Por Jocelyn Jara
La última vez que Liam Gallagher vino a Chile el show sólo duró unos cuantos minutos, porque el icónico ex vocalista de Oasis se fue del escenario dejando a todos sus fans bastante molestos y decepcionados.
Por lo mismo, es que anoche la incertidumbre y la ansiedad del reencuentro con el artista se hacía notar entre los muchos fans que llenaban el Movistar Arena.
Ya faltaban 5 minutos y la gente coreaba “olé, olé, olé, olé, Liam, Liam” y gracias al cielo, salió muy puntual junto a su banda, interpretando nada más y nada menos que “Morning Glory” de Oasis.
Como era de esperarse, todos en la audiencia lo aclamaron porque además continuó con la enérgica “Rock n’ Roll Star”, que nos hizo cantar y saltar a todos.
Momentos después y sin espacio para una pausa, siguió cantando a todo pulmón éxitos de Oasis, pasando también por temas de su último disco, canciones de su banda Beady Eye como “Soul Love”, y de toda su trayectoria como solista.
Liam, el chico rebelde y arrogante del britpop se reivindicó totalmente y no sólo por su excelente desplante escénico y voz, sino también por su interacción con el público que lo volvía bastante cercano y con lo que sacó hasta risas entre los incondicionales fanáticos que necesitaban que el británico saldara su deuda de su fallido show en Lollapalooza 2018. Y lo hizo con creces.
Interpretó himnos como “Supersonic”, que hay que decirlo, es la canción más taquillera del britpop, y “Wonderwall”, que generó una suerte de comunidad con la gente abrazada y también prendiendo las linternas de sus celulares, mientras cantaban de memoria la canción indiscutiblemente más famosa de Oasis. Y luego “Cigarrettes and Alcohol”, la cual hizo que varios prendieron cigarrillos entre la multitud.
La banda se retiró del escenario generando expectación por un posible bis, lo que finalmente ocurrió cuando salieron nuevamente a escena.
Lo que nos hizo tambalear eso sí, fue que al comienzo de “Live Forever” la banda falló entrando mal al tema, lo que por poco provoca el enfado del cantante. Por suerte Liam pidió a sus músicos que iniciaran de nuevo, tocando así el entrañable clásico a la perfección.
Fue un susto algo anecdótico que nos hizo temer lo peor, pero que resultó bastante divertido, dejando en claro que el hermano menor de los polémicos Gallagher iba a brindar un show de calidad de principio a fin.
El cierre magistral se dio con “Champagne Supernova” que nos hizo cantar a todos y que hizo rememorar todos esos años de adolescencia o niñez para otros, que crecimos escuchando a Oasis y que quedamos con las ganas de verlos juntos en el pasado.
Es de agradecer que Liam Gallagher siga llevando a sus presentaciones estos incontables hits de su era Oasis, y que también continúe creando música increíble que sigue llegando a nosotras los adictas al rock de los 90.
Fotos: @el.eme
