Por Jocelyn Jara Osorio, @jocelynjara26
La noche de ayer domingo 28 de agosto fue muy especial porque recibíamos una vez más a la seca de Julieta Venegas, y esta vez en un hermoso lugar, como lo es el Teatro Municipal de Santiago.
Los muchos asistentes que la esperaban ayer en el recinto de calle Agustinas estaban muy ansiosos para que la cantante apareciera finalmente en escena, hasta que Julieta llegó al escenario bien puntual sentada en su piano para deleitarnos con su música y su característica voz.
Con una modesta puesta en escena y en la compañía de solo dos músicos, un baterista y un contrabajista, Julieta desplegó todo su talento musical.
Interactuó largo con el público, se rió, disfrutó y habló sobre sus nuevas canciones que presentó anoche y también explicó la inspiración detrás de varias de ellas, y también de algunos de sus clásicos.
Además mencionó a Alex Adwandter por ser su nuevo productor musical en su sencillo “Mismo amor”.
Entre otras cosas, habló de canciones sobre despecho, sobre amor, incluso una canción con tintes feministas que contaba del miedo que una siente al salir sola de noche a la calle.
Se trata de “Caminar sola” que contó que se inspiró cuando salió de carrete con sus amiga una noche y sintió ese miedo de andar sola por las calles.
También contó acerca del tema “En tu orilla” que escribió inspirada en un poema del poeta chileno Raúl Zurita, desatando la ovación del público que escuchaba atento todo lo que ella tenía que contar, para luego interpretarlo.
Todo el público coreó no sólo sus clásicos como “Andar conmigo”, “Me voy”, “Limón y sal”, sino que también sus temas nuevos donde pudo demostrar su versatilidad instrumental y su voz inconfundible que le ha dado un sello especial durante toda su carrera.
Julieta Venegas es una chica sencilla y simpática que ayer demostró todo su cariño hacia su público chileno, diciendo incluso entre medio de las canciones “mi Chile querido”.
Lo de anoche fue otra oportunidad para disfrutar de sus canciones que fueron hits durante los inicios del 2000, pero que siguen calando bien hondo en el corazón de todos nosotros, y sí, la queremos con limón y sal, la queremos tal y como está, y no hace falta cambiarle nada.
