Entrevista a Mariana Di Girolamo y Leo Medel, protagonista y director de la película de realidad virtual Hotel Zentai

Hotel Zentai nos tiene muy intrigadas, tanto por su formato como por su temática, por eso conversamos con director y protagonista para saber más de la realización de este largometraje. Esto fue lo que nos contaron Leo Medel y Mariana Di Girolamo:

Zentai
POR @PATYLEIVA
El tráiler de Hotel Zentai, la película en realidad virtual del director Leo Medel protagonizada por la actriz Mariana Di Girolamo, integrará el programa de “Trends Presents” durante NEXT, espacio dedicado a la realidad virtual en el Marché du film del Festival de Cannes.

Antonia Zegers, Alejandro Goic, Fernanda Ramírez, Eliana Albasetti, Daniela Geisse y Ricardo Weibel integran el elenco de este largometraje que gira en torno al mundo del zentai, un fetiche sexual en que se usan trajes de lycra o nylon que cubren el cuerpo completo.

La película hará un circuito de festivales con competencias de realidad virtual el segundo semestre y tendrá su estreno en Chile a finales de este año. La película nos tiene muy intrigadas, tanto por su formato como por su temática, por eso conversamos con director y protagonista para saber más de la realización de este largometraje. Esto fue lo que nos contaron Leo Medel y Mariana Di Girolamo:

Zancada (Z): Qué significa para ti (y para la película) tener este espacio en el Marché du film del Festival de Cannes?
Leo Medel (LM): Es el mercado de producción cinematográfica más importante del mundo. De alguna forma significa la consagración del cine que hemos estado haciendo por casi 10 años. Ya pasó el tiempo en que nuestro cine era el “Cine del Futuro” y comienza a entenderse que tiene una relevancia para el momento presente.

Z: ¿Cómo se conocieron? ¿Cómo se armó esta dupla?
Mariana Di Girolamo (MDG): Yo tenía un compañero en la escuela (de actuación de la PUC), Pedro García, que trabaja en Merced, que en ese momento estaba paralelamente estudiando con en la Chile y Leo fue su profe.
LM: Lo llevé a trabajar conmigo, el Pedro es muy talentoso.
MDG: El Pedro era compañero mío en la escuela, en primero, era muy gracioso, un chico medio metalero. Duró un año y se fue a cine.
LM: Igual fue ser loco porque yo le dije al Pedro “¿tienes el teléfono de la Mariana?”, porque la quería invitar al estreno de Coach, y la Mariana dijo altiro que sí, y fue como tan buena onda, por whatsapp esto no más.

Z: Acá Mariana ya era famosa, o sea tú la conocías a ella pero ella no a tí.
LM: Claro. Y le pregunté por WhatsApp si es que había hecho algún largometraje, si le interesaba y me dijo que no había hecho y que sí le interesaba, y…fuiste esa misma tarde, ¿o no?
MDG:
LM: Fue esa misma tarde a hacer un casting. Yo iba a hacer esa película con otra actriz y no había caso, no lograba que fuera a ningún ensayo, ninguna reunión. La Mariana fue altiro, hicimos un casting-no-casting.
MDG: Ah y yo estaba casi enojada. El Leo me dijo “ya, cuándo partimos trabajando” después del casting-no-casting, y yo “disculpa pero tú no me has hecho ningún casting, como “¿¡qué es esto!?, ¿Por qué me elegiste?”, o sea, no entendía, aparte que no tenía experiencia en largometraje, ni tampoco en castings. Y el Leo me explicaba: “no es necesario… yo trabajo mucho desde el feeling”. Le interesa la instancia de conversación, es muy perceptivo, y ya, nos tiramos a la piscina a trabajar juntos. Me he dado cuenta que en Merced trabajan mucho así, como una gran familia. Yo creo que eligen con pinzas con quienes trabajar y van eliminando a los que no aportan.
LM: Es muy como de primera impresión. Nosotros nos quedamos trabajando casi siempre con la misma gente y tratamos como de no cambiar de equipos.
MDG: Funciona mucho por recomendación el Leo también. Por ejemplo, cuando yo iba a hacer Harem contigo, le conté a la Patricia Rivadeneira y me dijo “qué choro, yo quiero hacer una gueá así”. Y le dije ya po, y terminó actuando en Harem. Lo mismo la Feña Ramírez. Es un agrado trabajar con los chiquillos. Ahora somos vecinos (risas).
LM: Fue como trenes que chocaron, como “ya, listo, hagámoslo, ya, ya, listo”.
MDG: Súper de tirarse a la piscina porque igual lo que trabaja el Leo es, no sé si experimental es la palabra, pero no es como los casting que yo estaba acostumbrada a ir. Es distinto, este es el proyecto y muchas veces no hay un guión estructurado. Hay una escaleta, hayan story pero vas no más. Y a mí me gusta trabajar así, el arrojo.

Z: ¿Tú necesitas que el actor aporte en el momento, no sólo que te obedezca?
LM: No, me carga que me obedezcan. En verdad de todo mudo estoy esperando siempre… yo tengo la sensación de que tengo que ordenar la película, como cuando los directores de orquesta dirigen. Yo no tengo ninguna necesidad de sentir que tengo control sobre lo que se está haciendo. Hay gente que sí, y, no sé, es respetable en ese ámbito. A mí me gusta que me propongan la foto, que me propongan el montaje y decir sí, no, más acá… Y lo mismo pasa con los actores. Ahí tu ves una diferencia fundamental. Hay gente que es extremadamente creativa, que propone. Ahí hay una cosa que me pasa con la Marina y es que propone y que es muy rigurosa para decir: “mira, podríamos hacer esto que está un poquito corrido para allá”, pero modifica esto que se está haciendo, y es muy interesante trabajar así. Por una parte ser expresiva, ser creativa y otra super metodológica y sistemática también. Porque de repente si tenís a alguien demasiado histriónico, obvio que te va a proponer cualquier cosa que se le ocurrió en ese momento, o alguien que es demasiado conservador puede ser que solamente te esté diciendo “sí, sí” y eso es fome.

MDG: Y aparte que la realidad virtual se trabaja con márgenes súper establecidos. La primera película que hicimos era súper íntima.
LM: Y Harem es más grande.
MD: Claro, como para recalcar eso que tú dices, de proponer pero dentro de ciertos límites. Yo soy súper estructurada, de hecho me gusta que encuentres que propongo, porque a veces encuentro que no propongo tanto, porque soy muy matea.
LM: En Harem, la Mariana estaba haciendo un personaje que es un ser extraño. Yo lo que pensaba era en una dominatrix que se pareciera a Laurita (Laurita de Carrusel de niños), que todo el rato estuviera diciendo que todo era amoroso. Y la Mariana sacó un personaje de esa juntura que era como histriónica, como hacia arriba, hacia afuera. Y a mí me encantó.
MD: Era muy entretenido. Aparte que cuando uno está en el ritmo de las teleseries, todas estas cosas que son tan ricas, para mí al menos, como actriz, la grabas en los tiempos libres, entonces yo me acuerdo que llegué a la película de la grabación, a filmar al toque, y quizás no tuve mucho tiempo de grabar un trabajo previo de investigación. El Leo me mandó unos audios, pero era en el momento de la acción empezar ahí a arrojarte, y eso sí uno lo puede hacer en la medida que exista un equipo como el que existe en Merced. Aparte que ya son caras más familiares, está la confianza. Aprovechar de actuar una escena con la Paty (Rivadeneira) que era como nuestra jefa dominatrix, era todo muy entretenido. A mí me gusta aprovechar esas instancias. Después me voy a arrepentir… (risas) pero lo trabajé ahí en la carrera en realidad.

Z: ¿Por qué pensaste en la Mariana para Hotel Zentai?
LM: Es que ahora ya pienso en la Mariana para todo (risas).
Pero también fue chistoso porque cuando yo le fui proponer a la Mariana, ella me responde de la misma forma, porque nos sentamos a hablar de lo Zentai y ella me iba abriendo los ojos, y de repente me dijo “ya, ya, hagámoslo, hagámoslo”.
MD: Y cuando me vi con el traje amarillo patito dije “¿¡Por qué!? ¿¡Qué es esto!?” (risas)

Z: ¿El tema coreográfico era necesario por el Zentai o por la realidad virtual?
LM: ¿Sabes? No, ninguna de las dos cosas. Yo soy muy fanático desde que entré a la escuela de cine de un cineasta que se llama Tsai Ming-liang, que es un cineasta que yo creo que le gusta a una cantidad inmensa de cineastas en el mundo, pero no es pop. De sus películas acá en Chile yo creo que se ha estrenado comercialmente una. Tsai Ming-liang tiene, por ejemplo, una película que no es erótica, es derechamente pornográfica, pero que tiene musicales al interior y tiene escenas inverosímiles, son completamente saltadas, pasan como de golpe. Se parece mucho a Ranma y medio. Es un cineasta muy contemplativo, muy silencioso. Es del punto en el que el cine contemplativo se empezó a volver importante en los festivales y dio la casualidad que Tsai Ming-liang hizo una película –Tsai Ming-liang está cada vez más raro, hace unas películas extrañísimas, no sé dónde se dan esas películas– de realidad virtual para competir en Venecia el año pasado y dicen que es una cosa extremadamente pegada. Y yo, pensé inmediatamente que teníamos que hacer un película sin texto por el tema de los subtítulos, y las películas de Tsai Ming-liang son películas silenciosas. Yo pensaba, ¿por qué Tsai Ming-liang no hizo una película como Tsai Ming-liang para realidad virtual? ¡Calza perfecto! Entonces esta película tenía bastante de eso, está súper fundada en ese espacio. Y los musicales tenían que ver con eso, que en el fondo es una operación muy sencilla, es como: tienes una película muy pegada, muy contemplativa, y cada cierto tiempo tienes que reactivarla, tienes que volver a enganchar al espectador. En este caso lo que nosotros usamos fueron musicales y unos narradores que cuentan la historia en off.

Z: ¿Eso sí se puede, técnicamente? ¿Los narradores?
LM: Sí, el narrador también es un personaje que encamina. Es como Carlos Pinto, encuentro yo (risas). Él habla y todos los personajes están congelados.
MGD: Y su voz se dobla en distintos idiomas.
LM: Claro, entonces no tenemos que doblar toda la película, tenemos que doblar una sola parte.
MDG: Aparte que él está con traje Zentai, no hay que hacer lipsync.

Z: Entonces es una decisión de comunicación y expresión.
LM: Es una decisión que tiene que ver con lograr insertar una película que hagamos nosotros acá en Chile en cualquier contexto, en cualquier mercado, en cualquier festival. A eso estamos apelando.

Z: ¿Habías hecho musicales o coreografía?
LM: Había hecho musicales porque yo trabajo mucho en videoclip. Hay dos películas que tengo que tienen musicales pero no de este tipo, no coreográfico, no bollywoodences como esto. Esto es Yeimi Navarro.

Z: Y esta música, ¿se compuso especialmente?
LM: La compuso la Mars Cat, que es la compositora con la que yo trabajo todo el tiempo.

Z: ¿Y los trajes?
LM: Los trajes los pedimos a China. Son verdaderos trajes Zentai recomendados por un Zentai verdadero.
MDG: Que grabó con nosotros un día.

Z: ¿Él fue el que te empezó a contar que esto existía, o no?
LM: Sí. Anoche estuve con él y me contó de sus experiencia. Porque sus experiencias habían sido todas más pequeñas, nunca habían sido con 20 personas. Y estaba extasiado.
MDG: Es que él lo vivió como una experiencia real. Lo otros chicos lo estábamos representando. No lo había pensado. Él vivió su experiencia Zentai con 20 bailarines. Se frotó realmente.
LM: Dijo que se había sentido como disuelto. La narración que hace él de la experiencia es muy interesante. Es sicólogo, entonces habla como de la forma de disolución del Yo. Es súper interesante. Lo pusimos en un par de escenas, una con la Antonia (Zegers), que Antonia no encuentra su vestido y él se lo pasa y súper bien. Eso estuvo muy interesante.

Z: ¿Cuánto dura la película?
LM: En este momento está en 1 hora y cuatro minutos. Yo estoy esperando que dure 58 ó una hora.

Z: ¿Y cómo la ve uno?
LM: En realidad virtual, con un headset que tiene un teléfono. En el fondo, sí es un espacio 360º, te das vuelta y el lugar hacia donde mires es parte del todo que estás viendo.
MDG: Pero son situaciones simultáneas, ¿o no?

Z: Como tú decides a qué mirar, ¿te puedes estar perdiendo de algo?
LM: Ah, claro.
MDG: Es es el trabajo del sonido que me explicabas.
LM: Hay una cosa jerárquica con respecto a qué está pasando. Generalmente hay uno o dos personajes que están en escena primero y hay dos o tres cosas pasando al mismo tiempo.
Ahora, es una película donde yo ya aprendí algo, me di cuenta de que es necesario que la realidad virtual no sea libertad absoluta. Que tú como espectador no estés mirando para cualquier lado. Tu mirada tiene que ser orientada, con la posibilidad, claro, de experimentar el contexto completo, mirar para un lado, mirar para el otro, ver lo que está pasando pero en las situaciones importantes-importantes, que sea ordenado. Yo creo que ese es un problema de la realidad en el mundo en este momento, que todo es todo al mismo tiempo. Como que se entiende que para que algo sea en 360º, tienen que estar pasando cosas en todos los al mismo tiempo, entonces, a donde tú mires va a pasar algo, pero eso genera una sensación como de paranoia en el espectador, “¿Qué pasa si miro acá y atrás está pasando algo?” Y empiezas a mirar a los dos lados, que es lo que tú haces cuando tienes miedo, mirar allá, mirar allá, mirar allá… y te empieza a dar angustia. Entonces le tienes que ordenar pie las cosas al espectador, al usuario, no sé cómo decirle todavía.

Z: Yo creo que es espectador, aunque claro, usuario porque está adentro.
LM: Claro, está haciendo uso de un sistema de inmersión.

Z: ¿Tú sueles ver películas en realidad virtual?
LM: He visto todo lo que he podido.

Z: ¿Por diversión o por estudio?
LM: Es como las dos cosas al mismo tiempo. Pero lo que pasa es que no hay muchas películas en realidad virtual. O sea no hay mucho largometraje de ficción en realidad virtual. Hay videos, hay experiencias en realidad virtual, hay algunos cortometrajes, hay algunas películas documentales.
MDG: Aparte que no es fácil acceder. A mí mucha gente me preguntó “cómo la voy a poder ver”, y no tiene generalmente acceso a ver cine en realidad virtual. Por ejemplo el Leo para Constitución habilitó una salita, eran funciones para 20 personas, hubo mucha gente que se quedó fuera. No hay cultura de realidad virtual aún.

Z: ¿Y piensan hacer un lanzamiento después del festival?
LM: Sí, a estas últimas dos les vamos a dar con bombos y platillos. Para Harem ya tenemos comprometidos un par de museos, muy interesante hacer un lanzamiento en museo.
MDG: Tienes que ver The Square.

LM: Hoy día tenemos las fotos de Cinema Chile, que es la agencia del cine chileno afuera y nos llamaron ellos para que ingresáramos Hotel Zentai en el catálogo, entonces ya se empieza a sentir como un cambio de mirada, porque cuando nosotros hicimos Constitución no nos pescó nadie. O sea, nos pescó Cinemark primero. Igual es grave que te pesque primero el privado. Que el privado tenga el ojo para ver que es una cosa que viene, y que el Estado esté concentrado –que está súper bien que esté concentrado en las películas de Pablo Larraín, en las películas de Lelio, porque esto está pasando–, pero también se necesita tener cierta mirada a futuro que yo siento que el Estado tuvo muy claro a comienzos de los 90, a la vuelta de la democracia, la necesidad de estructurar una cinematografía porque los países que tienen cinematografías desarrolladas en el mundo son países que están bien tasados económicamente. Si tú tienes una cinematografía que funciona, es una forma de comprobar que tienes una economía relativamente estable. Pero también, en ese momento se pensó a futuro, y en este momento también se debería estar pensando a futuro en cuál es el cine que viene. Yo creo que el cine que viene tiene mucho que ver con la realidad virtual.

Z: ¿Cómo crees que se viene ahora el tema cultural con el cambio de gobierno?
LM: No… Vamos a tener oscuridad (risas). Pero acá en Chile nos quejamos del Consejo de la Cultura y de los fondos como nos quejamos del Metro de Santiago. El Metro de Santiago es uno de los mejores metros del mundo, pero los fondos son como de tía de jardín, le entrega premios al 60% de los postulantes. Y cuando alguien se queja porque perdió el fondo, bueno, es muy probable que el próximo año lo gane. Es una muy buena estructura de fondo porque eres evaluado por tus pares, eres evaluado por otros artistas y eso implica que no hay una injerencia del gobierno de turno en las políticas de representación. No puede llegar un gobierno y decir: miren, lo que tienen que mostrar ustedes ahora es esto. Fue bien pensado por la gente que hizo la campaña del No y que recuperó la democracia, puso cierto lineamientos, le puso ciertas condiciones al espacio político que tuvo que aceptar en ese momento y que se mantienen hasta hoy.

Z: ¿Ustedes han ganado fondos?
LM: Sí, nosotros hemos levantado fondos, no estos últimos años. Ahora nos ganamos para Harem un fondo de post-producción, que es más pequeño pero funciona. Y a mí me parece bien que no nos hayan dado los fondos a nosotros estos últimos 3, 4 años, porque a nosotros nos dieron el fondo cuando éramos muy chicos y nos sirvió para empujar esta cosa. Entonces siento que está bien que le corresponda ahora a los chicos también.

Z: Mariana, cuéntame una manía de Leo:
MDG: Uy, varias. Aparte de tomar café y echarle mucha azúcar…
LM: Es que me crié cerca de cubanos (risas).
Z: Buena excusa.
MDG: Bueno, al Leo le tiritan las manos.
LM: Tomo Clorazepam como anticonvulsionante. No es epilepsia propiamente, pero tengo un nivel bajo de convulsión. Entonces me dijeron en un momento que además de tomar este anticonvulsionante tomara el remedio para no tiritar y yo dije no, no puedo. ¿Tú crees que me tiritan las manos por el café?
MDG: No, te tiritan las manos porque te tiritan las manos. Pero no tiene tantas manías. El Leo tiene harta paciencia, entonces no es una persona muy “maneá”, tiene algunos tics como tocarse la barba…

Z: ¿Pero no manías rodando? ¿Algún método específico para actuar?
MDG: El Leo lee mucho, en ocasiones me ha pasado libros con cosas marcadas, películas, siempre muchos referentes, el trabajo de la respiración… que eso a mí también me ha costado. Yo trabajo en televisión, entonces hay que entender que aquí todo se reduce al gesto más mínimo y que todo cuenta. Trabajar con las respiraciones, ponte tú para el corto, buscar la rabia desde la respiración, la angustia… Te hace probar hartas cosas pero con modificaciones muy mínimas. También ahora en Hotel Zentai, cambiando algunos gestos. Pero es muy propositivo, escucha la propuesta del actor, llegamos a un consenso. Nunca te va a decir “no”, vamos a probar lo que yo proponga aunque sea cualquier cosa y él sepa que no va a funcionar. Pero manías no.

LM: Yo creo que tenemos esa manía que dices tú, de manada. No queremos nunca que se nos metan alienígenas. Tenemos una cosa así como de clan. Yo creo que las manías que pasan por ahí.

Foto: Pablo Fattori @anteojoscirculares
MUA: Maité Legua @galaxiarosa
Asistente Foto: Nacho Gormaz @nachogormaz
Vestuario: Claudio Paredes @claudio_paredes