Ya les conté hace algún tiempo que estoy en una cruzada por cambiar mi alimentación por completo, y adoptar hábitos saludables. En este viaje he descubierto un montón de ideas, agrupaciones, iniciativas y, en general, mucha gente que está en la misma sintonía. Internet también sirve bastante para documentarse, es cosa de ponerse a buscar. Así descubrí este interesante documental de 2014, llamado Fed Up. Hace algunas lo subieron a Netflix y lo recomiendo totalmente.
Fed Up parte con una premisa llena de datos terribles: los altísimos índices de obesidad en Estados Unidos. Y en Chile no estamos tan lejos, ya que según la última encuesta de salud del MINSAL, de 2010, el 67% de los chilenos tiene sobrepeso u obesidad. Uno de los datos que más me impactó es que esta generación, es decir, los niños de hoy, serán los primeros en tener una esperanza de vida menor a la de sus padres. Y, claro, si uno lo piensa, la esperanza de vida chilena se empina por los 83 años en las mujeres y 76 años en los hombres, pero nuestros abuelos se alimentaban de una forma muy distinta a la nuestra. El panorama actual es que muchos de los niños de hoy tendrán diabetes tipo II a los 20 años y la medicina sencillamente no sabe cómo tratar a una persona con esta enfermedad durante 60 años.
No es un misterio que somos lo que comemos. Este documental nos muestra el negocio detrás de la comida ‘light’, el lobby monstruoso de la industria (que aquí en Chile también está presente, recordemos las discusiones tras la presentación del proyecto de la ley ‘Super 8’) y la gran mentira que nos han contado: que todo se trata de equilibrar las calorías que entran, con las calorías que salen. Esto, sumado a las altas dosis de azúcar que contiene prácticamente todo alimento envasado, me llevó realmente a replantearme qué estaba comiendo. La resolución que tomé: cocinar más y reducir al máximo los alimentos procesados. Por algo hay que partir.
este documental es heavyyyyyyy!!! realmente quedé en shock! una pena cómo los gobiernos se dejan doblar la mano por las industrias mientras ven cómo nos enfermamos, sobre todo los niños.