Por @patyleiva
Big Little Lies 2 nos da una nueva posibilidad de ver a Meryl Streep hacer gala de sus dotes actorales como un verdadero lujo de la televisión.
“Eres muy baja”. No podía creer lo que Marie Louise, su personaje, le decía en su cara a Medeline (Reese Witherspoon), seguido de un “encuentro que la gente pequeña no es de fiar… me cuesta mucho leerte…”, todo en una conversación de cafetería que escaló de forma inesperada provocando asombro y hasta risa.
“Disculpa, es sólo que yo me considero buena para leer a las personas, pero tú siempre te has presentado como tan difícil de descifrar. Pareces una buena persona, amorosa, pero también se ve que eres una “wanter”… Hay gente que es feliz con lo que tiene, pero hay otras que “quieren/desean”…”.
“No soy una wanter”, responde una ofendida y desconcertada Madeline.
Porque Mary Louise, la madre de Perry (Alexander Skarsgård), una de las importantes novedades de la segunda temporada de esta excelente serie, viene con todo. Es una abuela cariñosa, una madre devota, pero una suegra inquisidora también.
Hay otra escena más que me parece clave para describir al personaje, esta vez, en la mesa con sus nietos y su nuera, donde tampoco podía dar crédito de lo que estaba viendo. Maestra.
La cosa está muy peluda en la segunda temporada de Big Little Lies. La presión está dejando cagadas nivel Dios en todas las casas, los secretos que se escapan son de alto calibre, y las farsas van cayendo una a una (apenas se puede creer que todos hagan una vida “normal”), a veces en un solo episodio.
Celeste, Madeline, Renata, Jane y Bonnie, las Monterrey Five están, paradójicamente mostrando sus verdaderas esencias cuanto más tratan de ocultarlas. Quizás sea Bonnie la más transparente con este cambio, y Jane la más inocente, pero los grandes coletazos le están llegando a Madeline y Renata donde más les duele: en el amor y en el status socioeconómico.
Celeste es el personaje más complejo de todos, me parece, porque fue constantemente abusada por quien finalmente fue la víctima fatal de esta cadena de situaciones de agresión, pero tiene la contradicción del amor que le profesó, de su imagen como padre y como hombre, a la que, como su sicóloga ha podido detectar, es adicta.
Las consultas con la sicóloga son lo mejor. Dan ganas de tomar nota de sus herramientas y ejercicios para echar mano a esa sabiduría cuando nos sentimos sobrepasadas por un dolor o una contradicción, o cuando una amiga –como sucede en la serie–, viva en una relación tóxica que no la deja seguir adelante.
Me impresionó mucho cuando le dijo a Celeste que reviviera una situación específica de violencia de Perry hacia ella, y le pidió que ahora imaginara a Madeline en su lugar. Fue súper doloroso pero así la hizo ver que no podría tolerar la situación al ver que se trataba de una amiga. Muchos aplausos para el guión.
Quedan cuatro episodios de esta segunda temporada, que fue concebida debido al tremendo éxito de la primera. Esta vez una mujer fue reclutada como directora, Andrea Arnold, quien ahora acabo de conectar con Fish Tank, una excelente película protagonizada por Michael Fassbender que dirigió el 2009 con una sutileza única, mostrando un ambiente de violencia, pobreza y a la vez belleza, personificando el miedo de manera inesperada y sutil. Una seca.
Desde la primera temporada de Big Little Lies, estrenada el 2017, que la serie adquirió una atmósfera propia, la playa juega un papel muy importante en los paisajes, el puente, los trayectos y un filtro verde azulado que enmarca esta situación de lujos y miseria de espíritu combinadas, tal como lo hacen el amor de madre, de amigas yd e pareja con la violencia y el crimen.
Les dejo el soundtrack que también es parte importante de este mundo creado por Big Little Lies, además que el día está ideal para escucharlo.
Empecé a ver esta serie justo en un momento que dejé una relación super abusiva, estar en dicha relación ya de por si fue heavy, después viene la culpa, de decirme, por qué aguanté todo esto? son muchas fases, todas complejas. Esta serie toca muy bien esto, lloré con la escena cuando la terapeuta hace el ejercicio que se imaginara que es su amiga en esa situación…