
El pasado 10 de enero Franz Ferdinand, una de las bandas favoritas de Chile, lanzó su nuevo disco The Human Fear, y en Zancada lo desgranamos y disfrutamos de manera íntegra, canción por canción.
La carta de presentación del esperado nuevo álbum de los queridísimos Franz Ferdinand, fue el single “Audacious”, una pieza festiva y emocional que queda inmediatamente en nuestra retina musical gracias a los coros pegajosos, la genial voz de Alex Kapranos que, comprobamos en Fauna Primavera, se conserva intacta, y me atrevo a decir, mejor que nunca. El tema finalmente se convierte en una declaración de principios de la banda: no rendirse pese a toda la adversidad, y no dejes de ser audaz.
“Everydaydreamer” nos recuerda al álbum Tonight: Franz Ferdinand (2009), gracias a toda esa onda electrónica que llega con un coro también memorable y bailable. Se agradece muchísimo que el grupo continúe por esa senda de querer hacer bailar a las chicas (chicos, chiques, y demases).
La canción “The Doctor”, que pudimos escuchar como adelanto en su show en Fauna Primavera, nuevamente trae sonidos electrónicos al disco, con un divertido teclado inicial, acompañado de una insistente batería que marca el ritmo, más la voz un poco más grave de Kapranos, que después se relaja y grita repetitivamente “doctor”.

“Hooked”, que también la escuchamos en su más reciente show en Chile, es otro tema bailable que es bastante power, y donde Kapranos nos sorprende con un tono muy sexy y decidido, declarando todo su amor y pasión con un “me tienes enganchado”.
“Build It Up”, que resulta engañosa en un principio, haciéndonos creer que se trata de un descanso de la vibra fiestera del álbum, ya que la intro es más calmada que sus predecedoras, termina siendo una de las canciones más bailables, no solo de este nuevo trabajo, sino que de toda la trayectoria del grupo. Salen las guitarras a la superficie también, lo que nos retrotrae al primer álbum homónimo, al Always Ascending (2018) y por supuesto, a la cumbia de la que tanto gusta Kapranos.
“Night Or Day”, en cuanto a música, es bastante más oscura que las demás canciones y eso queda claro con la estética de su videoclip en blanco y negro, que rememora lo que hicieron en su momento con el clásico “Walk Away”. Pero nuevamente nos sorprenden, porque la letra habla de un amor de esos a los que nos volvemos adictos –en el buen sentido eso sí-, pues “la vida nunca será fácil, pero si la vives conmigo, la vamos a vivir de noche o de día”.
En cada uno de sus discos, Franz Ferdinand deja un espacio o una pausa para llegar a la calma en su sonido, y The Human Fear no es la excepción. Esto pasa con “Tell Me I Should Stay”, donde se destaca mucho el piano de la intro, y la voz de Kapranos, entre suave y grave en algunos momentos, y que expresa con añoranza y melancolía lo que tiene que ver con el amor y la pérdida de una relación muy cercana, que el protagonista teme perder. Una especie de balada que de todos modos estalla con un coro un poco más rápido más entrado el tema.
“Cats” inicia con la voz de Alex Kapranos y una guitarra que lo acompaña, para luego sumarse los demás instrumentos que recuerdan al Franz Ferdinand de los dos primeros discos, gracias a la batería y al bajo.
Con la canción “Black Eyelashes” el grupo se sumerge en la experimentación y se atreven a usar el bouzoiki, instrumento musical de cuerda griego que más adelante se acompaña de la guitarra eléctrica. Recientemente en un video publicado en su Instagram, Kapranos contó acerca de la inspiración detrás de este tema, y de sus influencias griegas de rembetika, antiguo género musical del mismo país. Recordemos también que el músico tiene una conexión familiar griega, de hecho, de ahí se explica el apellido Kapranos.
Con una rápida batería, “Bar Lonely” nos trae de regreso a la actualidad y al Franz Ferdinand del que estamos acostumbrados, con ritmos bailables y coros pegajosos.
El disco cierra con “The Birds”, donde se pone un gran énfasis a las guitarras más pesadas, cosa que no se ve tanto en el álbum en general. En algunos momentos estalla la batería, lo que hace que el tema se vuelva cada vez más intenso e interesante, dando a su vez mayores expectativas de que va a estallar aún más en algún momento, lo que termina ocurriendo en un solo de guitarra que está acompañado de gritos hasta el final del track.
Con poco más de 35 minutos, Franz Ferdinand demuestra una vez más que sigue tan vigente como hace 20 años con su debut, que es posible reinventarse sin perder su sonido tan característico que los hizo famosos por ese entonces, y que nunca dejarán de ser audaces al hacer música pese al miedo humano. Valieron la pena todos los años de espera para volver a escucharlos con nuevo material discográfico.