por Paty Leiva
Esta escena es buenísima. El basureado Lester se da el “gusto” de pillar in fraganti a la histérica de su mujer (Annette Bening) con otro tipo. La situación es absolutamente tragicómica, patética e inesperada.
Pillar a alguien poniéndote el gorro debe ser de las cosas más desagradables de la vida, pero, aunque te estén rompiendo el corazón, habrá un extraño placer en sorprender a la pareja con las manos en la masa? Tal vez la sola idea de que no te lo pueden negar sea la que da un mínimo de tranquilidad como para, al menos, matar la terrible ansiedad del que se siente gorreado.
“You don’t get to tell me what to do, ever again”
Esa escena es genial!!