Gustavo Escanlar, Fuguet y el Montevideo que no conocía

todonoessuficiente
por Mariana y punto

Me gusta lo que escribe Alberto Fuguet y me gusta Montevideo, Uruguay. Así que la premisa del libro Todo no es suficiente (La corta, intensa y sobreexpuesta vida de Gustavo Escanlar), en la que Fuguet escribe sobre la vida y obra de un escritor maldito uruguayo era más que interesante para mí.

Lo que rápidamente entendí en el extenso prólogo -excesivo a mi gusto, porque llega casi a la mitad del libro y adelanta demasiado de lo que se lee después en la crónica misma de Fuguet- es que el Uruguay del que iba a leer acá no tenía nada que ver con ese país que amo desde mi juventud y los libros de Benedetti y mis primeros viajes conociendo el “paisito” y sus amables montevideanos.

De hecho Gustavo Escanlar era un público enemigo de Benedetti, y al parecer de muchos uruguayos más que se avergonzaban de haber conocido a un tipo que además de haber escrito una prosa única, era reconocido por hacerse amigo de un asesino y por tomar pichí en la tele.

Pese a eso, no me desencanté ni con Fuguet ni con Escanlar ni con Montevideo. Creo que logré empatizar con la obsesión que Fuguet tenía con Escanlar, y con las diferentes quizás raras obsesiones que Gustavo Escanlar tuvo durante su vida y obra. Y me gustó ver de una forma completamente diferente a un país y en particular una ciudad que siempre me han atraído, que he idealizado, y que ahora más realista y oscuramente sigue gustándome tanto como antes.

Me lo leí enterito en los viajes en micro de una semana, lo que creo le dio una ambientación muy adecuada a esta lectura. Recomiendo más todavía leer primero la crónica de Fuguet (que parte en la segunda mitad del libro) y después si les interesa seguir con el prólogo, como si fuera un extra de un dvd que les gustó.

Todo no es suficiente (La corta, intensa y sobreexpuesta vida de Gustavo Escanlar) es de editorial Alfaguara y es uno de los libros disponibles en Qué Leo a la carta, “una selección de los mejores libros en los mejores cafés de Santiago”.