Por Marcela @Infante
Harry Edward Styles, anoche debutó como cabeza de cartel en el mega festival Coachella. El mismo niño que se presentó a un show de talentos a los 16 años y que jamás volvió a la casa materna porque luego de ser aprobado por parte del jurado fue seleccionado para One Direction, una de las boy bands más exitosas de los últimos años.
Fue transmitido por el canal oficial del festival en Youtube a las 3 de la mañana de Chile y comenzó con una larga introducción en video que incluía a muchos animales teniendo sexo y flores abriéndose. Detalles, detalles. Lo importante es que ahí estaba Harry, en la punta de una escalera enorme (bien como la del video “Around the world” de Daft Punk), enfundado en un chaquetón negro y peludo para cantar “As it was” por primera vez en directo, el single de adelanto de su tercer disco de estudio.
“Come on Harry, we wanna say good night to you”, la voz de su ahijada daba comienzo a un show perfecto. Impecable, consistente con toda la campaña de marketing de “Harry’s house”, con la misma banda que lo acompañó en la gira por Estados Unidos, un traje de dos piezas en lentejuelas multicolores, el debut de un par de canciones nuevas “Late night talking”, muy Stevie Wonder + Jamiroquai, porque parece que lo que viene de Harry es esencialmente bailable.
Y “Boyfriend” que fue cantada por Harry acompañado de sus músicos en impecables enteritos azules y presentada con la frase “¿quién acá ha tenido un mal pololo?, ¿quién no ha tenido pololo? Para todos los pololos, en cualquier lado, fuck you”.
Es muy difícil elegir un momento para destacar en cualquier entrega de Harry, porque además de ser excelente frontman, poseedor de un carisma exquisito, él siempre sabe perfectamente lo que está haciendo: posa para las fotos del público que está en primera fila, le lanzan lentes que usa siempre en la misma canción, baila por la pasarela, se une a su percusionista para saltar frenéticamente en “Kiwi”, lanza agua en otra, flamea las banderas del movimiento LGTBQ+, trans y bi por igual algo que anoche tomó especial valor considerando que el dueño de Coachella es conocido por ser homofóbico y anti aborto libre y así, sus shows son siempre una secuencia cronometrada de momentos que él sabe que estarán en redes sociales y se harán virales.
Sin embargo, ayer cerca del final de su setlist, sonaron los primeros acordes de una canción emblemática de los noventas. Era “Man! I feel like a woman” y ahí estaba ella, Shania Twain en un vestido que combinaba con el traje de Harry para interpretar juntos esa canción y “You’re still the one”. “Esta mujer me enseñó a cantar”, dijo Harry y recordó a su mamá porque era la música que escuchaban en su auto.
Como siempre, Harry no decepciona. Cada show. Cada movimiento que hace sobre su carrera seguirán alimentando el enorme fandom que analiza cada detalle y crea teorías en torno al británico que ya se quisiera cualquier investigador. Su estándar es evidentemente él mismo y ya queremos verlo el próximo fin de semana en su segunda fecha para Coachella.