La decisión de hacer cosas prácticas de día y cosas creativas de noche

urgente
por @patyleiva

“Lo urgente no deja espacio para lo importante”, me decía un profesor de tipografía. Encuentro que tiene toda la razón.

Y es que el carácter de “urgente” es traicionero, porque si no se hace puede quedar la cagada (o no), pero resulta que te quita el tiempo de asuntos quizás más trascendentales pero que por lo mismo suelen necesitar de un ritmo más pausado, de concentración, de gozo o de paciencia, todas las cosas que lo “impostergable” atropella a su paso.

Peo no podemos permitir que su tiranía nos anule la parte creativa y nos convirtamos en burócratas de nosotros mismos. Lo digo con la plena consciencia de que no es para nada fácil lograrlo en el mundo real siendo un adulto cualquiera, con la misma cantidad de ideas y sueños como obligaciones y responsabilidades por cumplir, y reconociendo que muchas veces he dicho “no tengo tiempo” a cosas que me gustan y me hacen bien, pero si no partimos identificando el problema, no podremos enfrentarlo y menos solucionarlo.

Hay cosas que no puedo dejar de hacer y eso es un hecho que asumo porque la vida es un círculo (hola Lorelai) y si no haces lo fome no tendrás posibilidad de hacer lo divertido (que no me refiero a trabajar para ganar plata, estudiar para lograr dedicarte a lo que te gusta o caminar para llegar… hablo de las cosas REALMENTE lateras de la vida, esas que no te gustan o no te salen tan bien, que si no fuera necesario, no las harías). Entonces, lo que me ha dado resultado a mí, es “obligarme” de cierta manera a tener esos momentos que parecen no-tan-productvos en el corto plazo, pero que a largo plazo darán esos frutos que sirven para el alma, para la claridad mental y, derechamente, a la felicidad.

Algo así como hacer una cita con tu parte creativa, aunque el correr de la vida te diga que no puedes “perder el tiempo”, hazlo aunque sea en pequeñas dosis, y encuéntrate con ese tiempo para hacer lo que te gusta, para tu lado creativo, para tu lado hedonista, se lo debes a tu espíritu. Hasta lo urgente saldrá beneficiado porque tú estarás más fresca, despejada y con mejor disposición. Invierte aunque sea un poquito de tu preciado tiempo premeditado, y, si puedes, obedece a lo que llaman “periodo sensible”, que es la disposición de tu mente para estar más receptiva a aprender, crear, etc.

Parece que es en la noche, post atardecer, cuando mi cabeza está dispuesta a dejarse llevar, y crear. “Cosas prácticas de día, cosas creativas de noche” será mi nuevo mantra.

Foto: Mauro Mora en unsplash.com