Por Belén Leyton
Con Fakuta tuvimos una conversación larga sobre su última canción, La montaña, cómo será su nuevo disco, su proceso creativo de artista y productora y cuál es su visión de la música. Dice cosas tan interesantes, que quise dejarla como una entrevista extensa para que no te perdieras nada. Espero que la disfrutes tanto como yo.
La montaña y la nueva música de Fakuta
¿La montaña pertenece a un disco?
Sí. Tengo varias canciones que están entre demos, pasando a la parte de producción para terminarlas. Todavía me falta tener un poco más para poder armar una estructura que me convenza y sea más contundente. Pero mi expectativa es publicarlo durante el 2021, aunque sea un EP.
¿El disco será bajo un concepto o un sonido específico?
Las canciones son representativas de este proceso de producción que estoy experimentando ahora, que tiene más que ver con un minimalismo de sonido. Quizás más parecido a lo que hacía a mis comienzos, pero ahora mejor hecho, con más conocimiento y más dominio de ese terreno.
Y también sí, siempre hay una búsqueda temática y conceptual de la letra de las canciones. Bueno, desde mis inicios que estoy hablando del fin del mundo y actualmente se hace muy evidente para todos. Creo que es inevitable seguir con esos temas y ver cómo lo llevamos hacia el futuro, que me interesa un montón. A pesar de que se ve muy gris, siempre es un buen tema a explorar.
¿Por qué hay tantos espacios entre tus canciones?
Me gusta tomarme el tiempo, creo que no me hace sentido la máquina de llegar y hacer hacer hacer y repetir y repetir ideas. Siempre estoy buscando un nuevo camino de aprendizaje. Por ejemplo, con la producción, que requiere aprender nuevas herramientas, entonces es un proceso paralelo de aprendizaje y creación.
Y me interesa que sea así más que responder a los tiempos que a veces tiene la industria de sacar un single cada mes, un disco cada dos años. No sé si tiene sentido hacerlo, o sea si te salen las canciones, bien, pero probablemente esos discos se parezcan un montón. Es un periodo de tiempo tan corto para tener tantas experiencias y qué contar.
Me interesa buscar cosas que realmente creo que necesito decir, y no simplemente llenar de información internet, que ya está bastante colapsado.
¿Qué haces cuando no estás haciendo canciones?
Siempre estoy haciendo canciones jajaja. Pero también tengo un trabajo, y no me puedo tomar todo el tiempo del mundo para hacer mis discos. Pero dentro de todo siempre estoy creando cosas nuevas. Siempre estoy haciendo experimentos pequeños, que quizá no terminen siendo canciones. También siempre estoy tocando, sólo ahora que estamos en pandemia y ha estado un poco más difícil.
¿Estos experimentos los compartes?
No, son secretos, sólo comparto las canciones. En realidad, la basura digital no me gusta mucho. Me gusta decir y entregar lo justo y necesario. Esa idea me hace mucho más sentido.
Fakuta ahora es productora
Tú produjiste La montaña.
Sí, últimamente yo he estado haciendo todo con las canciones. Haciéndolas totalmente en mi casa y que salgan desde aquí para el mundo jaja.
El año pasado, por la pandemia, tenía que ser así, pero también venía un poco de antes con esta idea, porque siempre me ha gustado la producción. Cuando partí, yo hacía todas las canciones en el computador, pero en ese tiempo –que son más de 10 años– a lo que se podía acceder no era de una calidad que se pudiera pasar directo a la radio.
Tampoco mis conocimientos estaban a ese nivel. Me gustaba hacerlo, pero todavía no tenía el oficio. En ese momento tuve la suerte de que productores que se llamaban De Janeiros (Pablo Muñoz y Milton Mahan), me ofrecieran grabar con ellos. Partí con ellos mis primeros dos discos. Ellos manejaban ese mundo mucho mejor que yo y me enseñaron un montón.
En Tormenta solar se profesionalizaron aun más y pusieron un estudio con más implementación técnica. Eso me permitió conocer todas esas cosas.
Y después llegué a la conclusión de que mi música sigue saliendo de un computador. Ahora hay más posibilidades de hacerlo en casa y que suene bien. Quería volver a mis inicios y sacar todo lo que pueda desde lo que tengo en casa.
¿Cuáles han sido los cambios? ¿Qué has tenido que comprar o aprender?
Todavía no domino tanto cosas matemáticas ingenieriles, como de medidas, que gente que estudió sabe mucho. Pero sí el oído se va afinando. Y el arte de producción o de hacer música, es más intuitivo, parecido como a esculpir algo. Eso sí se ha afinado mucho más: las sensaciones de por dónde tengo que ir y de qué colores elegir para hacer las canciones.
¿Has producido a otros artistas?
Ahora estoy produciendo a una amiga, Christiane Drapela, pero estamos recién empezando. Hicimos una canción que todavía no se estrena. Estamos empezando con eso y ha sido un proceso superentretenido traspasar mi oficio a otras amigas que están empezando.
Hacer las canciones se da de una manera muy natural, pero pasar de ahí a la publicación es un tema complejo, porque es sacar algo muy de adentro y mostrarlo al mundo. Y darle esa forma bonita que uno se imagina y no está en el demo. Lo hemos pasado muy bien haciéndolo y creo que vamos a seguir haciendo canciones juntas.
¿Quieres seguir produciendo?
Sí, me entusiasma mucho investigar sobre la producción. Me entretiene un montón, es muy trabajo de laboratorio, de experimentación, ir probando con las distintas canciones.
Es muy interesante ver desde qué lugares puede crear otro artista y cómo puedo aportar a eso. Me entusiasma mucho. Creo que hay una generosidad mutua y es muy bonito. Además, llevo como 10 años trabajando sólo en mis cosas, entonces es como volver a antes cuando tenía grupos musicales y proyectos con otras personas. Echaba de menos eso.
El encierro y ser artista
¿Qué has hecho durante el encierro, aparte de hacer canciones?
He visto mucho YouTube de cómo aprender a hacer cosas: tanto programas musicales, también me aprendí a hacer trenzas (porque me quedaban muy mal cuando me peinaba yo misma), a cocinar. Vi muchas series, vi La fiera en YouTube. Hubo un tiempo en el que hice muchas muchas cosas que todo el mundo estaba haciendo: aprender a hacer pan, no sé. Y en algún momento dije: “Basta de perder tanto el tiempo” y me puse a trabajar y ahí salió La montaña.
Igual hacer una canción es rápido, pero la producción es mínimo una semana. Es bastante largo e intenso. Yo dejo que fluya y que tome el tiempo que tenga que tomar.
¿Tus canciones empiezan con el sonido a la letra, o al revés?
Al principio era mucho más importante la música y, por lo mismo, la inventaba primero o tenía la idea de la melodía. También es un proceso casi de la mano entre la melodía y la letra y el acompañamiento. Pero en el último tiempo le pongo mucha atención a la letra y las tengo en muchas notas en el teléfono.
¿Cómo sabes que una canción ya está lista?
Es desde la intuición. Antes –sobre todo en el segundo disco Tormenta solar, que tuvo un proceso de producción mucho más largo y ambicioso– me pasaba que era difícil parar. No ponerle más cosas y dejarlo. Pero ahora me gusta –y por las influencias que tengo ahora: C. Tangana, Rosalía, R&B, alternativo. Sonidos donde abunda el espacio y el silencio– terminar las canciones cuando veo que con eso se sostiene. No ponerle más.
Incluso cuando me da la sensación de que le falta algo, no se lo pongo. Me gusta dejar ese espacio al vacío y la imaginación de la persona que escucha. Esos puntos suspensivos. Que puedan ponerse creativos con lo que hago.
¿Te gustó el resultado de La montaña?
Sí.
Ha pasado tanto tiempo, ¿te siguen gustando todas tus canciones?
En general, sí. Las escucho y me conecto harto con ellas. Estoy bastante orgullosa de mi camino artístico y de creación, porque siento que cada cosa que he hecho, responde a una necesidad de sacar un sentimiento afuera. Creo que no es comparable con lo que ya existe. Creo que son únicas y hablan de algo único. Y me gusta que no sobre.
En este momento, me gusta mucho mi primer disco, creo que es muy especial. Y también me gusta lo que logré con el Tormenta solar, que son canciones muy hits, en verdad. Como que cada una de esas canciones podría ser un single.
Y me confirma mi idea de que es mejor esperar y sacar cosas buenas, que sacar canciones todo el rato y la mitad sea olvidable.
¿Esperas que salgan hartos singles del nuevo disco?
Yo creo que sí, de hecho ahora la manera de trabajar los discos es diferente. Antes de los 70 siempre se trataba de canciones sueltas, no de discos. Es un poco volver a esa idea y me gusta porque hay tanto trabajo en una canción que es bonito poder mostrarla y que la gente se pueda fijar en cada detalle que uno puso.
Espero que este año aparezcan regularmente ciertas canciones que voy a ir sacando antes de que aparezca el disco completo.
¿Estás todo el día pensando en sonidos?
Sí jaja. No escucho tanta música como la mayoría de las personas que me rodea, que son muy fans y me encanta conversar sobre eso. Yo siempre he sentido que necesito mucho silencio, justamente para que aparezcan todos esos sonidos que necesito para crear.
Y sí, creo que es mi lenguaje, lo domino mejor que el hablamiento. Y me encanta.
¿ Y tocas instrumentos?
Claro, toco todo. Desde muy chica que me gusta la música, como desde los 10, partí tocando flauta dulce y era muy fanática de tocarla, no paraba en todo el día y mi familia me odiaba jajaja. A los 13 aprendí a tocar guitarra y no paraba de tocar, no podían sacarme de la casa si no era con mi guitarra y tocaba todas las canciones que salían en la radio.
Cuando empecé a tocar en bandas fue con bajo y teclado. Ahora de grande tengo un clarinete y una flauta traversa. Siempre tengo ese interés por descubrir estos planetas que son los instrumentos musicales y aprender cómo funcionan y la textura que tienen en su sonido y la resonancia en el cuerpo físico que es muy bacán.
Ahora como creadora de música, soy demasiado perna de la electrónica. Me encanta que todo sea computador y sintetizador. Me han dicho que por qué no pongo arreglos de instrumentos reales y yo quiero que todo sea un robot jajaja. Y tengo una política de eso, creo que estoy haciendo la resistencia a no poner instrumentos reales en la música jajaja. Y probablemente en este disco sea así, creo que va a ser estrictamente electrónico.
Spotify, filosofía y nuevos músicos
Como productora, ¿te molesta como sale la música en Spotify?
Lo veo de una manera filosófica estética. Creo que la música siempre ha encontrado su formato por donde explotar. En algún momento era sólo el en vivo.
Con el papá de mi pareja, hablábamos sobre eso. Yo le decía que el problema de la cueca chilena es que las líneas melódicas para las voces de las mujeres son tan agudas y a mí siempre me ha parecido que los hombres componen tan agudo para que las mujeres canten muuuy agudo, más agudo de lo que nos acomoda. Y él decía que por otra parte, en ese tiempo no habían sistemas de amplificación, entonces la voz aguda es la que llega más lejos. Quizás sonoramente no es lo más lindo del mundo, pero era muy funcional a la época.
Ahora creo que Spotify sí hace tira la música y es muy diferente al archivo final que se saca con la mejor calidad posible y se manda a masterizar con alguien muy seco para que suene hermoso y después te lo pasan por Spotify o la radio y el archivo está hecho mierda. Pero al mismo tiempo vivimos en una época digital, del archivo comprimido, que todo lo que consumimos está en internet, entonces tenemos que aceptar que son las condiciones y que así vivimos. Yo también consumo la música así y así la entiendo y escucho con audífonos in ear alámbricos, no tengo unos audífonos super surround.
Creo que son las condiciones del tiempo en el que vivimos y me encanta lo digital. Me encanta asumir que vivimos en una era digital y que ahora estamos en internet y que está relación a través de pantalla-internet-zoom es tan válida como una real.
Te ha acomodado este tiempo a distancia.
Sí. Aparte que fue bacán poder hacer todo en mi pieza. La mezcla y masterización la hizo el Dj Raff, que está viviendo en Inglaterra y le mandé los archivos finales por mail y él me mandó el archivo listo en una semana. Y lo hablamos un par de veces, pero no hubo la necesidad que tenía antes de ir al estudio y estar ahí con el mezclador diciéndole todo. Fue confiar en la otra persona y asumir esta nueva manera de vivir que ya existía, pero ahora se hace válida para todo el mundo.
¿Qué le aconsejarías a un nuevo artista que recién está empezando?
Que busque su propia voz. Creo que eso es lo más necesario ahora. Que se dé el tiempo, sobre todo si es un artista que tiene menos de 30 o 25. Que experimente antes de tener la ambición de éxito. Creo que lo más importante y lo que más necesitamos son voces creativas y que aparezcan nuevos estilos y que nos sorprendan, porque se echa de menos la sorpresa en la música mundial.
¿No has encontrado nada que te sorprenda en el último tiempo?
Me sorprende chiquitito jaja. Me faltan emociones fuertes.