La lección de Lykke Li

Lykke Li

por Diego Sepúlveda (@czdr)

Lo que me ha entusiasmado más del nuevo disco de Lykke Li, I Never Learn, no son tanto las canciones (aún cuando son las mejores que podríamos haber escuchado de ella hasta el momento), sino la historia detrás del disco.

Lykke Li podría haber hecho lo que hubiese querido, pero meses atrás se encontraba en Los Angeles alojando en la casa de un amigo porque poco antes del término de la gira de su anterior disco Wounded Rhymes, su pololo la había pateado. En ese tiempo dormía gran parte del día y, como muchos, lloraba por las noches. Ahora, uno podría decir muchas cosas al respecto; hablar de lo malcriados que pueden llegar a ser los artistas de esa envergadura, de la egolatría, los lujos, o hasta de cómo se merecen este tipo de cosas, pero prefiero hablar de la niña de 20 y tantos años que a pesar de poder estar donde quisiera, está pasando sus penas comiendo cereal de la caja y encerrada en la casa de un amigo.

Es a partir de ahí que I never learn se convierte en una joya, sacada de la misma mierda por la que todos hemos pasado alguna vez. Es cierto, puede hacernos sentir medio inútiles: a nosotros nos rompen el corazón y estamos haciendo scroll infinito en Tumblr mientras ella hace un disco la zorra, pero supongamos que los artistas existen para eso, como cuando nos identificamos con el personaje de un libro. No pretendo hacer una apología de los artistas, pero el que alguien abiertamente reconozca que su inspiración viene de la pérdida y del conflicto silencioso que generan las decisiones diarias, hacen que uno escuche estas canciones con una mirada distinta, más receptiva.

Acá no hay trucos ni pre-orders en iTunes, videos exclusivos, virales en Youtube, tampoco una desesperación por generar expectativas, lo que ha hecho Lykke Li ha sido, intencionalmente o no, humanizar la relación con su audiencia volviendo a lo más básico, compartiendo su dolor y transformándolo a la larga en algo atesorable, digno de un espacio merecido entre las canciones de Karen Carpenter.

Pueden escuchar I Never Learn en streaming a través de NPR.org

*zancudo invitado

3 Comments

  1. Love me like i’m not made of stone es desde el video al último acorde perfecta

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