la vida

La delgada (amplia) línea entre la percepción de la vida y la muerte

¿Qué pasa si ya no te queda tiempo?, que distinta debe verse la vida frente a tus ojos cuando todo lo que hoy consume tu tiempo ya no vale nada, trabajar para qué? si no vas a vivir para disfrutar los pequeños placeres que te otorga tener un ingreso cada mes, entrar en conflicto con alguien ¿vale la pena gastar el poco tiempo que te queda en discutir? Tal parece que no.

La delgada (amplia) línea entre la percepción de la vida y la muerte 1
POR LUNARES
Hace aproximadamente un mes leí sobre congelar óvulos, lo cual teniendo 30 años y sin un prospecto de familia a la vista, parece una buena opción, por esos días además acudí a mi revisión técnica anual con mi ginecólogo, al cual le hice todas las consultas referentes al tema. Con muchos dilemas éticos me fui a mi casa a cerrar un día normal.

Lamentablemente la misma semana me entere que una muy buena amiga (de mi edad) tenía cáncer, lo cual reavivó mis dilemas éticos y me hizo pensar muchas cosas, cosas que solo se piensan cuando ves en ambos lados de la vereda en un corto espacio de tiempo.

El dilema de congelar óvulos, donar esperma y crear un embrión me hizo pensar que en algún grado la ciencia nos está entregando las herramientas para jugar a ser Dios o, para los no creyentes, más poderosos que la naturaleza.

Vivimos pensando que tenemos toda la vida por delante, “el otro año hago esto”, “en cinco años más esto otro” y no nos damos cuenta de que el cliché que dice que la vida es ahora, no el otro año, es verdadero.

¿Qué pasa si ya no te queda tiempo?, que distinta debe verse la vida frente a tus ojos cuando todo lo que hoy consume tu tiempo ya no vale nada, trabajar para qué? si no vas a vivir para disfrutar los pequeños placeres que te otorga tener un ingreso cada mes, entrar en conflicto con alguien ¿vale la pena gastar el poco tiempo que te queda en discutir? Tal parece que no.

Y la ineludible pregunta que todos nos hacemos en silencio: ¿y si me pasara a mi? ¿Qué haría?, creo que trataría de disfrutar la poca vida que me queda a mi manera, sin buscar la aprobación o agradar a nadie, aprovechar al máximo mis afectos y quizás desarrollar en profundidad la idea que siempre ha rondado mi cabeza que me hace pensar que le damos unas connotación negativa a la muerte, al desapego, al nunca más.

La muerte es la única certeza que tenemos al nacer, todo lo demás es azaroso. Puedes ser una exitosa persona como puedes regocijarte felizmente en el conformismo, tener una vida muy sacrificada y salir orgullosamente adelante de eso, todo puede ser modificable si lo queremos, todo se puede acabar sin que podamos hacer nada.

O puede que siempre tengas una vida controlada y muy feliz. No lo sabemos. Lo único que sabemos desde el momento de nacer es que vamos a morir, por eso, aprovechar la vida parece no ser un plan descabellado, admirar las cosas simples, hacer más lo que queremos y menos lo que debemos y quizás así al llegar al ocaso de nuestras vidas estaremos satisfechos.

**Si quieres escribir en Zancada, manda tu colaboración voluntaria con título y nombre con el que quieres firmar a [email protected] en un mail titulado TEXTO. Puedes contarnos lo que te está pasando en la vida, lo que se te ocurrió ayer mientras volvías a tu casa o compartir un dato bacán, como si se lo estuvieras contando a una amiga. Como siempre, si va con nuestra línea editorial felices lo publicaremos.

Foto: Masaaki Komori