Por Belén Leyton
Camila Gutiérrez está en el proceso de edición de su última novela. Por mientras lee diarios de vida y ensayos autobiográficos, le gusta la sensación de espiar algo que no se hizo para ser leído, por ejemplo los diarios de Susan Sontag.
Su single Y lo más violento de la felicidad iba a ser una novela que empezó en 2015, pero cambió de parecer e hizo esta versión exclusiva para Neón. Está ambientada en el apocalipsis evangélico y cómo lo vive una niña.
¿Por qué lo escribiste?
Tengo una crianza evangélica y siempre me interesó la idea del rapto. Era como mi propio relato de terror. Por un lado sientes una atracción profunda y por otro te cagas de miedo.
Cuando era chica, me interesaba mucho la idea de que se fueran todos y yo sabía que era mala evangélica, entonces me iba a quedar en un mundo sin ellos. Qué agradable, pero por otro lado me aterraba porque me iba a ir al infierno y era mi familia la que se iba.
Y en ese tiempo tenía que ver con cómo llevaba mis vínculos amorosos. Mucho que ver con esa idea del rapto: qué ganas de terminar y qué ganas de seguir.
¿Por qué no se convirtió en novela?
Creo que en un momento me quedó demasiado evidente cuál era mi lectura sobre el relato, entonces empecé a perder interés. En el final de la novela, la niña se iba a ir sola con su gato e iba a aceptar su soledad y era algo de lo que tenía muchas ganas en mi vida real. Saber estar sola.
Además, estaba deprimida y ningún texto me iba a interesar tanto en ese momento. Y también me costó lo de hacer otras voces. Quería incorporar otros narradores y me quedó un poco grande la tarea. Pero ahora no lo tengo totalmente descartado, aunque tiene que ser una novela que me pueda demorar todo el tiempo del mundo.
¿Te cuesta narrar desde otra persona?
Sí. Para hacer una voz verosímil de otros narradores, tienes que poner todo lo compleja que puede ser la mente de una persona y crearle un pasado, una manera de hablar, palabras en las que insisten, hacer tan plausible la voz de otra persona como lo es la propia.
Para mí es muy impactante esa gente que tiene la capacidad de inventarse todo, porque yo tendría que recurrir al reporteo real de alguien para hacerlo. Pero en la novela que voy a sacar el próximo año, estoy narrando en primera y tercera persona, y eso fue una manera de aproximarme un poco a vidas y narraciones otras.
¿Se puede decir que Naomi es una pequeña Camila?
Sí, pero mi yo de ese momento. Me veía en esta Naomi, una persona que se arriesga a pesar de todo, yo siempre iba al riesgo, aunque conllevara una destrucción.
Luego, en la versión que seguía de este texto, sentía que yo quería ser Naomi, ella iba a vivir mi sueño de vivir sola en este mundo. Y ahora cuando estaba escribiendo para Neón, pensé que tal vez soy Jael, que prefiere irse al cielo aunque sea fome. Necesito aburrirme.
Su relación con la música
Con tu hermano, Vicente, realizan el podcast “El amor según” donde analizan canciones, ¿cómo es tu relación con la música?
Parte de mi falta de talento musical. De repente escucho canciones y digo “Qué ganas de escribir con la potencia de esta canción”. Tengo una playlist con esas canciones que quieres seguir escuchando, pero son perfectas tal y como están. Me pasa con Dolerme de Rosalía, que es una canción muy corta y demasiado potente. La sientes redonda y perfecta, pero te genera ganas de seguir escuchándola y a la vez no. Me dan muchas ganas de replicar eso en un texto.
¿Cómo lo llevas a tus libros?
Al igual que la literatura, para mí las canciones han sido una gran influencia. Para No te ama hubo un libro muy importante: Así es cómo la pierdes de Junot Díaz, que tenía un narrador que me interesaba. Pero por otro lado, estaba la canción O Quereres de Caetano Veloso que habla de cuando alguien está en una relación, pero siempre quiere. La canción fue tan importante como el libro para escribir.
Y esta aspiración de tener soledad y no necesitar a nadie, era una idea que me quedó muy clara con una canción de Miguel Bosé, Libre ya de amores, donde dice que está libre de amores y temores y le creí todo. Pensé que hay que ser Miguel Bosé para llegar a esta trascendencia (se ríe y aclara que es Bosé antes del episodio de Bachelet).
En septiembre empiezas un taller de escritura donde leerán canciones.
Me parece que la música es una influencia más y perfectamente se puede leer. También me interesa, para efectos del taller, preguntarnos en qué medida hay ciertas herramientas textuales o estrategias narrativas que pueden replicar la emoción que te genera, por ejemplo, una guitarra tocada de cierta forma.
¿Cuáles son los músicos que te inspiran para escribir?
No soy de las personas que escribe escuchando música, prefiero escribir ante la nada. La música me pone en una emoción, entonces empiezo a creer que eso está traspasado a mi relato.
Pero hay muchas canciones que cruzan mi nueva novela, Ni la música me consuela, precisamente porque es un tema del libro. Hay una que también cruzaba el cuento, Marginália II, una canción de Gilberto Gil. La canta demasiado apacible y me transmite la idea de un fin del mundo feliz. Eso es algo que también me animó para la novela. Pero a diferencia del cuento, en el libro es de cuando el apocalipsis deja de ser amable y se vuelve devastador en serio.
También hay cierto reguetón que anima este libro. Una de las personajes escucha mucho Plan B y luego cambia su relación con la música. También la historia bíblica de David tocando el arpa para Saúl y calmándolo, y cómo después pierde esa calma. La música está presente en muchos niveles.
Hace un tiempo te dijeron suelta la novela, ¿cómo va ese proceso?
Ya está en edición y se va a publicar en abril del próximo año. Creo que coincide con el cuento en esta perplejidad de quien narra ante alguien que se transforma en una desconocida. En el caso del single, Naomi ve que su hermana se va y se siente un poco estafada por ella. Y en Ni la música me consuela hay algo de eso.
¿De qué se trata?
Son tres amigas que viven juntas y una cambia de una manera tan radical que se hace un poco irreconocible para el resto. Va a ser aburrido si digo más. Pero está todo muy cruzado por el tema de la superstición, la ansiedad, la fe.
¿Qué vas a hacer después?
Voy a hacer un libro de la historia del reggaetón. Me quiero salir un rato de la novela y dedicarme a hacer un libro que es un poquito más periodístico, pero en primera persona. Me interesa entrevistar a reguetoneros y que sea un libro con mucha información, y a la vez tenga mi propio camino. Una historia personal del reguetón.
También va a haber un libro de “El amor según”, que vamos a hacer con el Vicente y ahora vamos a salir con el podcast “La constitución según”, que van a ser 12 episodios temáticos para aclarar temas difíciles.
Así como se publicó este cuento de Camila González, todos los cuentos de Neon Singles starán disponibles por una semana y después se podrán descargar por casi un dólar en Amazon.
También te pueden interesar las entrevistas de otras autoras Neon Singles:
Victoria Valenzuela, escritora en Neón Singles: “Mi tema es romper el lenguaje”
María Paz Rodríguez, creadora de los Neón Singles y un cuento con tigres durmientes
Las reflexiones en el encierro de Eleonora Aldea Pardo, escritora en Neón SinglesLos viajes de Paulina Flores, escritora en Neón Singles
La marca personal de Begoña Ugalde, escritora en Neón Singles
El cuidado / descuido en la literatura de Bernardita Bravo
La maternidad y pandemia de Carmen García, escritora en Neón Singles
El arrojo de Romina Reyes, escritora en Neón Singles
Claudia Apablaza, escritora en la colección Neón Singles: “Perder ese contacto directo con las personas queridas, para mí, ha sido lo más violento de esta pandemia”
La montaña con helechos de Catalina Infante, escritora de la colección Neón Singles