No sé cómo considera la gente a Enrique Vila-Matas. Para mí, ha sido un misterio tan grande de resolver que he tenido que escribir varias veces este post. Porque a veces tengo la impresión que Vila-Matas es un autor conocido, muy conocido. Pero a ratos pienso que nadie lo conoce, que si lo nombrara, algún día, nadie respondería nada.
Entonces, cuando leí los dos libros que han llegado a Chile del escritor español, no supe si era necesario hablar de ellos, ya porque era muy obvio, o porque a nadie le interesaba. Los dos libros (la colección de ensayos Una vida absolutamente maravillosa y la novela Lejos de Veracruz) son antiguos, y editados por Debolsillo hace unos meses luego que Vila-Matas dejara la editorial Anagrama y comenzara un peregrinaje de sellos que lo ha llevado a Seix Barral o la misma Debolsillo (de nuevo, no sé si eso es obvio o desconocido).
Esas reediciones, sobre todo Una vida absolutamente maravillosa, son particularmente interesantes. Primero, porque los ensayos o columnas de Vila-Matas en libros son difíciles de hallar. A veces, si uno se topa con las columnas que escribe en El País, y nota lo buen columnista que es, o se hace cómplice de sus obsesiones -de Pessoa, de Kafka, de los escritores como personajes- pensará que esa reedición es necesaria. Pero yo no sé si ustedes lo han leído en El País (pueden encontrar más info de sus columnas aquí) así que quizás el interés sea solamente mío.
Y entonces me acordé de ese cliché que la gente ocupa para caracterizar a otra: “te puede caer bien o mal, pero no te es indiferente.” Yo pensé lo contrario acá. Pensé que, quizás, por bueno que sea, Vila-Matas es un escritor que puede dejar indiferente a muchos. Yo no estoy en ese grupo y por eso escribí el post.
*zancudo invitado
Justo compré ayer Dublinesca para empezar a conocer a Vila-Matas, buscaré estos también. Se agradecen estos post literarios!
A Vila Matas lo conocí hace un par de años en un cursito alternativo con Jorge Edwards y desde ahí se me volvió obsesión… cuando supe que había dejado anagrama, fui feliz… sus libros se volverían accesibles. Tengo varios títulos encargados a amigos que se van un rato a España o Argentina (y la “asesina ilustrada” impresa en papel “de lujo”, jajajjajajaja).
No sé que pensará la gente de Vila Matas… yo lo recomiendo harto (sobre todos a los obsesivos con las letras como una) y bueno, un amigo que me trajo el último (doctor Pasavento en versión compactos de anagrama… que obviamente acá no está), se trajo otro de Vila Matas con no sé quién, que me lo traía de regalo, pero se enganchó tanto que se lo dejó para él. Mala suerte la mía que a la gente le guste Enrique.
me encanta este tío, porque además lo vi un par de veces en Barcelona y me pareció sencillo y que escogía las palabras precisas para todo. además, por ir a verlo a él, conocí a la señora de Bolaño. tiene caleta de libros y he leído solo un par, me gusta Bartleby y compañía y París no se acaba nunca. saludos!
gracias por el post.aun no lo leo,pero tengo muchas ganas de leer lo que mas pueda ahora que tengo tiempo.
Quer raro tu post. No entendí el punto. En fin, quizás mi comprensión de lectura no es tan la raja como yo creía.
En Buenos Aires me compré “Lejos de Veracruz” solamente por la forma en que comienza. Se me hizo un poco latero en algunas partes, debo confesar. Lo recomendaría para gente que realmente le gusta harto leer. No para comenzar. A ver si me compro el otro libro luego.
jaja si, cómo que está disculpándose por gustarle este autor, una especie de conflicto. Me gustó el post, porque me dieron ganas de leerlo!!!