Sixteen Candles

Las escenas: el autosabotaje de Sam en Sixteen Candles

Lo analizo porque no sólo lo hice mil veces durante la adolescencia, sino que reconocí ese comportamiento de autosabotaje ahora de adulta, cuando una situación amorosa me gusta-pero me asusta, como dice la canción.

Las escenas: el autosabotaje de Sam en Sixteen Candles 1
POR JO
El otro día volví a ver “Sixteen Candles” sólo para darme cuenta que mi amor por Jake Ryan seguía intacto, casi diría que se ha mantenido así desde la primera vez que lo vi.

Al volver a ver esta película ahora siendo adulta –a pesar de que pertenece a la década de los 80’s y mis 16 fueron en los 90’s–, me doy cuenta de que hay cosas que, al igual que el amor a Jake, prevalecen.

Lo noté al ver una vez más la escena en que Sam ya sabe que Jake tiene al menos un mini interés en ella, algo por supuesto impensado para ella que no se lo cree debido a su inseguridad (yo siempre encontré a Molly Ringwald la más linda de los 80’s). Antes de ir a conversar con él, práctica el supuesto diálogo que tendrán (algo que todas hemos hecho, no digan que no). Ella lo hace en voz alta (al menos yo, sólo hago un repaso mental de las “frases claves”). Pero, cuando ya reúne toda la valentía del momento de tenerlo al frente, Jake le sonríe, y ¡¡paff! Ella no hace otra cosa que ponerle cara de odio.

¿¿¡¡Por qué!!!?? por qué lo hace, o, ¿por qué lo hacemos? ¿Será un método de defensa cuando están a punto de resultarte las cosas que te autosaboteas para estar en la zona de comodidad y no lanzarte?

Lo analizo porque no sólo lo hice mil veces durante la adolescencia, sino que reconocí ese comportamiento de autosabotaje ahora de adulta, cuando una situación amorosa me gusta-pero me asusta, como dice la canción.

¿Les ha pasado? ¿Han hecho un gran Sam frente al objeto de su afecto alguna vez, o ahora ya siendo adultas? ¿Es normal? ¿No? ¿Ayuda?

Acá la escena para que entiendan de que les hablo:

https://www.youtube.com/watch?v=fIWCxtJmH3k

One comment

  1. Yo la entiendo todo el rato. Cuando tenía entre 14 y 16 años recuerdo que cuando algún hombre me mostraba interés, aunque me gustara o no, yo era indiferente y pesada. Pero lo era porque pensaba que me estaban palanqueando, que no era genuino su interés, de tanto rechazos recibidos. Yo creo que es eso. ¿Controlarlo? A esa edad es casi imposible, pero ahora a los 34 obvio que el manejo es otro.

Comments are closed.