La satisfacción de levantarse temprano

temprano
por lucy

Por razones ajenas a mi voluntad, la semana pasada tuve que despertar a las 6.30 todas las mañanas, lo que implicaba que antes de las 8 am ya estaba duchada, desayunada y sentada trabajando. Como trabajo desde mi casa, ese horario no es lo habitual; lo normal es que después de apagar el despertador mil veces desde las 7.30, a duras penas logro levantarme una hora después.

Cada vez que me despierto y sobre todo cuando tengo que levantarme de la cama es un verdadero suplicio. Sin importar si es temprano o no tanto (es decir incluso el fin de semana, a la hora que sea la que tenga que levantarme) siento como si fuera un parto: yo estaba cobijada en mi camita y de pronto tengo que eyectarme al frío mundo exterior.

Entonces, así tenga que estar de pie a las 9 am o llegar a un almuerzo de domingo a las 14, el drama es el mismo: pucha que me cuesta despertar y levantarme temprano.

Pero me pasa que, cuando logro obligarme, soy muy feliz estando de pie a las 8 de la mañana; las mañanas son mi momento más productivo, por lo que gano incluso más tiempo que el que aparece en el reloj. Me siento bien conmigo misma, motivada y objetivamente útil.

Eso no quita que me siga costando un mundo despertar y cada mañana, pero he entendido que puedo dejar algunos días para flojear y que otros días necesito imponerme obligaciones que me hagan salir de la cama y sentir esta satisfacción de levantarse temprano.

Foto: Rodrigo Ferrari

4 Comments

  1. Yo también trabajo desde la casa. Y tengo un tema con eso, porque desde chiquitita nos imponen levantarnos de lunes o viernes ultra temprano. Entonces en mí se formó un hábito super fuerte de levantarse temprano, tener horarios, etc.
    Sin embargo ahora que trabajo desde la casa, no es necesario que me levante temprano, aún así lo hago, y si me levanto un poco más tarde o simplemente un día no hago nada de pega. Me viene una inexplicable sensación de culpa. Horrible, no puedo disfrutar de esas pequeñas licencias que significan trabajar desde la casa.

    Y cuando por obligación me debo levantar ultra temprano, o debo trabajar todo un día como mona, me siento tranquila.

    No sé cómo despojarme de esa sensación de culpa, hasta he pensado buscar pega estable para terminar con ella.

  2. yo me levanto a las 6 …. matado…. y el finde no se que me pasa que me estoy despertando a las 8… a pesar que rabeo por abrir los ojos temprano, resulta que aprovecho la mañana… igual es rico…..

  3. Es difícil, pero cuando se hace es súper rico. Sólo una vez pude ir a una clase de Crossfit que se hacía a las 7 am en el Centro, y yo que vivía en San Miguel, fue un tremendo pique, pero lo pude hacer y esa mañana y el resto del día fui feliz, porque sentí que aproveché el día.

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