#BibliotecaZancada por Francisca Tapia de Biblioteca Viva
Se declara soñadora. Para ella la magia existe en las cosas más simples de la vida. “Nunca dejo de imaginar lugares, historias, cosas… me distraigo fácil”, admite Daniela Avello, egresada de Derecho de 28 años. Un cómodo sofá y un día de lluvia en su ciudad natal, Puerto Aysén, es para ella el panorama ideal para acompañar una lectura. Entre sus obras favoritas destaca un relato que le contaban de niña: El árbol que quería viajar, una obra que aún la encanta con su historia e imágenes.
Una obra que siempre te saca una sonrisa.
El borracho y el eco, de Francisco Añon, un poema romance que me recitaba mi abuelo materno cuando pequeña y hasta el día de hoy al recordar no puedo evitar sonreír.
“Noche oscura y tenebrosa
Tan achispado iba Antón
Que cayó de un tropezón
En la senda borrascosa
Lanzó un recio juramento
Diciendo:
¿Quién se cayó?
Y en la pared del convento
Resonó el eco;
-YOOOOOOOO…”
Tu relato infantil preferido.
El árbol que quería viajar. Cuando niña me leían mucho, mis abuelos tenían muchísimos libros de cuentos, pero mi favorito sin duda, es un librito de Sergio Kern, mi madre cuenta que antes de aprender a leer tomaba el libro y hacía como que lo iba leyendo y contaba la historia. El libro es justamente para aquello, para aprender a leer, tiene dibujos en lugar de palabras, aún me encanta y lo conservo, como el título lo indica cuenta la historia de un árbol que quería conocer el mundo, y lo logra, se trasforma y viaja, cumple su sueño, quizás no en la forma que esperaba o se imaginaba, pero eso no es impedimento alguno y es igualmente feliz.
El mejor lugar para leer.
El sofá es mi favorito, no importa cuál ni dónde, siempre es buen compañero para la lectura. Y de todos los sofás que me han acompañado, debo decir que prefiero cualquiera que se encuentre en mi región, me gusta leer con lluvia.
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Leer, teniendo de fondo la lluvia, es lo mejor… y si es poesía chilena como Teillier o Lihn, es tocar un pedacito del cielo