por Mariana y punto
Las fundadoras del FEMCINE son siete mujeres: Andrea Carvajal, Claudia Gutiérrez, Pamela Pequeño, Sandrine Crisostomo, Claudia Pino, Paula Villarroel y Antonella Estévez, la directora que nos cuenta sobre los inicios de este festival de cine de mujeres, que del 28 de marzo al 2 de abril tendrá su séptima versión.
“A casi todas yo las ubicaba por trabajo, nos movemos en el mundo audiovisual desde hace varios años antes de la creación de FEMCINE. Seis de nosotras coincidimos en el Festival Chile Reality en octubre del 2010 y allí fue que a Sandrine -gestora cultural francesa- se le ocurrió que deberíamos armar un festival de género en Chile, tal como existía en muchos otros lugares del mundo. Nos pareció que era buena idea sobre todo porque existía esa necesidad de visibilizar el trabajo de las cineastas que ya existían e inspirar a las jóvenes realizadoras”.
¿Siguen todas en el festival?
Quedamos tres de las originales. Claudia Pino es la directora del Festival de Cine de Lebu, por la demanda que significa hacer un festival fue evidente que no podía seguir con nosotras después de la primera versión. Pamela Pequeño, que acababa de estrenar su segundo largometraje, decidió dedicar toda su energía a hacer cine, cosa que nosotras apoyamos plenamente porque potenciar el trabajo de las directoras es nuestra razón de ser. Paula y Sandrine se fueron a trabajar al Consejo de la Cultura, lo que era incompatible con ser parte del equipo de FEMCINE.
¿Cuál fue la primera función de la primera edición del FEMCINE?
La primera edición de FEMCINE la armamos en cuatro meses y fue una prueba de que con buena gestión y colaboradores es posible hacer cosas interesantes en Chile. Lo hicimos sin financiamiento -al igual que las siguientes dos versiones- pero con la ayuda de personas e instituciones que aportaron con servicios y espacios.
Inauguramos nuestra primera versión con la película “Agora” de Alejandro Amenabar, lo que de alguna manera fue una declaración de principios: estábamos ahí para destacar a las grandes mujeres de la historia, a aquellas que habían sido injustamente olvidadas y que podían proveernos de tanta inspiración; buscábamos relevar el cine con personajes femeninos fuertes y complejos, que fueran mas allá de los estereotipos con los que el cine masivo ha representado a las mujeres y, por último, somos uno de los pocos festivales de cine de mujeres del mundo que muestra películas dirigidas por hombres, esto porque nos interesa celebrar a aquellos realizadores que se están atreviendo a poner en el centro de sus películas a mujeres potentes, aportando al diálogo en torno a la representación de género en el cine.
¿Quiénes fueron l@s primer@s invitad@s internacionales?
Desde el segundo año contamos con invitados internacionales. Como no teníamos recursos se quedaban en nuestras casas y en el caso de Patricia Blasio -productora mexicana- conseguimos que la embajada de México nos ayudara con los pasajes y nuestros amigos Mario Durrieu y Walter Tieppelman -directores del Observatorio de Cine que vinieron desde Argentina a hacer un taller- ellos mismos se pagaron su pasaje.
¿Cuál era el objetivo del festival cuando empezaron y en qué se ha transformado ahora?
Nuestro objetivo no ha cambiado desde nuestro origen. Entendemos el cine como una herramienta de reflexión social. Queremos celebrar y difundir el cine hecho por mujeres porque nos ayuda a generar diálogos y a repensar la manera en que estamos construyendo nuestra sociedad. En un mundo en donde mas del 85% de lo que vemos está dirigido por hombres, hay miles de voces y miradas que nos estamos perdiendo y que podrían ayudarnos a desarrollar una visión más compleja del mundo y la empatía que tanto nos hace falta para la construcción de una sociedad más justa. Por otro lado queremos potenciar a las realizadoras, apoyar a las más jóvenes con difusión y con herramientas que les ayuden a continuar su trabajo -de ahí que desde el principio tenemos una potente área de formación- y sobre todo que conozcan a otras mujeres que hacen cine para poder recibir apoyo e inspiración.
¿Cuál crees que es y ha sido la importancia de la amistad y la colaboración entre mujeres para la realización del FEMCINE?
Creo que FEMCINE es un buen ejemplo de lo que es posible hacer a través de las redes. Todo lo que hemos conseguido ha sido porque somos un equipo de mujeres que lleva tiempo en el audiovisual, que ha desarrollado redes a través de un trabajo que es su mayor respaldo. El equipo de FEMCINE es diverso y da cuenta de la diversidad que hoy hay en nuestra sociedad. Estas distintas voces se escuchan, argumentan y toman las decisiones que definen al festival porque nos une el interés por construir, desde la cultura, una sociedad más justa e integral. Más allá de la directiva de FEMCINE -que hoy la conforman 5 mujeres- nuestro equipo está formado por hombres y mujeres -heteros y gay, casados y solteros, con hijos y no- lo que nos ayuda a estar constantemente conscientes de las distintas realidades en que habitamos, y eso es lo que queremos compartir.
No es fácil hacer gestión cultural en Chile, pero lo que nos sostiene es que no estamos solas tanto al interior del equipo como con nuestros colaboradores nos une un sentido de cariño por el trabajo que hacemos y por las personas con las que lo hacemos. Así que ahí vamos, esforzadas, sonrientes y sobre todos acompañadas.
En www.femcine.cl pueden revisar más detalles sobre FEMCINE 7 en el que, como siempre, no sólo dan películas de mujeres, sino que además todas las funciones son gratuitas.