Texto y fotos por Eleonora
Gepe la hizo y lo sabe. Baila una bachata sexy arriba del escenario, hace cantar a la gente en los coros, mira a un Caupolicán repleto que vino a verlo sólo a él. Y lo sabe. En el público habemos mujeres que le gritan mijito rico, hombres que cantan sobre desayunitos, niños, abuelas, todo tipo de parejas que se abrazan y se besan. Hipsters, hippies, hasta uno que otro hiphopero.
La transición está completa. Gepe le gusta a todos los Chiles.
No deja de ser un poco incómodo, eso sí. Un poquito. Mini incómodo. Para los que lo conocen desde siempre y no se identifican tanto con lo nuevo. Y también para los que lo conocen hace poco, y no se identifican con lo viejo. Especialmente en un concierto como éste, a la carta.
Porque en el concierto del sábado pasado en el Caupolicán, fueron los fans quienes votaron las canciones que se escucharon. ¿Cuáles fueron las más votadas? Las del último disco. Las de la radio. “TKM”, “Invierno”. Pero también estuvieron “Los barcos”, “La enfermedad de los ojos” y “Victoria Roma”, de su primera época. Y ahí uno miraba e identificaba: los que gozaban con los hits y se confundían con las canciones de antes. Y también a los que lloraban de emoción con la belleza simple de lo antiguo, pero igual bailaban y gozaban con la challa de lo nuevo.
Porque me imagino que el fan hardcore de antes, ese que no acepta que el artista cambie, se quedó en la casa. Y está súper bien. Porque el sábado fue una celebración. ¿De Gepe celebrándose a sí mismo? Puede ser. Pero filo. Se lo merece. Porque la hizo, y lo sabe.
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Un concierto para el gusto de todo y claramente Gepe hoy sabe lo que vale buenisimo!