por @patyleiva
Modern Life is Rubbish (1993) fue el primer disco completo de Blur que hice parte de mi soundtrack personal. Aunque “There’s no Other Way” y “She’s So High” de Leisure, su disco debut, ya estaban incorporados en mi memoria auditiva, fueron “For Tomorrow”, “Sunday Sunday” y especialmente “Miss America” los tracks que marcaron para siempre el comienzo de mi amor por la banda desde los comienzos de los noventas. Es imposible no remontarme a esos años en la víspera de su segunda visita a Chile, menos aún desde que anunciaron a Los Tres como banda invitada para el show del 7 de octubre.
Cuando me rompí la pata en la universidad, pasé 6 meses en cama. Seis meses sin mucha más entretención que leer, pintar y, sobre todo, ver MTV 24/7. Eran los tiempos de un MTV latino que ponía al mismo nivel la música nacional con lo anglo, manteniéndonos al día de lo que pasaba tanto en el hemisferio norte como en el cono sur. Ahí estaban “Girls & Boys” (1994), Parklife y luego “Song 2” y “Beetlebum” (1997), compartiendo el espacio con “Un amor violento” del primer disco de Los Tres (1991) en la rotación semanal de videos (ah, porque, no sé si les conté, pero ¡MTV antes daba videos!).
Especial impacto tuvo para mí –y para muchos, asumo, por la emoción al escucharla en vivo el 2013– la aparición de “The Universal” (1995), un himno a estas alturas, que irrumpió con un video lleno de simbolismos, evocando a la Naranja Mecánica y su bar Moloko, con los Blur vestidos de drugos, en medio de un selecto y extraño grupo de asistentes.
“Tender”, “No Distance Left To Run” y “Coffee and TV” (1999) con su video de las lechitas, transmitieron una dulzura y cercanía que no hizo más que reforzar un lazo inquebrantable con la historia de la banda y la mía propia.
Por otro lado, el video de “No sabes qué desperdicio tengo en el alma” del disco Se remata el siglo (1993) es un retrato perfecto de los años 90 en Chile.
Después llegaron La espada y la pared (1995), con “Déjate caer” y el declarado comienzo de lo que ya se volviera parte de su sello: integrar(se) en la historia de la música chilena con el cover de Buddy Richard “Tu cariño se me va” para seguir el mismo año con el Unplugged de MTV, donde se mandaron las cuecas que nunca más dejaron de sonar, además del debut de la preciosa “Traje Desastre” entre muchas otras fieles compañeras de los días en los que la música era mi mayor interlocutor.
“Bolsa de mareo” del Fome (1997) es otra de mis favoritas. Ver a la banda tocando en cámara lenta en la Telefónica con la cordillera de fondo, Titae en una piscina rodeado de viejitas haciendo gimnasia acuática, Alvaro Henríquez cantando mientras le cae agua en la cara, Pancho Molina caminando a medio morir y Ángel Parra corriendo con una pistola en la mano, es parte de una de las maravillas que una época de explosión artística nos regaló. Los locos años 90.
Les dejo un playlist que armé con canciones contemporáneas de Blur y Los Tres, sólo de los noventas. Espero que lo disfruten mucho de aquí al 7 de octubre.
Q hermosa epoca! Yo tenia la misma edad q tu y vivimos lo mismo, me emociona el concierto q se viene….