En los largos minutos que duró y siguieron al terremoto del miércoles, yo me imaginaba que por lo bajo se había funado el 18. No me parecía tan terrible dadas las circunstancias, y que seguro que había gente que lo estaba pasando realmente mal en ese momento (como terminó siendo en Tongoy, Coquimbo, Los Vilos, Illapel).
Pero al otro día me di cuenta de que mucha gente había salido a comer después del 8,4°, o habían seguido carreteando, o no se habían devuelto de las mini vacaciones. Así de a poco me fui haciendo la idea de que celebrar el 18 no era algo tan demente como pensaba.
Finalmente el jueves en la tarde me fui a la playa a la que tenía planeado ir, las fondas no se suspendieron (por ejemplo me contaron que la del Parque Inés de Suárez estaba repleta, con Ana Tijoux en vivo y la gente en llamas) y de alguna extraña forma siento que estamos disfrutando este 18.
No dejo de sentirme incómoda a ratos, cuando sé que a pocos kilómetros de acá están en estado de sitio o que estoy a unos cuantos metros del mar, pero el espíritu dieciochero veo que se ha mantenido pese a todo, y parece que es verdad eso de que en Chile ya podemos seguir la vida normal casi como si nada después de un terremoto.
¿Ustedes están celebrando el 18 post terremoto?