POR JAVIERA BAÑADOS
“Tienes que amarte” me decía algo en mi interior, mientras forzaba una relación que no quería soltar. Que la lealtad, que los celos, que la posesión, “que contigo pan y cebolla”. Algo me hacía sentir que en realidad no todo estaba bien, mientras recorría en mi cabeza el pensamiento “pero si nadie más me va a querer”.
Muchas veces creemos que la fidelidad es para un otro, con el que somos leales y al que debemos respetar. Pero ¿se han preguntado si están siendo fieles con ustedes mismas?
La auto-fidelidad es un concepto bastante importante para la sanidad mental de cada persona, ya que significa conocernos y que sean coherentes nuestros pensamientos con nuestros actos. Lo que da tranquilidad y sobre todo bienestar. Sin embargo como todo en la vida, existen lados oscuros de la fuerza y en este caso se llama “auto-infidelidad”.
Este último concepto es cuando no hacemos lo que nos nace y vamos en contra de nosotros mismos, para generalmente agradarle a otro, o que este nos acepte. Violándonos a nosotros mismos.
Para saber si estás siendo fiel contigo mismo te invito a responder algunas preguntas: ¿Eres coherente con tus actos y no cambias radicalmente según el lugar o las personas con las que estés? ¿La fidelidad que exiges que te tengan es proporcional a la que tú mismo te das? ¿Lo que dices es coherente con lo que piensas y con lo que haces? ¿Acostumbras a hacer trampa o a realizar las cosas a medias?
Cuando te eres fiel a ti mismo tienes convicción y definición, lo que te propones te resulta, te vuelves honesto y derribas el temor a ser diferente. En pocas palabras, te sientes bien contigo mismo. Sin duda este puede ser el mejor regalo que te puedes dar esta Navidad.
Oh, qué buen post. Me siento completamente identificada con el tema, y sí, podría decir que soy completamente fiel a mí misma, aunque eso incluya desagradarle a unos cuantos (que no me va ni me viene), pero al menos soy honesta y digo lo que pienso y hago lo que digo 🙂