos shows: El micrófono apagado de Casablancas quien nunca notó el error al ritmo de la batería y sólo una de las guitarras encendidas. Aún así, a punto de comenzar el segundo tema, los muchachos pudieron notar que la gente trataba de decirles algo y eso Julian lo agradeció y tiró la talla diciendo “¿están encendidas ahora las guitarras también? jaja”. 

De ahí en adelante, parejito, maravilloso al menos desde donde estaba -algunos comentarios que me llegaron decían que desde el fondo el sonido no era el mejor. Pero bueno, esta nota no la hago desde mis funciones periodísticas, sino que pasionales (cómo no, si hasta le ofrecí salir a comer completo a Casablancas… SÍ, LO GRITÉ, y si lo escuchó, fui yo).

Julian, Albert, Nikolai, Nick, Fabrizio, GRACIAS. Gracias por darme esa inyección de adrenalina que no sentía hace mucho al vivir con gritos y saltos un concierto. Me doy por pagada.

FOTO: Joce Acuña

3 Comments

  1. Cuando vino Julian Casablancas como solista a Lollapalooza el 2014, escuche un comentario que nos hace reir hasta el día de hoy a mi y a mis amigas “vamos a ver a X grupo (no recuerdo cual dijo esa persona) y después al pajero de Julian Casablancas”. En esa ocasión no vi su show solista. A mi también me gustan harto The Strokes, rallé mucho con los tres primeros discos…pero ayer debo decir que lo de “Julian Casablancas es un pajero” se cumplió. Creo que es la parte más débil del grupo. El show de ayer estuvo bueno pero también dejo mucho que desear. Faltó cumplir.

  2. Me paso algo similar que el comentario de Dani arriba, primero vi a Casablancas con su otra banda el 2014, aguante tres temas y me fui por lo mal que sonaban. Anoche fui con otras expectativas pero tampoco cumplieron, en sí los instrumentos sonaban bacanes, pero no sé algo me pasaba que no se complementaban bien ellos con la voz de Julian.

  3. Julian siempre ha sido igual de pajero. Solo que ahora ser así no es tan cool como en el 2005.

    Yo los vi en el 2005 y todavía se me paran los pelos de recordarlo. ahora los vi por streaming porque plata.
    Siento que rejuvenecí 10 años

Comments are closed.