Por @viajandoatucentro
La paciencia se puede cultivar a través de la pausa, la quietud y del silencio, pero también a través del dialogo interno que establecemos con nosotras mismas. Aquí compartimos 4 claves para cultivar la paciencia.
Vivir el presente
Al enfocarnos en el instante presente y simplemente estar, estamos cultivando la paciencia, no necesitamos estar llenas de actividades y constantes estímulos todo el día, es importante parar, apagar la tele, la música, el teléfono y hacer ayunos digitales, es decir, tener momentos de silencio exterior y conectar con lo que ocurre en nuestro entorno e interior con paciencia, observando y contemplando sin juicio.
Meditar
Meditar es una técnica que, a través de la práctica, va moldeando la mente para permanecer en el presente, para ser más consciente de quien soy, de lo verdaderamente importante y trascendental.
En este despertar de conciencia conectamos con nuestro ser, así muchas superficialidades de la vida pasan a segundo plano y nuestros temores, rabias, penas, angustias y reacciones se transmutan y esto deja de percibirse como algo que me define.
Parar
Es fundamental darse un momento de pausa y quietud para no transmitir estas emociones a quienes me rodean a través de reacciones sin filtro. Cuando no te identificas con los pensamientos que vienen a tu mente, con las emociones y con los hechos que ocurren a tu alrededor los dejas pasar y no te afectas por aquello.
Respirar
Esta es otra gran herramienta para conectarse a sí misma y observar las situaciones con perspectiva. Si te estás sintiendo abrumada e impaciente, para y respira, verás como al inhalar y exhalar lenta y profundamente durante unos minutos te sentirás mucho mejor.
Agradecer
Por lo que hay, por lo que me toca vivir, observando y aprendiendo de cada experiencia, porque de todo lo que nos pasa podemos aprender algo, vivir en aceptación y gratitud desde el ahora, perdonando el pasado y sin estar constantemente anhelando más para el futuro, porque bien cierto es que lo único que tenemos es el ahora.
Entonces si quieres cultivar la paciencia, busca pausar un poco la vorágine en tu vida, encuentra el silencio y la quietud a través de la meditación y la respiración, conecta con el presente y practica el agradecimiento, ya verás como al incorporar estas prácticas habitualmente te sentirás muchísimo más paciente y feliz.
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