#BibliotecaZancada por Francisca Tapia de Biblioteca Viva
La literatura fue la primera pasión que sintió en la vida. Durante su infancia y adolescencia se dejó cautivar por el mundo que encerraban las letras, las que apreció como fiel compañera, y ya en su juventud decidió encauzar su rumbo sin desligarse de esta pasión: transformándose en profesora de Castellano. A sus 28 años Daniela Obreque, oriunda de Chuquicamata, nos habla de sus obras favoritas y destaca a Ana Frank como uno de los personajes que más la conmovió e impresionó siendo una niña.
Si tuvieras que escoger sólo un libro de tu casa ¿cuál sería?
Bonsai de Alejandro Zambra. Es una novela corta, rápida, pero maravillosa, como todos los libros que he leído de este autor. La elegiría porque podría releerla muchas veces, ya que sus personajes se vuelven familiares y, el final abierto con que se cierra la obra, invita a seguir dentro de la diégesis mucho rato más.
¿Quién fue tu primera ídola literaria?
Ana Frank. Me sentí profundamente conmovida con su historia a mis escasos años, y deseé con fervor poder tener una vida tan apasionante como la de ella, en la que tuviera que esconderme para poder seguir viviendo. Al llegar al final del libro, y enterarme de su muerte, la desazón que sentí fue máxima, pues supe que yo no estaba destinada para tan fatal camino.
Una obra que marcó un cambio en tu percepción de la vida.
Los detectives salvajes de Roberto Bolaño. La he leído en dos oportunidades: como estudiante de literatura y como profesora. En la primera ocasión, me vi trastornada por sus personajes, y por el modo narrativo. Me cambió en cuanto a mis gustos de lectura, mi manera de acercarme a una obra literaria. Durante la segunda lectura, me vi enfrentada al intento de que mis estudiantes vibraran con la obra, la comprendieran en su integridad de objeto literario y, no tan sólo, en la vida mundana y procaz de sus personajes.
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