por Lola E.
Llevo poco mas de 2 años trabajando desde una piecesita-escritorio ubicada a 1 paso de mi dormitorio. Todavia conserva decoraciones infantiles en las paredes por su uso anterior (dormitorio de bebe, por eso la opcion de trabajo freelance…). La tengo amononada enteramente a mi gusto, con todos los cachureos que quiera, todas las fotos pegadas sin asco en las paredes, peluches, linea telefonica aparte, funciona perfecto… pero le falta algo impresindible para mi. GENTE. Necesito copuchar, comentar, echar la talla, pelear y desahogarme. Necesito mi grupito aparte de los integrantes de mi familia. Necesito un espacio donde llegar, en definitiva salir. Ya no puedo
seguir encerrada en mi castillo.
Por muy cómodo, tecnología de punta que pueda uno tener su oficina-hogar, no es lo mismo que llegar a tu oficina en otro lado. Desde salir en la mañana y tener que darse, minimo, una manito de gato, escuchar musica o noticias en el auto, tomarse un cafecito copuchando con los compañeros de trabajo.
Trabajar freelance tambien tiene muchas gracias, sobretodo el manejo de tu tiempo. Pero no hay como el cafecito copuchado de las mañanas.
Yo se como te sientes, pero hace poco un amigo a quien quiero mucho me dijo que mejor uno debe disfrutar lo que en el momento se vive y se tiene en cuanto a trabajo, en vez de cuestionarse tanto como es o como ira ser. Free lance es entertenido, pues tu eres casi tu propia jefe y si echas de menos copuchar con compañeros, solo busca pasatiempos donde puedas tener compañía y hacer vida social en tu tiempo libre así serán menos solitarios tus días, el telefono también ayuda, yo tengo unas amigas muy buenas para hablar y telefono adictas que me llaman cuando estoy trabajando en casa, claro ahora van a echarme de menos, pues cada vez estoy menos en mi taller, porque mi part time ya es de media jornada y el otro trabajo del negocio familiar también, en uno siempre veo gente, en el otro solo a mi jefe y en mi taller estoy sola, parece loco, pero llevo varios años en esta onda, solo debes organizarte para lograr tener más compañía.
tienes razon cata, ser freelancer tiene hartas gracias. pero el haber compartido mas de 5 agnos en una oficina con 5 mujeres mas, es una experiencia que no se olvida y crea lazos fuertes. y sobretodo crea nostalgia. se echa de menos y no es tan facil volver a tener algo asi.
a todo esto, igual no cambio mi estado de freelancer… a lo mejor me hago de una oficina y me traigo un par de amigas.. no lo se.
me pasa lo mismo. Tengo que organizar almuerzos con compañeras (casi todas tienen oficina y tienen una escuálida hora para almorzar), hablar por msn, pero no se compara a sacar la vuelta, ver gente alrededor que hace lo mismo y no trabajar a veces indigna en pijama.
Pero de todas maneras que no estar amarrada al horario laboral es más saludable, aunque no tenga una piececita para mi…
Cierto, cierto. yo estoy en las mismas que tú. trabajo freelance, sola y extraño mucho el copuchenteo. El ataque de risa, el pelambre. Eso si, me desquito cuando salgo a reuniones con clientes…me pego conversando y dp no quiero venir 😀
Capaz que nos salga grupo y arrendamos una ofi entre todas XD.
opino exactamente lo mismo. Para mi, el café en las mañana es indispensable. Y qué mejor que conversando o pelando. En mi caso, prefiero trabajar rodeada de gente, se pasa mejor. Sola creo que me aburriría.
lo que hace grato tener que trabajar en otro lado es que en algun minuto sabes que se acaba la jornada y puedes partir a tu casa, que a esas alturas del partido ya la extrañas.
cuando trabajas en casa…la jornada no acaba.
fumar el puchito con los compañeros tambien es notable
a eso iba, a esos momentos de relajo en la pega.. si estas sola, con quien te relajas? y lo de darle un final a la jornada de trabajo es la pura verdad. tener que computador en la casa es para no despegarse nunca. era lo mejor estar trabajando, mirar la hora y darse cuenta que ya solo quedan 10 minutos para irse a la casa. y, por supuesto, terminar esos 10 minutos comentando con tus compañeras/os que solo queda 10 minutos y etc., etc. el copuchenteo de termino de jornada.