por Jo M.
Si hay algo que detesto de mí es lo miedosa que soy. Me dan susto muchas cosas, y muchas veces soy incapaz de controlar ese temor. Y creo que uno de mis temores recurrentes tiene que ver con hablar con desconocidos.
Supongo que todo viene de esa frase que me decían de chiquitita: “no hables con desconocidos”. Cuando era niña hacía caso estrictamente, pero ya de grande trato de usar mi criterio, porque en realidad es muy reconfortante cuando es uno el que tiene que hablarle a desconocidos en la calle (para preguntar una dirección, pedir ayuda, comentar una situación que están viviendo…) y te responden de buena forma.
Es por todo eso que, cuando algún desconocido me habla, mi reacción es la de responder amable pero cortantemente. De esa forma trato de responder de buena manera, pero al mismo tiempo intento comunicar que no soy muy buena para hablar con desconocidos.
Creo que esta forma de reaccionar la aplico en toda situación: si un tipo me pregunta algo en la calle, si una abuelita me comenta algo en el supermercado, o si alguien me trata de abordar en una discoteque.
No me gusta ser desconfiada, pero lamentablemente he tenido experiencias que me impiden evitarlo: amigas asaltadas por gitanas en la calle, hombres persiguiéndote cuadras, viejas estafando al supuestamente pedir ayuda… y así es como pasados los 30 años todavía no sé bien cómo relacionarme con desconocidos que me hablan.
¿Cómo reaccionan ustedes al hablar con desconocidos? ¿Buena onda o desconfiadamente?
Zzzzz….
sorry pero haste ver.
Como reacciono, facil siendo amable, escuchando y tratando de ayudar, si una gitana me trata de asaltar sigo mi camino y listo no tiene poderes sobre mi, si una mujer le atraigo que me hara? sigo mi camino, creo que la unica vez que actuaria con temor no se seria en una fabella a las 4 am caminando solo, en un rincon oscuro y nadie mas en la calle.
He conversado de noche y solo con barrenderos, con abuelitas, con niños, no soy de iniciar conversaciones por el temor a incomodar a alguien, pero si me hablan soy cortez y trato de ser muy amable y respetar a esa persona, la trato como me gustaria que me traten a mi. Y como no me gusta que me traten como ladron, violador, etc, jamas trataria a otro prejuiciosamente asi
No sé por qué pero SIEMPRE me hablan las señoras jaja, en la fila del supermercado, micro, etc, también vivo en un sector con calles súper complicadas así que suelo parar a dar direcciones. No tengo problema con responder las direcciones o conversarles un poco a las señoras, pero desgraciadamente soy desconfiada con los hombres, y sí me incomoda si me meten conversa sin sentido.
A las viejitas, niñ@s o personas en general que se acercan a preguntar algo trato siempre de ser amable y responderle lo más bien posible, pero de manera breve. Lamentablemente he tenido malas experiencias al responder a ciertas personas, una vez me asaltaron y otra el tipo me empezó a acosar con preguntas enfermas de asquerosas y yo estaba embarazada (o sea con hormonas muy alteradas) sólo atiné a gritarle que era un asqueroso y a cruzar la calle rápidamente. Desde entonces que he cambiado con las personas que se acercan a preguntar.
Creo que no se puede hacer una regla general, sino que todo depende del contexto y la intuición. Puedo poner distintos ejemplos:
1. Hay un viejo depravado en mi calle que es medio enfermo mental y una vez cuando tenía como 13 años me acosó y me gritó que tenía las medias tetas. El viejo es cerdo y está loco.
2. Cuando llegué a estudiar a santiago la primera semana de andar en metro me iba a sentar en una silla que estaba mojada y un chico de mi edad me advirtió que no me sentara. Conversamos todo el viaje, le di mi teléfono y terminamos saliendo un tiempo. Fue una bonita experiencia.
3. Muchas veces la gente se me acerca a pedirme direcciones o cosas así y siempre soy amable, porque es lo que me enseñaron y lo que corresponde. Nunca he tenido malas experiecias como asaltos o cosas así.
De mis experiencias no puedo deducir reglas generales (como creo nadie debería hacer); como dije todo depende del contexto y la onda que uno sienta en el momento.