Por Jocelyn Jara
Debido a su gran éxito, la obra “El guionista del presidente” sumó una tercera temporada y regresó al teatro que la vio nacer. El montaje protagonizado por Álvaro Rudolphy, y que cuenta con las actuaciones de Carlos Díaz y Cristián Zúñiga, estará en la cartelera del Teatro Mori Vitacura hasta el 30 de noviembre, con funciones los jueves, viernes y sábados a las 20:30 horas.
Los destacados intérpretes conversaron con Zancada.com en torno a la trama que rodea la obra, que cuenta acerca de las patrañas que busca idear un presidente de un país ficticio, para desviar la atención de la opinión pública en medio de unas medidas poco populares que debe anunciar, y que sabe que le traerán graves consecuencias a su mandato.
Cristián Zúñiga se refirió al éxito que ha tenido la obra. “Bueno, fantástico. Es un premio del público, hemos logrado partir en pleno invierno, y ahora estamos sobreviviendo al verano con un marco de público excelente, así que nos parece fantástico, no solo por nosotros, sino también por el público, que se va con una buena experiencia y una buena comedia para su casa.
Por su parte, Carlos Díaz afirmó que “es súper importante que la gente empiece a salir, que empiece a ir al teatro y, sobre todo, que empiece a buscar sus gustos, ¿no? Y yo creo que ha sido una obra que le ha gustado muchísimo al público, y eso también genera un boca en boca, y que se creen más audiencias en relación al gusto de algún tipo de gente que está buscando una comedia o una obra de este tipo. Entonces yo creo que eso, no solamente para nosotros, sino que, para el teatro, es bueno que empiece a venir público y empiece a generar contenido.
Álvaro Rudolphy bromeó en torno a la cantidad de temporadas que esperan tener de aquí en adelante, señalando que “esperamos tener no solamente tres temporadas, sino que por lo menos diez temporadas. Ellos, porque yo la verdad es que tengo unos compromisos internacionales ahora, entonces voy a tener que retirarme. Pero la obra es muy buena, así que nada, da para mucho. Y que la vengan a ver, que no se la pierdan, porque si se pierden esto, es porque se están perdiendo la mitad de su vida”.
La política está más que desprestigiada en este momento, tanto desde la derecha como de la izquierda, y sabemos lo que está pasando y todo. ¿Cómo hacer humor a partir de la contingencia política sin que esto implique herir susceptibilidades del público? Porque hay cosas que son súper delicadas de tratar, temas políticos que afectan, por ejemplo, salud y ese tipo de cosas.
–Álvaro Rudolphy: Mira, esto es un tema universal. Aquí no hay contingencia relacionada con nuestro país. Es algo que ocurre en todo el mundo en estos momentos. La política, quizás, en todo el mundo puede estar un poco desprestigiada. Nosotros estamos haciendo una comedia que es uruguaya, que nosotros un poco adaptamos. Si la autoría es uruguaya quiere decir que en el fondo no es un tema que es atingente solo a nuestro país, sino que al continente y al mundo entero. Y no creemos estar hiriendo susceptibilidades.
–Cristián Zúñiga: Primero, esto no es Chile, es un país ficticio. Y segundo, yo creo que la política en general tiene bastante humor. El escenario queda corto tratando de representar el humor que tiene en general la política no solo en Chile, en Latinoamérica, en el mundo en verdad. La gente en su casa se ríe de la política, y bueno, también de algunos políticos. La obra, lo único que ha hecho en ese sentido es tomar cosas, ejemplos, teatralizarlos y dejarlos en comedia.
–Carlos Díaz: Es una sátira. O sea, en el sentido de que, tomando en cuenta ciertas situaciones que se viven en distintos países, nosotros lo tomamos, lo hacemos y lo rehacemos y al final eso termina siendo una parodia. Termina siendo un chiste, porque al final es un chiste.
Entonces, en relación a eso, todo lo que nosotros podemos mostrar en la obra es reírse dentro de una reflexión de lo que está sucediendo con el mundo en la política. Lo que está buscando Trump en este momento era inmigración, seguridad y economía. Y lo que está buscando Chile es seguridad, inmigración, economía. Si tú ves, hay una globalización muy grande en Occidente de las situaciones políticas y la búsqueda de lo que quiere la sociedad. Entonces, por eso es una obra transversal: que se hable, se tocan puntos que pueden ser en cualquier país. Y eso causa mucha risa también.
Hay un guiño bien particular dentro de la obra, que es al Ministerio de Cultura de este país ficticio de la trama. Y justamente ahora se está discutiendo mucho en torno al presupuesto de cultura que se quiere recortar para el próximo año en Chile. ¿Qué les parece la actualidad de las artes aquí, y que se estén dando estas situaciones?
–Carlos Díaz: A mí me parece pésimo. Un país civilizado, un país del primer mundo tiene que tener un presupuesto en la cultura. Sin cultura, el país no crece. Y eso está comprobadísimo en Oriente y en Occidente. La cultura es parte del desarrollo del país. Y no estamos hablando de dar un peso o dos pesos para que muestren una obra. No, es mucho más profundo que eso. O sea, la cultura es educación, la cultura es una forma de patrimonio también. La cultura tiene muchas aristas. Y si eso se empieza a dejar de lado, nosotros no estamos construyendo un país.
La construcción del país no solamente es lo económico, la construcción del país es dentro de su cultura y dentro de la sociedad. Y yo creo que es nefasto, es muy peligroso que ese presupuesto caiga como se está hablando ahora.
–Cristián Zúñiga: Sí, definitivamente es desastroso que salga rechazado ese presupuesto. Chile debiera llegar, como es la meta que se ha propuesto, a un 1% del presupuesto nacional para cultura, primero. Y segundo, que además esos recursos sean distribuidos de manera equitativa entre los artistas y entre las artes del país, porque también hay una falencia muy grande en Chile, en la forma en que se distribuyen esos dineros también.
–Carlos Díaz: Hay una cosa importante. La cultura cambia a las personas. La cultura desarrolla seguridad. La cultura, además, desarrolla educación y una mirada transversal y una mirada mucho más amplia. Si la cultura no está presente, no vamos a tener seguridad. Hemos visto cómo la cultura cambia sociedades y cambia pueblos enteros y cambia barrios enteros. Si llega la cultura, es lo mismo que el deporte. El deporte y la cultura son extremadamente necesarios para poder cambiar en la juventud y en los adultos también. Y también una mirada segura de lo que sucede socialmente.
“El guionista del presidente” continúa en cartelera hasta el 30 de noviembre en Teatro Mori Vitacura. Las entradas se pueden adquirir a través de Ticketmaster.