Por Juana Marín
La historia de nuestro país –y me atrevería a decir que de América Latina– está atravesada por la violencia contra las mujeres. En “Cansada de sobrevivir, ahora me toca vivir”, el primer libro de Ela Moreno (Editorial Azafrán, 2024), la autora relata en primera persona su historia personal de violencia y abuso, que también fue la de las generaciones que la precedieron, como un destino inexorable por el solo hecho de ser mujer.
Sin embargo, a lo largo de sus casi cien páginas –que se leen muy rápido– el personaje logra no solo escapar de ese entorno violento, sino también cortar lazos con quienes le hicieron daño, para dibujar un presente y futuro diferente para ella y sus hijos.
Esta novela autobiográfica invita a reflexionar sobre los vínculos y la socialización femenina, donde “el aguante” y el silencio han ido dando paso a conversaciones sobre la relevancia de relaciones simétricas, equitativas, amorosas y, sobre todo, libres de violencia. En ese sentido, también da cuenta –desde una perspectiva personal– de cómo las mujeres hemos ido quebrando, no sin obstáculos, las lógicas patriarcales de lo que debemos o no ser, cómo debemos relacionarnos y cómo deberíamos vivir.
La autora comentó en una entrevista que le gustaría que este libro ayude a otras mujeres a sanar, invitándolas a imaginar otras vidas posibles. Su propio relato da cuenta de los obstáculos, pero también de las posibilidades que se abrieron frente a ella y que le permitieron cambiar su propia narrativa, sin definirse por el dolor ni por los eventos del pasado. Una lectura atrapante para reflexionar y conversar.
