Por Belén Leyton
Mariana “Nan” de Miguel es Girl Ultra (@girlultra). También es una mexican chory y tocará el domingo 20 de marzo en Lollapalooza Chile. Desde pequeña hubo música en su casa y sus padres la estimularon en eso, pero a como a los 13 empezó a componer: “Nada me hacía sentir tan bien como escribir una canción. Probablemente ni siquiera sabía qué estaba haciendo, pero había como un despertar y una energía que ninguna otra cosa me había dado nunca. Y ahí me quedé, me anclé a esa energía y aquí sigo haciendo música”.
—Acá si haces música te dicen que te vas a morir de hambre. ¿Cómo es visto eso allá?
—Está ese estigma también. Mis papás me dijeron eso precisamente. Pero creo que también hay que ver la música como un business, y no en el mal sentido, sino que saber venderte: dar el mejor producto. Hay que aprender a usar esas herramientas que llegan como la publicidad o lo que da más dinero que las reproducciones de Spotify. Es más bien saber jugar tus cartas y tener paciencia. Al final todo es una reinversión, ¿no? Creo que hasta el cuarto año de mi proyecto recién fue que gané algo de dinero. Y estar siempre en números rojos hasta que te puedes recuperar, necesita mucho amor al arte.
—¿Y ahora tu familia qué dice?
—Pues nada (risitas). Hace mucho tiempo que me salí de mi casa, como a los 21 o 22. Vengo de una familia clase media, nunca me faltó nada, pero quitarles esa responsabilidad a mis padres hizo que se formalizara la idea de hacer música y que se viera como una carrera viable para ellos. Mis papás poco a poco han ido abriendo su panorama y refrescando su mentalidad de boomers.
—Y con la pandemia, ¿cómo ha cambiado tu carrera?
—De muchas maneras. A veces el artista lo que menos tiene es tiempo para hacer música porque está toureando o en todo lo que es el music business. Ahora realmente tuve tiempo para ver adentro de mí, como al principio cuando tenía 18 y tenía una banda, y hacer música. Hubo un año entero, que fue el 2020, de sequía. O sea, yo hice muchas canciones, pero nada me gustaba. Entonces, empecé a hacer mucha investigación de cosas que tenía tiempo queriendo hacer. Y en estas cuatro paredes, quién me iba a juzgar. Hice como unas 40 a 50 canciones en esta temporada y me quedé con diez.
—Y ese va a ser el nuevo disco.
—Sí, saldrá en abril. Es el conjunto de toda esta investigación y que parte de la idea de expandir a Girl Ultra, sacarla de este nicho tan pequeño que es el R&B en español. Si bien es una música muy digerible y cuenta una historia, yo desde más chica tenía muchas otras influencias y lo último que escuchaba era R&B, entonces dije: “¿Por qué no incorporar eso?”.
Empecé a sentir esa madurez de poder sacar algo de esas influencias y me emocionaba mucho la idea de hacer música de todo lo que estaba sucediendo mientras el R&B estaba en su auge en los 2000 o finales de los 90: el underground, el pop, la televisión… estaba la música club y el rock infiltrados en todos lados.
Quería usar ese hilo conductor del R&B en cuanto a melodías y progresiones, pero cambiando totalmente el diseño sonoro. Ensuciando todo, limpiando la voz. Y salieron estos tracks que empezaron un poco amorfos, pero tienen todas estas influencias.
Creo que el ritmo de la Ciudad de México es muy diferente dependiendo de dónde estés parado. Yo soy del sur y me inspiré mucho en eso. Muchas veces los turistas sólo vienen a una parte, pero crecer en el sur es muy diferente. Yo lo veo como un lugar donde no llega la ley de la misma manera.
La voz y la estética
Girl Ultra prefiere una reacción negativa a no tener ninguna. Y cree que con su nueva música tampoco saca tanto de onda a sus fans: “La voz es la narrativa de mi música y es difícil que la gente disocie lo que es Girl Ultra sólo porque cambiaron las baterías o el tempo”.
—Igual en tu proyecto es muy importante tu imagen, tu estética…
—Ayuda a contar la historia. Siempre estuve muy inspirada por todos estos íconos andróginos y muy histriónicos como Grace Jones, David Bowie y hasta Björk. Siempre iban cambiando y daban espacio a que personajes nuevos entraran a sus vidas. Creo que es una gran herramienta. De repente puedo soltar algún guiño o llevar el pelo de tal película, no sé, como conectar cositas. Y puede que mucha gente no se dé cuenta, pero da una satisfacción. Me gusta dejar pistas para mí tiradas por ahí.
—¿Y cómo definirías tu estilo de ahora?
—Híjole, no sé. Me pongo lo que quiero y me hace sentir cómoda. Creo que tengo tendencia a la oscuridad (risitas), pero en realidad me pongo lo que me hace sentir bien.
Lolla Chile
Girl Ultra vendría a Chile y Argentina en 2020 para los Lollapalooza suspendidos y ahora le confirmaron que finalmente sí viene. “Como que la emoción se esfumó en estos dos años. Hace poco me avisaron y como ‘ok, ¿de dónde recobro esa emoción?’. Supongo que unos días antes de estar allá va a regresar esa alma. Pero ya estamos haciendo ensayos y poco a poco nos vamos haciendo a la idea de que sí va a pasar. Estoy muy emocionada de tourear, nunca he ido ni a Chile ni a Argentina y me parece una buena primera vez.
—¿Y a qué músicas o músicos conoces de acá?
—Soy muy fan de Javiera Mena, Francisca Valenzuela, Gepe, obviamente de Mon Laferte. Para mí, la música chilena siempre está como un pasito adelante. Lo veo mucho con Javiera, que estaba haciendo música disco y música club mucho tiempo antes de que tuviera como un boom otra vez en Latinoamérica. En Chile hay una gran visión.
—Con la pandemia, ¿cómo está todo en México?, ¿en qué están los artistas?
—Está raro, pero todos tenemos esta disposición de que si se cancela no hay problema. Hace un año y medio como que todo el mundo estaba en el limbo y ahorita ya sabemos que siempre estará el chance de que se cancele o de que regrese otra oleada de la pandemia. Todos estamos surfeando, sobreviviendo, pero se ha ido saliendo adelante poco a poco.
Aka Nan de Miguel
A Mariana también le gusta pintar, pero entre risitas dice que no le enseña a nadie. También cocina y lee mangas. Estaba leyendo Punpun y Hell’s Paradise cuando hicimos esta entrevista.
—¿También ves animé? (Quería saber si estaba viendo Shingeki no Kyojin)
—No, me gusta más leerlo. Me gusta ir, comprarlos y ver qué nuevos tomos hay. Se me hace una rutina muy chida. Lo comparo mucho a cuando esperabas que saliera un disco: ibas a la tienda a comprarlo y escucharlo. Así siento esa espera del siguiente tomo de un manga.
—Qué raro que te gusten las cosas físicas en una época en que todo es digital.
—No me considero acumuladora, pero sí le doy mucho valor al objeto. O sea, si alguien me da un chicle y me dice que lo guarde por siempre, te juro que lo voy a hacer. Me gusta coleccionar cositas.
—¿Y te gustaría hacer otras cosas con tu carrera o solamente dedicarte a la música?
—La verdad es que hago muchas otras cosas que complementan lo que hago en Girl Ultra. Me gusta mucho dirigir videos musicales y a veces lo hago para otras personas. Es algo que me estimula muchísimo. Siento que en algún momento va a haber una pausa larga en el proyecto, después de sacar este álbum y el que sigue, y me gustaría explorar y dirigir para otros artistas.
—¿Qué más te gustaría lograr con Girl Ultra?
—Si te soy sincera, no me gusta ponerme metas de “ay, quiero tocar aquí y luego acá”. Simplemente quiero que a una persona o a cien o a miles, quien sea, de repente les llegue una línea de lo que canto. Es lo único que busco.