Entrevista a Giorgio Jackson ¿Por qué quiere ser diputado?

Giorgio Jackson
Giorgio Jackson

por Mariana y punto, foto: Javier Lewin

Giorgio Jackson no sabe decir que no. Pero desde el 2011, cuando fue Presidente de la FEUC en el año más fuerte y mediático de las movilizaciones estudiantiles, que no contesta teléfonos desconocidos. Pero, como no sabe decir que no, a veces manda un mensaje de texto preguntando quién es. Como no sabe decir que no, ya no recibe sus propios mails. Auska y Javiera -encargada de comunicaciones y jefa de campaña, respectivamente- hacen de las malas de la película y lo ayudan a manejar el tiempo y priorizar. Y, cuando empezó cachar que las posibilidades de que Revolución Democrática -movimiento político al que pertenece, surgido de las movilizaciones sociales del 2011- llegara al Parlamento apuntaban a que él fuera candidato a diputado, tampoco dijo que no. Pero porque quiso.

Todo empezó cuando en séptimo básico empezó a jugar vóleibol. No estuvo en el centro de alumnos de su colegio y, aunque fue presidente de curso una o dos veces en octavo o primero medio, “no pasaba nada, era casi que organizar la semana del colegio y punto”. Giorgio era el armador de su equipo, jugaba con el número 8 cuando podía. Ahora le tiritan las manos por jugar cuando ve partidos de su hermana, se emociona cuando ve que la selección chilena logra llegar y ganar encuentros en el mundial sub 19, y comenta que el volei es el segundo deporte más jugado a nivel escolar en Chile. Giorgio jugó en su colegio, el Sankt Thomas Morus, y en el Club Manquehue; dos veces fue preseleccionado nacional, y las dos veces quedó en el número 13 (los seleccionados son 12). Y hoy, ya fuera de la pseudo burbuja, no se imagina cómo antes de vivir ese proceso podría haber visto esa desigualdad.

“Yo estudié una carrera en la que la mayoría -por no decir todos- de quienes ingresaron y sus familias se sentían orgullosos porque sus hijos por sus propios medios habían sido seleccionados como del 0,01 % de los entre comillas más inteligentes del país o de la generación; yo creo que eso es falso porque hay una desigualdad de origen. La carrera de ingeniería tiene 80 % alumnos que vienen de colegios particulares y yo no creo que el talento y la inteligencia está concentrada en los colegios particulares; está en todos lados. En el volei yo venía de un club donde entrenaba mucho, tenía las condiciones para entrenar todos los días en un gimnasio que era bueno, buenos entrenadores, buenas pelotas, íbamos a buenas competencias…”. Una vez en la selección el proceso equiparó a los que habían tenido mejores condiciones para entrenar con los que habían tenido menos, y mientras Giorgio seguía jugando bien, pero más o menos igual, los que habían tenido menos posibilidades iban mejorando mucho más rápido. Tan rápido que lo dejaron fuera. “Fueron dos procesos seguidos en que no quería salir de la casa, pero lo que yo aprendí es que esa frutración no se asemeja en una milésima a la frustración que deben sentir miles de familias que se esfuerzan al máximo y no tienen nunca esa cancha donde jugar de manera equitativa. Las desigualdades en educación son abismales”.

¿Por qué entraste a la Católica?

Buena pregunta… Son varios factores, por el lado familiar me tiraba la Chile por mi madre y mi abuelo, o la Santa María, y por otro lado en la Católica estaba mi hermana, que es dos años mayor, que estudiaba ingeniería comercial, y muchos ex alumnos de mi colegio estaban en ingeniería en la Católica, y ellos iban a dar charlas a mi colegio, entonces fui víctima del marketing (risas), pero del marketing cercano, y yo creo que lo que gatilló que entrara a la Católica fue el cupo deportivo y el equipo de vóleibol que se formó, y yo me dediqué 4 años a jugar volei por la universidad. Hasta que entré a la política.

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Cuando Giorgio Jackson se despierta en las mañanas lo primero que hace es ducharse. Después se come unos cereales (Chocapic o Cheerios) con yogurt o leche, y se pone a revisar la prensa si es que no la revisó en la noche, “porque me acuesto muy tarde, eso es un problema… me acuesto no tan tarde pero me quedo hasta muy tarde trabajando, respondiendo mails que no he contestado, revisando las reacciones en las redes sociales durante el día, como para ir haciendo un balance de cómo fue el día y para ir planificando el día siguiente. Entonces me quedo de repente hasta que ya aparece la prensa; a las 3 de la mañana aparece El Mostrador, ya me lo sé. Las Últimas Noticias antes porque tiene dos versiones; una aparece como a las 10.30 – 11 de la noche y otra como a la 1 que es el que se va a imprimir; a las 4 está La Tercera y a las 5 El Mercurio, y de repente me quedo hasta esa hora”.

Se considera adicto a las redes sociales. “En el mal sentido de la palabra”, dice. “Es un problema, lo asumo, el primer paso para resolverlo es admitirlo”, se ríe. “Pero creo que tiene cosas buenas, como poder estar al tanto de lo que está pasando y poder informarse de distintas fuentes; no soy un dogmático de una fuente en específico, sino de la que a través de las redes sociales me llame la atención. En Twitter sigo a periodistas, a gente a la cual valoro su opinión, por lo tanto selecciono mis fuentes de información, que muchas veces me llevan a un podcast de radio, a una nota de televisión o a algún programa en vivo…”.

Giorgio Jackson no tuvo teléfono “inteligente” (las comillas son suyas) hasta ser presidente de la FEUC, cargo en el cual le pasaron una Blackberry. Ahí podía revisar Twitter, su red social favorita, que antes revisaba en el computador nomás. “Después de la FEUC volví a mi celular originario que es de un color, y lo tuve hasta como abril del 2012; ahí se rompió, y cuando decidí actualizarme me compré el más barato del mercado -que hoy día está roto también- pero el más barato que tuviera la única función que quería, que era compartir internet, porque me había comprado un tablet. Así que me compré éste que ha resistido pero está bien dañado (se ríe y lo muestra, y efectivamente está bien dañado). Mientras funcione lo voy a seguir ocupando”.

¿Tienes reglas para tuitear?
No bloqueo a gente, creo que he bloqueado a una persona pero porque me generaba demasiados mensajes más allá de lo que dijera, entonces era alguien que me quería hackear indirectamente mi interacción con otros usuarios. Trato de ver todos, trato de contestar los que dejan un espacio a la interacción, porque hay algunos que no dejan espacio; cuando alguien me pregunta algo trato de contestar, o cuando dicen algo que yo considero que no es cierto.

¿Eso es sólo cuando te mencionan con arroba o a veces te buscas?
A veces, pero eso es cuando tengo mucho tiempo, o cuando sale alguna noticia.

¿Cuál es tu reacción cuando recibes ataques o lees críticas en internet?
Cuando son burdas las retuiteo, me dan risa y aquí voy a demostrar lo fanático que soy del tema: cuando hay una crítica que tiene fundamento, trato de revisar quién es el que la hace, me meto a su perfil y ahí veo el peso de la crítica para poder tomar las críticas constructivas, que yo creo que en Twitter son constantes, yo digo que es una asesoría de miles de personas gratuita, te van corrigiendo, para mí ha sido súper bueno.

¿Hay algún día en que no tengas menciones?

Los hubo, pero ahora diría que no. Hay que saber cómo manejar la ansiedad de que todos estén opinando con respecto a algo que dijiste, y tengo que trabajar esa área.

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Giorgio Jackson partió movilizándose por convocatorias de la FEUC. El 2008 empezó a trabajar con Nueva Acción Universitaria (NAU), movimiento que en ese entonces recién aspiraba a llegar a la FEUC. La primera marcha por la educación que recuerda fue antes del 21 de mayo de 2009, y el 2011 ya era el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica.

¿En qué momento tomaste la decisión de hacerte cargo y de seguir una carrera política? ¿Lo decidiste o fue por inercia o prácticamente obligado?
Hace varios años yo le encontré una vocación a mi carrera; yo entré a estudiar ingeniería porque era bueno para las matemáticas, sólo por eso. Me di cuenta de que no era tan bueno cuando entré a la universidad jaja, y a la ingeniería nunca le encontraba la pasión, y en 4to año me di cuenta de que la carrera te da muchas herramientas para dedicarte al sector público, ONGs, en el fondo a que tu trabajo sea servir a los demás (y obviamente poder vivir de eso) y desde ahí que yo dije que durante toda mi vida quería dedicarme al servicio público. Nunca pensé que iba a ser diputado, nunca, hasta que terminé la FEUC, formamos un movimiento político que es Revolución Democrática y cuando ya a mediados del 2012 decidimos dar el paso de ir a disputar las parlamentarias 2013 me empecé a pegar el alcachofazo de que los dardos apuntaban a que yo era uno de los posibles candidatos y tenía que pensarlo seriamente y decir bueno, hay un objetivo político colectivo detrás de esto, y ahí es cuando le empiezo a encontrar el sentido y objetivos bien concretos, pero a la vez ciertas condiciones internas que yo me pongo para llegar al Parlamento.

¿Por qué no te entusiasmaba tanto en un comienzo?
Porque me limitaba sólo al carácter legislativo que tiene un diputado; hoy día en Chile el Parlamento tiene muy poco peso comparado con el poder Ejecutivo, estamos en un régimen súper presidencialista, entonces viendo campañas de parlamentarios previas y escuchando también en las calles que se dice que los diputados no hacen nada, y eso responde a algo: a que los diputados prometen cosas que no tienen las facultades para cumplir, al final es un engaño permanente y yo no quería ser parte de un engaño a la sociedad civil de que yo iba a ser capaz de cambiar las cosas cuando en estricto rigor yo no tendría las facultades para hacerlo. Pero le encontré el sentido a la representación popular en el Parlamento porque uno tiene atribuciones únicas y exclusivas de los diputados para poder fiscalizar y representar una opinión en las instituciones políticas y además co-legislar, que son cosas menores pero en las que también es importante estar. Además el proceso de llegar a ocupar un sillón parlamentario puede ser igual de importante; la señal que estamos dando ahora de primero querer hacer primarias -cosa que los partidos no quisieron- de estar yendo por fuera y tratar de romper una estructura que es el sistema binominal, el poder generar mecanismos de financiamiento distintos, una campaña distinta, también son señales políticas que no son sólo para el distrito 22, son para el territorio nacional.

¿Es distinta la reacción de la gente en la calle contigo ahora que eres candidato?

No todos saben que soy candidato, entonces hay un porcentaje de gente que tiene la misma reacción de antes, que en algunos casos es buena y en otros es mala (minoritariamente porque los que opinan mal de ti no se atreven mucho a decirte); pero claro, como candidato hoy en día se te acercan y hay un cuestionamiento de que por qué vas de candidato, y uno tiene que contar los argumentos y no es fácil, porque la gente está muy desencantada del sistema político chileno. Hay tal falta de educación cívica y de credibilidad en las instituciones actuales que uno al entrar a ese juego de la política y la representación -parlamentaria en este caso- tiene un costo muy grande, sea quien sea, aunque la gente piense bien de ti.

¿La gente te pide cosas?
“Sigue luchando” es típico, un foto me piden también, y yo lo encuentro raro pero feliz, nunca me podría oponer.

¿Alguna vez le has pedido tú a alguien que se saque una foto contigo?
Obvio, ¡muchas veces!

¡¿A quiénes?!
No sé, cuando chico a deportistas, pero me acuerdo más de autógrafos, del Chino Ríos, Matador Salas…

¿Crees que ser joven te favorece o perjudica políticamente?

Favorece; en algunas cosas corresponde que favorezca, y en otros creo injusto que favorezca, porque no por el sólo hecho de ser joven voy a ser bueno. Yo creo que es injusto que todos los jóvenes signifiquen renovación, porque el problema no es sólo generacional. Por otro lado creo que es bueno y que está bien que nos favorezca porque somos una generación que no vivió el trauma de la dictadura y eso tiene múltiples implicancias, por lo tanto nuestra manera de concebir la acción política es distinta. Entonces cuando un votante reconoce en eso algo positivo a mí me gusta, porque es real. Pero lo otro me parece medio falso.

¿Y no te perjudica?
Cada vez menos, porque nos hemos sabido parar de igual a igual. En la balanza es mucho más lo que la gente espera de la juventud que lo que rechaza de la juventud.

Se llama Kenneth Giorgio pero todos le dicen Giorgio, igual que la canción de Daft Punk, Giorgio By Moroder, que dice “my name is Giovanni Giorgio, but everybody calls me Giorgio”, y por la que lo han molestado harto en los últimos meses. Estaba con la misma bufanda con la que tantas veces lo había visto en marchas, fotos y en la tele. Tomando algo caliente, y comiéndose hasta el último resto de miel de un frasquito. El 16 de de agosto de 2013 y después de reunir 2.241 firmas, inscribió su candidatura a diputado en el distrito 22, Santiago Centro.

(Este tema –y mucho más– está en la Edición Hombres Zancada nº1, presentada por H&M, y que puedes ver completo aquí o en este otro link).

18 Comments

  1. me gustó este cabro…odio twitter así que no lo sigo pero me gusta y va por mi sector.
    no me parece vendido ni que sea crea el cuento de la política, y eso que, con lo joven que es, va de candidato a Diputado..y que no se crea el cuento y sea sencillo ( es lo que parece, no puedo asegurarlo), tiene un valor gigantesco para mí.
    bien. un hombre con los pies bien puestos en la tierra. al parecer…veamos cómo hace su carrera y esperemos que no nos desilusione. que no se transforme en el típico político chileno. porfa.

  2. Yo votaré por él, cuando la gente honesta entra a ese mundillo, tiene dos posibilidades te quedas para cambiar algo y el ser joven le favorece tiene más tiempo antes de rendirse en la lucha contra molinos de viento. O le pasa como a Alvaro Escobar, termina asqueado que le da arcadas la politica !

  3. “no sabe decir que no”
    …eso me queda mas que claro: hizo bolsa a la concertacion (y a la derecha, tambien) cuando era dirigente estudiantil, y a la primera se vendió a ella con tal de salir diputado. Igual que la Camila Vallejo.

  4. “¿Por qué Giorgio Jackson quiere ser diputado?”:
    -Dieta Liquida mensual de libre disposición: $4.003.752.-

    • Sorry, pero qué argumento más penca. En el sistema privado podría ganar el doble sin que nadie lo fiscalice. No todos se mueven por la plata. Debería espantarte esa manga de faranduleros que se postulan a cargos públicos sin saber siquiera cuántas regiones tiene Chile. Te suena la renunciada Carlita Ochoa? Un fraude

      • Jaja si seguro, en que país del mundo le pagan eso a un recién egresado?
        Y el doble más encima jaja sueña!

  5. no le compro nada a este cabro, pienso que esta demasiado sobrevalorado por los jovenes que se mueven bajo el tema estudiantil y nada más, son como caballos de feria solo miran en esa direccion como punto fijo pero no amplian su vista a otras realidades.

    • Elizabeth, en los poco año que llevo en este mundo de lucha por nuestras reivindicaciones, he aprendido que es muy difícil agradar a tod@s, mas aun cuando vivimos en un país que nunca apoyamos las luchas por mejor calidad de vida!! solo criticamos, y sabes por que? porque no somos capas de luchar por nuestros derechos, e ideales, siempre estamos esperando que los demás hagan este trabajo,

      Giorgio es un Joven que lucha convencido, que se puede cambiar y tener un Chile que todos esperamos, sin olvidar de nuestro pasado, esto nos sirve para tener la fuerza de seguir luchando por algo mejor!!!!

  6. Es super fácil, el que le crea que vote por el y el que no que lo haga por otro candidato. El voto es un derecho que se debe usar, es lo único que finalmente sirve.

  7. La ondita. Tanta crítica y desprecio porque la política estaba llena de gente añeja y apernada y cuando aparece sangre nueva que se atreve a meterse en este sistema de mierda para cambiarlo desde dentro, más críticas.
    Es re fácil tirar mierda desde la galería, es re fácil lanzar discursos revolucionarios y populistas con palabras e ideas que muchos compartimos, pero otra cosa es con guitarra.
    A mí me encantaría ser presidenta y subir el sueldo mínimo, barrer con la delincuencia, eliminar los abusos y corrupción, tener salud y educación estatal y digna y un largo etcétera, pero una cosa es querer y otra es lograrlo y dejar a todos felices.
    Nada es automático ni inmediato con respecto a la política, menos los cambios radicales que hace falta hacer en nuestro país. Les recuerdo que aún estamos amarrados a una Constitución tirana, a jueces arcaicos, a un sector elitista que maneja el poder económico y los medios comunicacionales, que son más poderosos que el mismo poder ejecutivo… entonces, tirarse a la piscina contra todo, sería una soberana estupidez, un lindo ideal que moriría por negligencia propia.
    Para poder cambiar el mundo, hay que mantener una mirada y pensamiento que prospere a largo plazo, porque los cambios son de largo aliento y el que quiera pensar que de un año para otro nos tomaremos La Moneda y gobernaremos todos juntos como una gran familia está mintiendo y jugando con la ilusión de muchos que nos gustaría que así fuera, pero no. No seamos ilusos, por favor, a estas alturas de nuestra historia, no podemos creer que llegará el mesías que cambiará todo sin ningún costo ni acuerdo así como así.
    La democracia de nuestro Chile, está recién volviendo a posicionarse como tal, recién se escucha y se hace sentir el clamor popular. No lo tiremos a la mierda con posturas chaqueteras de ciudadano pusilánime que a esta altura, ya no sirve.
    Y si hay que opinar y criticar, que sea aportando y dando soluciones, de nada sirve aportillar y quejarse desde la tribuna. Hay que ser bien valiente y cojonudo para abrir caminos y romper con los prejuicios. Y si por fin, hay sangre nueva en la política, bienvenido sea.
    Como dijo John F. Kennedy: No preguntes qué hace tu país por ti, sino qué haces tú por tu país.
    Saludos y Viva Chile

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