Cómo el baile arregló mi humor (y mucho más)

BAILE PP
por Joce Acuña

Tengo varias amigas -como todas ustedes- que van al gimnasio, hacen clases de yoga o están en Zumba… A mí nada de eso me convenció: estuve un año en trotadoras, bicicletas y haciendo pesas pero no me comprometía con el asunto; no le ponía empeño, hacía los ejercicios fáciles o me ponía a ver el celular. Pasé por yoga y me dio sueño, y nunca me gustó Zumba porque nadie enseñaba los pasos, tenías que seguir como pudieses (ojo, en este caso quizás tuve la mala suerte de no dar con el profesor indicado, pero fue).

Lo único que me convenció un poco fue pilates, porque mi elasticidad mejoró ene. Duré unos cuatro meses y luego lo dejé porque también me aburrió. El asunto es que por cosas de la vida estaba buscando algo en qué distraerme, y en eso estaba viendo algún video con coreografía y dije: “debería probar bailando”.

La última vez que había hecho algo parecido iba en séptimo básico, y digamos que nunca fui buena, de hecho en las discos siempre hago el mismo pasito y ojalá tenga en mis manos un vaso porque por una extraña razón así me suelto más (a quién no le ha pasado). El asunto es que recordé que los Power Peralta tenían una academia y de pronto me vi en mi primera clase de prueba, que era de Dancehall: para las que no saben, es como bailar Sean Paul.

¡Fue otra cosa! Encontré genial que te enseñaran paso a paso y que luego hicieras una mini coreografía EN SERIO. Miraba a mi alrededor y había mujeres y hombres de distintas edades: desde niñas de 14 años vestidas para bailar en un videoclip, hasta “señoras” como yo sub 26 que intentan hacer algo con su tieso cuerpo… Algunas bailaban como si nada, expertas en el asunto, pero aún así no me sentía como la que no cachaba nada; todos están en actitud de aprender y eso me gustó ene.

Decidí inscribirme a mediados de marzo, y el tema pasó a ser qué clase tomar… Me arriesgué y tomé una clase que nunca se me hubiera pasado antes por la cabeza, una vez por semana: reggaetón. Sí, era súper prejuiciosa con el asunto, pero quería hacer algo diferente y la ventaja de este estilo es que mezcla reggae, salsa, merengue y mucho hip hop, y ni hablar de la personalidad que hay que tomar para bailarlo.

Eso es súper importante: durante este tiempo el baile no sólo me ha servido para distraerme, ya que debo estar una hora pensando sólo en seguir y aprender pasos, sino que además para sacar MUCHA personalidad, MUCHA actitud, porque no sacas nada siguiendo a la o el profesor si no tienes la energía y las ganas de entregar algo. Me enseñó a mirar bien al frente, a mirarme al espejo y dejar de ver cosas malas en mí, sirve mucho para el autoestima y para descubrir cosas que pensabas no podías hacer. De verdad que incluso hasta para caminar en la calle ahora me siento diferente.

Obviamente están los efectos colaterales: se te afirman las piernas, los brazos, el abdomen, te sueltas más (obviamente) y te cambia mucho el humor. Cuando salgo lo hago súper motivada porque logré algo diferente a la clase anterior o porque pude seguir mejor la coreografía. Ahora voy dos veces a la semana y además probé clases de New Style, una hora de la que salí totalmente empapada.

Si buscan hacer algo diferente, quizás el baile es la opción. Yo la verdad es que nunca me vi en esto y al parecer se nota que me hace bien porque ya cuatro amigas me han preguntado qué onda el lugar. En lo personal, les digo que depende de la persona si te va a gustar o no, pero yo después de esto, tengo para rato para seguir mejorando y sudando cada semana.

Foto: @powerperaltadancestudio

6 Comments

  1. Que bacán! Yo soy tiesa, onda un tablazo y para peor super descoordinada. Me llama ene la atención ir a una academia para aprender a bailar pero me da vergüenza por lo tiesa que soy. Te enseñan desde cero o hay que tener una base?

    • tu dale!!!…de a poco uno va perdiendo la vergüenza y comienzas a ser más coordinada…sólo debes tener ganas y ser constante :D…atrévete!…

  2. Yo bailé danza árabe por dos años y siento que marcó definitivamente mi relación con mi cuerpo. También era super descoordinada, juraba que nunca podría mover las caderas y la verdad es que no sé cómo se me ocurrió meterme a ese tipo de baile.
    Pero aprendí paso a paso, descubría que la técnica para mover las caderas está en las rodillas, no en la cintura, y desde ahí en adelante fui feliz feliz bailando! Lo hecho mucho de menos, pero por mil cosas domésticas no puedo volver.
    Esas horas de clases eran muy felices! Terminé haciendo una presentación a fin de año, en un teatro y me creía la raja! Además como es full femenino se da un compañerismo muy especial en clases y me hice grandes amigas.
    Hoy tengo una relación totalmente diferente con el baile y lo recomiendo especialmente para las que se sienten que le pegan cero y que jamás podrán seguir una coreografía.

  3. bailar es lo máximo a mi me pasó igual, y de a poco uno va agarrando más personalidad y la vergüenza la vas dejando atrás….muy buen ejercicio y terapia para olvidar todo lo malo que te pudo ocurrir durante tu dia, sólo te concentras en tu cuerpo y en la música……

  4. Yo soy a-ritmica y tomé Girly por un año… A pesar de ser una anciana entre tanta lola, me encantó! Porque me tonifiqué de una (a pesar de que me costaba y seguía un poquito menos a-rítmica, jajaa) lo dejè hace un año por tiempo y me encantaría volver, pero con NewStyle, aunque es rudo y yo mal para los pasos. Lo de la actitud es muy cierto!
    Saludos

  5. yo tomé un tiempo reguetton con Francia, como profe la encontraba seca, la vi varias veces bailando en TV
    me gusta pero no como para tomar clases por mucho tiempo, me gusta más las clases de danza donde enseñan técnica mas que coreografias

Comments are closed.