Leyenda del hilo rojo: ¿Creer o no?

La leyenda japonesa dice que las personas que están destinadas a conocerse o a tener una conexión, están unidas por un hilo rojo atado a sus meñiques. Obvio que no creo en este hilo, pero... ¿Les ha pasado que hay gente con la que sienten una conexión tan rara, fuerte y loca que su lado racional se vuelve mono tratando de explicar de dónde viene todo eso?

Leyenda del hilo rojo: ¿Creer o no? 1
por Miranda
No, no vi la película de Benjamín Vicuña y la China Suarez que hizo enloquecer a nuestra amiga Pampita para inspirarme en este post, y tampoco lo haré, no se preocupen.

Como no la vi, sólo asumiré que por el título está inspirada en la leyenda japonesa de que las personas que están destinadas a conocerse o a tener algún lazo afectivo, conexión o como quieran llamarle están unidas por un hilo rojo (invisible supongo) atado a sus meñiques. Obvio que no creo en este hilo, pero… ¿Les ha pasado que hay gente con la que sienten una conexión tan rara, fuerte y loca que su lado racional se vuelve mono tratando de explicar de dónde viene todo eso?

Bueno a mi me pasó, o me pasa todavía. Y créanme que he tratado de cortar ese supuesto hilo hasta con tijeras de pasto y nada. Ahí sigue intacto, por más que lo ignore, existe un ser humano en mi vida con el que tenemos millones de coincidencias, las que provocan el siguiente círculo vicioso: maldita conexión bacán + enrollamientos + alejarse + acercarse. Así hasta el infinito, todas excepto de esas normales como ser pareja realmente..

Y no se trata de algo obsesivo, podría pasarme los días sin acordarme del personaje y sin que mi vida cotidiana se vea afectada, pero ahí está casi para hacerse patente en el momento menos esperado.

Antes pensaba que era yo la que creaba esas situaciones o que casi me inventaba la conexión que teníamos, pero fíjense que “la tontera” (como le digo ya esta situación) es correspondida, podemos dejar de hablar milenios pero aparece en el momento perfecto con esos detalles que nadie más entiende, o justo vuelve cuando es necesario y obvio que con a palabra perfecta. Algo bacán, pero cuando quieres cortarlo es odiable porque hace más difícil olvidarte que ahí afuera en el mundo hay un chiquillo con el que tienes una conexión así.

Pero lamentablemente ahí queda, en nada más. De repente puede que exista sólo para eso, para que nunca se materialice pero… ¿raro o no?

¿Les ha pasado? ¿Lo superaron? ¿Pudieron cortar esa conexión? ¿Estoy loca?

7 Comments

  1. Me ha pasado (ME ESTÁ PASANDO, DE HECHO).
    Es pa la kagá, no sé qué más decir, sólo que te entiendo TANTO por la cresta :’D

  2. No estás loca. Yo lo llamo el terno inconcluso, también me ha pasado… y quedan tantas coincidencias a las que puedes referirte toda la vida, que jamas las repetirás con alguien más.

  3. Me pasa lo mismo!
    Y lo peor es que vivimos lejos, pero cada vez que hablamos es como si el tiempo no pasara… Y así llevamos 9 años.
    Lo más extraño es que ambos coincidimos en que si estuviéramos cerca, estaríamos juntos hace rato.
    También pensé que estaba loca jajaja pero es un lazo, una conexión muy extraña que ni sé cómo explicarlo :(

  4. Me pasa que como que no quiero creer, pero finalmente igual creo en la leyenda.
    Además me recuerda a la película One day (Siempre el mismo día) que siempre me emociona… véanla si aún no la han visto

  5. Eso me pasa, esa persona apareció de la nada y la conexión fue instantánea, risas miradas, chistes, películas, eternos temas de conversación. Entre ambos existe esa química innegable y que todos ven y sienten, pero es casado y cada vez que me alejo de su amistad el destino vuelve a ponerlo frente a mi, ya sea en el trabajo, en el metro, en el mall o donde menos me lo imagine y vuelve a aparecer esa química ilógica y absurda, esa sensación de que tenemos tanto por hacer y que decir, pero que no llega a nada más…

  6. Yo creo que eso se refuerza al ser una relación inconclusa o imposible. Las ciscunstancias nos hace creer en esas supersticiones que son puras weás. Me sentí así una vez con alguien, parecía magia, las coincidencias cuáticas, pensaba que estabamos destinados a estar juntos. Hasta que estuvimos juntos y todo fue como en una relacion normal. Al final todo se fue a la cresta y ahí quedó el hilo rojo.
    Mucho chick flick a uno la pone weona

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