por Mariana y punto
Una de mis últimas series favoritas ha sido Master of None, y una de las escenas que me hizo amar para siempre a esta serie y a su creador y protagonista Aziz Ansari fue el comienzo del capítulo 7, “Damas y caballeros”, en el que Dev se hace feminista después de darse cuenta de pequeños detalles que sufrimos las mujeres en el día a día.
Ese capítulo empieza con un paralelo entre una noche normal: la de Dev y su amigo Arnold (para quienes lo peor de la vida es pisar caca al cruzar un parque oscuro) y la de una compañera de trabajo de Dev (que tiene que caminar por la mitad de la calle y escapar corriendo de un loco que la persigue).
Andar alerta cuando camino sola de noche y decirnos con las amigas “avísame cuando llegues” al despedirnos es algo cotidiano para mí, pero me he dado cuenta de que no necesariamente lo es para los hombres, y escenas como esa lo describen perfectamente, incluso para alguien que parece incapaz de comprender y empatizar (como aparentemente lo eran antes Aziz y su personaje Dev).
Hace unas semanas vi que se viralizó en redes sociales un cortometraje francés llamado “Au bout de la rue” que trata el mismo tema: cómo es caminar sola de noche y cómo se han normalizado el miedo y experiencias que no tendríamos por qué sentir cada vez que caminamos solas de noche.
Es verdad, yo cuando camino sola, ando suuper alerta. Y cuando llego a casa, aviso que llegué sana y salva.
Yo parezco loca cuando camino sola en la noche porque ando mirando para todos lados y tambien siempre aviso que llegue a la casa