por @patyleiva
Fui a ver la película “En el corazón del mar” (In the Heart of the Sea). Trato de ver todas las adaptaciones posibles de Moby Dick y esta es la más reciente que han llevado a la pantalla grande con tal espectacularidad.
La película está protagonizada por Chris Hemsworth (el buen Thor) y dirigida por Ron Howard, director de éxitos de taquilla como Apollo 13, Frost/Nixon, A Beautiful Mind, How the Grinch Stole Christmas y clásicos ochenteros com Cocoon y Splash. Las películas sobre el mar suelen ser un buen reflejo de los recursos técnicos de una época, y “En el corazón del mar” no es una excepción.
Visualmente la película es hermosa, toda teñida de un color verde-azulado que acompaña a los balleneros sin cesar, casi igual que la ballena blanca de sus pesadillas. El realismo de las escenas –que a veces puede verse un poco teatral– te hace saltar del asiento, y te deja con la satisfacción de “ver” realmente a la ballena, quiero decir que no es que uno vea la pura cola o el puro soplido, acá tenemos el tiempo y la paciencia de apreciar al llamado “monstruo” marino y la belleza de su inmensidad.
Estamos hablando de una película para todo espectador, por lo que hay escenas que, sin ser explícitas, dan cuenta de las “atrocidades”, como ellos mismos las llaman, que la tripulación pasa en los momentos de terrible necesidad.
En esta adaptación, el hilo conductor es la investigación de Herman Melville (Ben Whishaw) para escribir su famosa novela.
Lo hermoso e intenso de esta historia, para mí, es la relación hombre-trabajo, hombre-hombre y hombre-animal, además de los momentos que el mar como escenario nos regala a nosotr@s l@s espectadores.
