Entrevista con Anais Sorensen: “El yoga no miente, es un espejo de lo que tú eres”

Entrevista con Anais Sorensen: “El yoga no miente, es un espejo de lo que tú eres” 1
por Joce Acuña (@joce_a)

Hay gente que se enamora del yoga y no lo deja nunca más. Una vez lo intenté y no pasó nada, algo muy diferente a lo que ocurrió con Anais. Esta joven instructora de 22 años dejó incluso sus estudios y hoy sin duda está enfocada en esto y sus sueños: terminar su hogar en Calera de Tango e ir a la India.

Leí que tu madre era la de la “onda del yoga” y que al entrar a la universidad empezaste a practicarlo. ¿Cómo fue ese cambio rutinario?
Fue una de las mejores cosas que he hecho. Era heavy la diferencia de cuando entraba a una clase de yoga a cuando salía de ella -me refiero al estado de ánimo. Al terminar la clase me sentía mucho más tranquila, en paz conmigo misma y conectada. De hecho me encantaba ir antes de una prueba: me centraba y calmaba muchísimo.

¿Qué dijeron tus cercanos cuando decidiste dedicarte 100% a esto? Sí, es verdad que es un deporte, pero quizás para algunos es aún una técnica de relajo -así como pasa con muchas otras prácticas, como el baile.
Algunos de mis amigos conocían o habían escuchado sobre el yoga. Cuando empecé a practicar para mí simplemente eso, y con el tiempo me di cuenta que existían diferentes tipos: unos más meditativos, estáticos, con calor, etc. Empecé a practicarlo hace cuatro años y hoy es mucho más masivo que en ese entonces, lo cual me encanta… La mejor de todas las “modas”.
La gente está mucho más informada de lo que es. El yoga no es un deporte, es una forma de vida. Te conecta contigo mismo, te enseña aceptarte tal cual eres, a enfrentar tus miedos. Con la práctica vas fortaleciendo tu cuerpo, encontrando equilibrio, fuerza, etc. Las posturas que se ven en las fotos son una pequeña parte de esto… Me gusta usar esta frase para explicar un poco mejor el asunto: “el Ashtanga es como un collar de perlas: cada perla es una postura o asana y lo que las une es la respiración”. Las asanas o posturas son la parte física del yoga, importantes, pero NO lo más relevante. La respiración es fundamental y es ahí donde está toda la magia. Con ella a tomar conciencia de tu cuerpo, de tu mente, etc.

¿Qué haces en específico? Por ejemplo… Si tuvieras que explicarle a una persona que no sabe nada de yoga: ¿Clases? ¿Te perfeccionas?
Hago clases a empresas, a domicilio particular o grupal. Las clases son de Ashtanga Vinyasa Yoga, que es un método fluido donde cada movimiento está sincronizado con la respiración. Son series fijas y cada una tiene una función en especial; es un método muy personalizado donde cada uno va a su propio ritmo. A través de la correcta respiración se va generando un fuego interno que permite que nuestros órganos se vayan limpiando, eliminando toxinas, etc. Se podría decir que con la práctica es una “meditación en movimiento”. Ahora además voy todos los días a practicar donde mi maestra Loreto Cortes, en Ashtanga Yoga Chile; es ella quien me forma.

Uno de tus proyectos es irte a India… Cuéntame de eso 🙂
Este año quiero ir a Mysore, en India donde Guruji Sharath Jois. En Mysore es donde está la cuna del Ashtanga Vinyasa Yoga. Es mi sueño ir. La idea es ir a practicar con Guruji unos tres meses, conocer y seguir la tradición del ashtanga.

¿Algo más en agenda por ahora?
Con mi pololo estamos terminando nuestra casa en Calera de Tango, en una parcela muy linda con nuestros perritos. También ir a Mysore… Esos son mis dos grandes proyectos este año.

¿Crees que el yoga es una cura para muchos de nuestros problemas? (Autoestima, estrés, amor… Yo creo que hay deportes y/o actividades que sí hacen click en una persona, incluso más incluso que un psicólogo)
Todo el rato. El yoga es una forma de vida, no es un deporte. El yoga es para uno, un trabajo interno con uno mismo, no es competitivo. A través de la práctica uno va entrando en un mar interno, que son nuestras emociones y nuestra mente. El yoga no miente, es un espejo de lo que tú eres, es decir, de cómo estás. Te obliga a enfrentar todas esas ataduras que tenemos e ir aceptando cosas. Por otro lado también está lo físico que es: vas tonificando el cuerpo, fortaleciendo, adquieres flexibilidad, equilibrio, etc. Todos los días se aprenden cosas nuevas.

Veo que estás muy preocupada de las cosas que usas: cruelty free, que sean pro sustentabilidad… Incluso eres vegana.

Al igual que el yoga, ser vegano también es una forma de vida, todos los días vas aprendiendo cosas nuevas. Ser vegana llegó solo a mi vida: mi cuerpo empezó a rechazar ciertas cosas y la verdad no me costó nada y para mí es aprender a ser tolerante con uno mismo y hacia los demás; vivir en armonía, respeto y gratitud. Cada día hay más facilidades para serlo. Además, me preocupo mucho de las cosas que uso, de que sean lo más amigables y conscientes con nuestra naturaleza. Por ejemplo, PrAna es una mis marcas favoritas, donde todo lo que hacen es a través de sustentabilidad y conciencia con el medio ambiente, es decir, usan productos orgánicos y reutilizan. Me acompañan siempre en mi día a día y para mí eso es fundamental.

Foto: PrAna / Forus

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