Las inspiradoras palabras -y amigas- de Jessica Hopper

Jessica Hopper
por Mariana y punto

Cuando iba en la universidad descubrí el placer de ir a seminarios y charlas de temas o con panelistas que me parecieran interesantes o relevantes; íbamos con mis amigas, y tomaba muchas notas que probablemente nunca volvía a revisar, pero que me hacían sentir que estaba absorbiendo todo lo que podía del momento y de la sabiduría de la gente inspiradora a la que íbamos a ver hablar.

Anoche cuando fuimos a la charla de Jessica Hopper en Ruidosa reviví eso mismo. No iba con ninguna intención de tomar notas, pero llegó un momento en el que no podía evitar ir escribiendo lo que me llamaba la atención y lo que me parecía motivante (que era casi todo), sólo como una forma de tratar de retenerlo y que no se me olvidara tan rápido.

Me dieron tanto gusto y motivación las palabras de Jessica Hopper que intenté traducir y anotar en mi libreta, que acá trataré de compartir algo de lo que más me estimuló de lo que dijo esta periodista que ha trabajado en lugares favoritos como Rookie, que en general tiene que ver con distintas formas en las que las opiniones, trabajo y pasión de las mujeres ha sido menospreciada en la música, medios de comunicación y en la vida.

Jessica Hopper

El momento en el que no pude evitar sacar mi libreta y mi lápiz fue cuando la escuché decir que existe la idea -sobre todo en música- de que tienes que saberlo todo de antemano, que no puedes hacer preguntas… que tienes que sentirlo, y achuntarle a la primera, y que esa exigencia probablemente hace que muchas mujeres no se atrevan a empezar algo, ya sea hacer un disco, una tocata, o escribir sobre la música que escuchan y las mueve.

Jessica, en cambio, y como lo dijo más adelante en su charla, es de la opinión de que hay que dialogar con las nuevas generaciones (de feministas). No necesariamente corregirlas, ni decirles que lo hacen mal, que lo hagan de tal forma, porque eso es lo que le decían a las de su generación cuando eran jóvenes. Dijo que quizás hasta tengan que atropellar a su generación en ese proceso.

También habló de que existe otra mala idea: la de que las mujeres competimos con otras mujeres. Que justamente porque en algunos ámbitos somos tan pocas, hay quienes creen que al incluir a otras entonces pierdes tu lugar. Pero no. Ella dice -y yo, que he trabajado prácticamente toda mi vida con casi puras mujeres, obviamente lo comparto- que parece un riesgo, pero que ella al fin entendió que la solidaridad entre nosotras es la herramienta más potente que tenemos.

Mucho de lo que contó Jessica dice que lo aprendió de compartir con poco más de 20 mujeres con las que hicieron un grupo cerrado de Facebook hace un tiempo, en el que se expusieron y se atrevieron a compartir sus listas de objetivos, que tenían cosas como los libros que querían leer en el año, hasta los trabajos supuestamente imposibles que querían conseguir. Que todas las otras mujeres de ese grupo aportaron a las listas de las demás con lo que podían -dándose así la ayuda que, sobre todo las más experimentadas, nunca habían recibido cuando jóvenes-, desde contactos hasta ideas. Jessica, por ejemplo, terminó siendo jefa en Pitchfork y escribió un libro con la recolección de su trabajo (“The First Collection of Criticism by a Living Female Rock Critic”, título que dijo era un poco un chiste, un poco ingenuo y un poco en serio), algo que había querido hacer durante una década, pero que no lo logró hacer sino hasta que este grupo de amigas le hizo sentir la confianza suficiente.

Otras verdades que me encantó escuchar fue que no eres una escritora hasta que alguien te hace llorar con su edición, que hay que elegir muy bien a las personas cuya opinión de tu trabajo te importa (ella dejó de leer comentarios de desconocidos), que las fans son las más expertas en lo que están obsesionadas (que la quinceañera fan dentro de ella es la que le aporta el sentimiento a sus críticas musicales ahora que tiene más de 40), y que desde High School Musical que las mujeres son las mayores consumidoras de música, discos y entradas a conciertos.

La posibilidad del cambio siempre está ahí, dijo, sólo hay que juntarse con otras mujeres, como si fueran una banda.

Si se la perdieron o quieren repasarla, acá pueden ver el video de lo que fue la inspiradora charla de Jessica Hopper, con introducción de canciones de Miss Garrison y conversación posterior con Marisol García.